La Centinela dice que el proyecto de trazado de la LP-1 desde Tijarafe a Las Tricias es “una atrocidad cara”
La asociación Centinela-Ecologistas en Acción La Palma ha presentado alegaciones al Proyecto de Trazado y al Estudio de Impacto Ambiental del acondicionamiento de la carretera LP-1 entre Tijarafe y Las Tricias, advirtiendo de que “el diseño planteado supondría una transformación irreversible del paisaje del noroeste de La Palma. Las alegaciones alertan de que el proyecto propone desmontes de hasta 40 metros de altura, rellenos masivos en barrancos y más de 10.000 m² de muros de hormigón visto de hasta 22 metros de altura sin ningún tipo de integración paisajística prevista”, informa en nota de prensa.
“En el escrito se analiza el ancho de la plataforma proyectada que, con más de 16 metros, duplicaría el ancho de la carretera actual. El proyecto no ha considerado ni evaluado ambientalmente alternativas más sencillas y adaptadas a este territorio, como las permitidas en la Norma 3.1-IC Trazado de la Instrucción de Carreteras, que permite reducciones del ancho del trazado en zonas de relieve accidentado como el afectado, lo que permitiría reducir de forma significativa el impacto sobre el territorio, la afección de fincas colindantes y los costes de la obra y las expropiaciones”, explica.
También se señala que “el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOLP) prevé para este tramo viaductos con el fin de proteger y recuperar la morfología natural de los barrancos. Estas soluciones forman parte del modelo territorial ya evaluado ambientalmente y aprobado en la planificación insular. Esta previsión quedó reflejada tanto en el pliego para la contratación de la redacción del proyecto como en la oferta de la empresa que resultó finalmente adjudicataria, tal y como consta en el Informe Técnico de Evaluación de Ofertas, donde se recoge la propuesta de seis viaductos para salvar los barrancos. Sin embargo, el proyecto actual presentado desatiende esa previsión, y lo sustituye por los brutales desmontes, rellenos de barrancos y muros ya mencionados”.
Por otra parte, en las alegaciones se señalan “diversas contradicciones y errores en el Estudio de Impacto Ambiental, como las diferencias de hasta un 46% -casi medio millón de metros cúbicos- entre tablas que recogen los volúmenes de excavación, un grave error que afecta al cálculo de emisiones, residuos y al alcance de los impactos. También recoge incoherencias en la estimación de impactos en paisaje, geodiversidad y suelo, que pasan de 'significativos' en la valoración pormenorizada a 'poco significativos' en la valoración global. Llamativas son las ausencias de evaluación del riesgo de atropello de especies en peligro de exextinción como el cuervo canario, y del riesgo de dispersión de la especie invasora 'rabogato' aprovechando los nuevos y enormes desmontes y terraplenes”.
El escrito de alegaciones de Centinela concluye solicitando que el proyecto presentado sea rechazado. Se debe redactar un nuevo proyecto de trazado ajustándolo al modelo viario recogido en el PIOLP para ese lugar y aplicando las reducciones de sección permitidas por la normativa para terrenos montañosos.
También se solicita que “se revisen las soluciones constructivas en barrancos y laderas, con el objetivo de minimizar la huella territorial y el impacto paisajístico, y que la propuesta resultante sea sometida nuevamente a información pública, tal como contempla la Ley de Evaluación Ambiental”.
“Mejorar la seguridad vial y la movilidad en el corredor Tijarafe–Las Tricias es posible sin comprometer el paisaje ni la integridad ambiental del territorio y sin tanta ocupación de fincas”, concluye.
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