La dura tarea de desenterrar casas enteras sepultadas bajo las cenizas del volcán de La Palma
Limpiar la ceniza volcánica en La Palma se ha convertido en la tarea más agotadora para los isleños, especialmente después de que el pasado 25 de diciembre el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) anunciara el fin de la erupción más devastadora desde que se tienen registros en la isla bonita, que llegó a arrasar miles de hectáreas y más de 2.000 edificaciones. Aunque antes de esta señalada fecha ya los vecinos y vecinas, armados con escobas y palas, intentaban poner orden, ahora la situación se ha vuelto más abrumadora, ante la posibilidad de acceder a algunas zonas a las que antes no se podía.
Para hacer frente a tan ardua labor, los cuerpos de protección civil de toda Canarias y del resto del territorio nacional se han apuntado a colaborar en todo lo necesario y facilitar así la vuelta a casa para los palmeros afectados. Entre ellos, se cuenta a militares de la UME, bomberos de todas las islas, agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de las policías locales. De hecho, Bomberos de Tenerife ha mostrado una impresionante fotografía de una casa completamente enterrada bajo las cenizas y agentes de su cuerpo intentando limpiar lo que se puede. “Continúan las labores de los efectivos desplazados para colaborar en La Palma. En este caso, realizando limpieza de tejados y dando suministro de agua potable a aljibes y depósitos de viviendas en zonas en las que ha comenzado el realojo de vecinos”, apuntaban en un mensaje compartido en redes sociales al que sumaban una batería de imágenes de estas acciones. Asimismo, se han llevado a cabo algunas mediciones de gases en establecimientos o bodegas que llevan toda la temporada cerrados, completaron.
Los bomberos narran que en estos días, por ejemplo, tuvieron que trabajar junto a los operarios del Ayuntamiento de El Paso para retirar un techo de chapa que se derrumbó por el peso de la ceniza y bloqueó la entrada de una vivienda. “Se realizaron cortes en la estructura de hierro para poder extraer la chapa y facilitar a los vecinos el acceso al domicilio”, continuaron. El objetivo es precisamente ese, que los palmeros puedan volver a sus hogares cuanto antes, aunque conseguirlo no está siendo para nada fácil, y es que queda mucho por hacer.
En medio de esta titánica misión, se están produciendo también historias conmovedoras, como la reportada este sábado por EFE sobre un guardia civil gaditano de 71 años, retirado en 2015, que decidió en noviembre de 2021 ir a la isla La Palma para ser voluntario en las tareas de limpieza y reconstrucción de la zona tras la erupción del volcán Cumbre Vieja. Se llama Francisco García y es un claro ejemplo del compromiso que están asumiendo en estos momentos los cuerpos de protección civil.
Curro, como lo conocen habitualmente sus amigos, no dudó en dejar Cádiz y marcharse a Los Llanos de Aridane durante dos meses para ofrecer su ayuda sin reservas a quienes más lo necesitaban en ese momento. “No esperaba ninguna recompensa, solo quería ayudar”, repite Curro varias veces durante una entrevista con Efe, para dejar claro que nunca lo hizo con la intención de conseguir algo a cambio.
No solo las viviendas están siendo prioridad para los agentes. Atender las zonas de invernaderos es crucial. Para ello, el Consejo de Gobierno del Cabildo de La Palma ha dado luz verde a la contratación por emergencia de un servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos procedentes de la construcción de los invernaderos afectados por el volcán a través de un gestor autorizado, en este caso la empresa Martínez Cano Canarias, por un presupuesto de 16.948,80 euros.
La consejera de Servicios, Nieves Rosa Arroyo, ha destacado que con esta medida se persigue tanto respaldar al sector agrícola afectado en el Valle de Aridane por la erupción, como garantizar un tratamiento sostenible de los residuos generados por los invernaderos dañados por el volcán.
El volcán de La Palma expulsó millones de metros cúbicos de ceniza, que ha cubierto más de 3.000 hectáreas de superficie, según las medidas del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y los datos del sistema europeo satelital Copernicus. Solo queda tener paciencia.
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