La casa del coleccionista Cayetano Gómez Felipe de Los Llanos de Aridane sufre “continuos saqueos” que destruyen el patrimonio cultural

La casa del coleccionista de antigüedades más importante del siglo XX en Canarias, situada en la calle Real de Los Llanos de Aridane, está siendo “víctima de un allanamiento de morada por un grupo de individuos que desde hace semanas están sembrando el miedo en toda la ciudad. Los casos de robos e irrupciones violentas se suceden varias veces a diario, y los vecinos afectados, impotentes ante esta situación, la única alternativa que tienen, hasta el momento, es ‘invitarles’ a salir o parapetarse detrás de sus puertas”, según han manifestado a este periódico fuentes del entorno de los afectados. 

La casa natal y familiar de Cayetano Gómez Felipe “ha sido forzada  en reiteradas ocasiones, poniéndose en conocimiento de las autoridades competentes estos continuos allanamientos, sin que hasta el momento se haya encontrado solución alguna, más allá de tapiar puertas y ventanas, medida tomada por la propiedad, forzada por las circunstancias, que tampoco ha surtido efecto. A las pocas horas, se repiten de nuevo los mismos hechos, con la misma impunidad que ampara a los ocupantes y con la misma impotencia e indefensión que sufre la legítima propietaria del inmueble, todo ello en un edificio histórico situado en plena calle Real”, resaltan. 

Además, “se han intentado vender objetos y antigüedades por personas que han estado ocupando esta vivienda estas últimas semanas”, aseguran. 

El profesor de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna Jesús Pérez Morera, experto conocedor del valor patrimonial que contiene el inmueble, ha manifestado a este medio que “estos actos representan un riesgo y un peligro real de destruir para siempre un patrimonio y una colección única e irrepetible, un extraordinario testimonio de la cultura material y la forma de vida, a lo largo de los siglos, de nuestros antepasados. Recientemente catalogada, registrada y fotografiada por iniciativa de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias, hay conjuntos, como hilaturas y teñidos de sedas del país, que no se encuentran en ninguna otra colección”. 

“Los ocupantes, agresivos y violentos, no solo están cometiendo un delito contra el orden público y de desobediencia a la autoridad, sino que además representan un serio peligro igualmente para el inmueble (y a sus colindantes, también allanados repetidas veces) por el grave riesgo de incendio derivado de sus actuaciones fuera de todo control, en una edificación en donde todo (pisos, techos, carpinterías, escaleras y galerías) está construido en madera de tea. A día de hoy, la imagen que ofrece el interior de la vivienda es desoladora: colillas y mecheros por doquier, muebles y cajas abiertas y embalajes forzados para extraer su contenido, dentro del desorden y el caos más absoluto”, afirman. 

“Los bienes culturales son parte de nuestro patrimonio, historia e identidad y deben estar protegidos contra la delincuencia. El artículo 46 de la Constitución española establece que ‘los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio”, recuerdan.