La Guardia Civil sigue la pista de un bombero, un cazador y un vulcanólogo en busca de los rescatadores de los perros del volcán de La Palma

Tres podencos atrapados entre las coladas de lava en Todoque.

Canarias Ahora

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La Guardia Civil ya tiene algunas pistas acerca de quiénes podrían ser los presuntos autores del rescate de los cuatro perros atrapados en medio de la lava del volcán durante cuatro semanas. Al fin y al cabo, La Palma es una isla pequeña (85.000 habitantes) y la comarca del Valle de Aridane, la castigada por el volcán aún sin nombre, aún más chica todavía. Así que los agentes del instituto armando, al igual que muchas personas, ya saben por dónde buscar. En concreto, la Guardia Civil está detrás de la pista de tres hombres: un bombero, un cazador y un vulcanólogo.

Saben que los tres hicieron un primer intento de rescate el domingo “por las buenas”. Es decir, pidiendo abiertamente que los dejaran pasar para salvar a los animales. Pero al no conseguirlo, optaron por hacerlo clandestinamente, aprovechando la luz de la luna llena. No se lanzaron a la aventura sin tomar precauciones. Los investigadores creen que fueron pertrechados con material profesional, sobre todo de protección, y que incluso llevaban una cámara termográfica que les permitiera pisar por donde las temperaturas del terreno fueran soportables.

Los rescatadores son personas de la zona, perfectamente conocedoras del terreno, de los vericuetos y de las posibles escapatorias, incluidas las que pudiera dejar la lava tras arrasarlo casi todo. No se descarta que, además de estas tres personas, hayan participado algunas más en la operación.

Lo ocurrido ha sorprendido a mucha gente, sobre todo a las autoridades, que no se esperaban que alguien pudiera atreverse a emprender una aventura tan arriesgada como esta, no solo por el peligro que entraña, sino por el riesgo de cometer una infracción y ser descubierto y denunciado. Además, incomoda muchísimo al Gobierno canario, reacio a otorgar autorizaciones, pese a que muchas han sido solicitadas para casos de lo más variado por parte de las miles de personas damnificadas por la erupción, que ya ha cumplido 34 días. Que haya habido una fisura en la vigilancia y el control puede animar a otras personas, temen en el mando operativo del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (PEVOLCA).

Gran parte de la población palmera aplaude la hazaña y se pregunta que si era tan fácil rescatarlos por tierra, por qué no se hizo así en lugar de recurrir a sofisticados métodos aéreos, como la contratación de una empresa especializada en drones de carga. Los integrantes de la compañía Aerocámaras vieron frustrado su viaje a La Palma al descubrir ellos mismos con sus vuelos de reconocimiento que los perros habían sido rescatados y que los rescatadores habían dejado su firma en una pancarta que ya ha sido vista en todo el mundo.

Los perros, en paradero desconocido

¿Dónde están los podencos? Esta es la pregunta que retumba en el ambiente desde este jueves, cuando se conoció que los cuatros canes habían sido rescatados. Solo se sabe que “los perros están bien”, como rezaba la pancarta que dejó en la zona del rescate el autodenominado A Team.

La reacción popular ha sido muy variada en las redes sociales. Algunos señalan al papeleo que hay que afrontar para estas gestiones como impedimento para la salvación de los canes. “El delito es anteponer la burocracia a la vida de unos animales”, denunciaba un usuario en Twitter. Otros han querido dejar en evidencia injustamente a la empresa que se iba a encargar de su rescate. Los equipos desplazados han regresado este viernes a Galicia, de donde es la empresa de drones, Aerocámaras, pero antes han expresado a través de las redes su insatisfacción: “Somos conscientes de lo extraño de toda esta situación y nos sentimos engañados. Instamos a las autoridades a que investiguen lo sucedido”. Al leer esto, algunos han criticado que querían “atribuirse méritos”, pero la empresa, en declaraciones a RTVC, ha aclarado su mensaje de indignación.

Desde el día en el que llegaron, estos pilotos expertos de drones han realizado varias pruebas de reconocimiento para proceder a un rescate seguro y, desde el primer momento, se encendieron las señales de alarma: no daban con el paradero de los perros, habían desaparecido. Los únicos animales que lograron atisbar fueron dos conejos. Por eso los técnicos sienten que su viaje a La Palma ha sido en vano, ya que, realmente, ellos nunca vieron a los animales desde su llegada.

Canarias Ahora adelantó este jueves que los podencos fueron rescatados durante la noche del pasado domingo al lunes, es decir, horas después de que el equipo de Aerocámaras pisara la isla, de ahí su descontento. En cualquier caso, los palmeros siguen valorando el acto de generosidad desinteresada de la empresa, algo que también han agradecido desde Aerocámaras.

Que un grupo anónimo de personas aún sin identificar haya burlado a las autoridades, a pesar de haber salvado la vida de cuatro seres vivos, a priori, parece tener sus consecuencias. La unidad orgánica de policía judicial de la Guardia Civil ha instruido diligencias por si el rescate por tierra de los perros pudiera ser constitutivo de delito. Eso, además de la infracción administrativa que conlleva que una persona o varias se saltaran el control establecido por agentes de la autoridad para acceder a la zona en la que se encontraban los animales.

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