Arqueólogos descubren un fascinante barco de recreo egipcio frente a la costa de Alejandría
Alejandría sigue siendo un tesoro para los arqueólogos, que continúan explorando cada rincón de la ciudad fundada en el 331 a. C. por Alejandro Magno. La urbe que llegó a eclipsar a las grandes capitales del Mediterráneo giraba en torno al Portus Magnus, donde se levantaron palacios, jardines reales y estructuras portuarias. Y es ahí donde un grupo de investigadores ha firmado un hallazgo fascinante: un barco de recreo del antiguo Egipto que responde a la descripción del icónico thalamago.
El equipo, liderado por el reconocido arqueólogo francés Franck Goddio, trabajó en el puerto de la Isla Real de Antirhodos, que quedó sumergido tras una combinación de fenómenos naturales que terminaron sepultando innumerables elementos patrimoniales.
Goddio, junto con el Institut Européen d'Archéologie Sous-Marine (IEASM) y en colaboración con el Ministerio egipcio de Turismo y Antigüedades, hallaron unas maderas bien conservadas en el fondo del mar. Estas no eran piezas sueltas ni pequeñas, porque se estimó un tamaño de 28 metros de largo.
En realidad, según los hallazgos de este equipo de investigadores, corresponden con la estructura de la embarcación de grandes dimensiones: 35 metros de eslora y unos siete metros de manga. No se ha procedido a la extracción de las maderas para cuidar su conservación, pero se ha logrado hacer una recomposición utilizando varias técnicas de fotogrametría 3D.
Un thalamago real
Los arqueólogos destacan la particularidad del pecio, con un casco de fondo plano con una quilla dura en la proa y una curva redondeada en la popa. En la carlinga central, se han observado un grabado en griego que datan de la primera mitad del siglo I d. C. Y esa fecha no es baladí.
La fecha de ese grabado en griego refuerza la creencia de que el barco fue construido en Alejandría. Atendiendo a su diseño y distribución, habría contado con un camarote lujosamente decorado. Además, se propulsaba únicamente con remos lo que apunta a que se trataría de un thalamago, una lujosa barcaza de recreo de la época.
“Es la primera vez que se descubre una embarcación de este tipo en Egipto. Estas embarcaciones fueron mencionadas por diferentes autores antiguos, como Estrabón, y también estaban representadas en cierta iconografía; por ejemplo, en el mosaico de Palestrina, donde se ve una embarcación de tamaño mucho más pequeño con nobles cazando hipopótamos. Pero nunca antes se había descubierto una embarcación real”, celebra Goddio en declaraciones al medio británico The Guardian.
El arqueólogo plantea varias hipótesis sobre este naufragio de este barco. La primera de las teorías, que pudo ser utilizado a lo largo de los canales de Alejandría, tal y como lo describió Estrabón en sus textos. Sin embargo, su ubicación desconcierta a los científicos. Se encontró próximo al templo de Isis en la isla de Antirhodos, lo que sugiere un uso ritual y formar parte de la ceremonia naval de la navigatio iside.
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