Pedro Quevedo, el diputado 176: “Me molesta no haber conseguido un dictamen sobre la financiación ilegal del PP”
Pedro Quevedo Iturbe (Caracas, 1952) es uno de los miembros fundadores de Nueva Canarias, un partido constituido en 2005 al escindirse de Coalición Canaria que se define como nacionalista de izquierdas. Durante su trayectoria en estos catorce años ha sido consejero en el Cabildo de Gran Canaria, y, desde 2011 hasta la fecha, concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y diputado en el Congreso.
Ahora, tras ser conocido en todo el ámbito nacional como el famoso diputado 176 -cuando con su voto decidía si salían adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2017- aspira a volver por tercera legislatura consecutiva al Congreso tras las elecciones del 28 de abril para, según afirma, seguir defendiendo a las Islas en Madrid, ya que, a su juicio, ha quedado demostrado que su formación aprovechó aquella excepcional situación para conseguir logros “históricos” para el Archipiélago.
Durante los debates entre cuatro de los candidatos a la Presidencia de España acusaron al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, de enarbolar una bandera independentista canaria durante su visita a Las Palmas de Gran Canaria. Fue de las pocas ocasiones en las que se nombró al Archipiélago. ¿Qué opina de los debates?
Esa mención para Canarias fue profundamente desafortunada y ofensiva para la gente de esta tierra, porque todos sabemos que la bandera de siete estrellas verdes es la bandera de la gente y no es independentista, ni casi terrorista, como sugirió Albert Rivera o, al menos, dio esa sensación. En el segundo debate se produjo nuevamente una intervención desafortunada por parte de Pablo Casado cuando se menciona a Canarias, alarmando en relación con los cayucos. Hay una intervención de Pablo Iglesias que no está mal, en la que, al menos, dice que hay más comunidades autónomas además de Cataluña. Lo lamentable es que Pedro Sánchez recoge ese guante, pero se le queda por el camino Canarias, una vez más. Tampoco esperábamos que se centrasen en Canarias, es ridículo pensar eso. Pero que se mencionen a las comunidades autónomas y sus singularidades y que después el actual presidente del Gobierno se olvide precisamente de Canarias, pues no es para estar satisfechos.
¿Qué balance hace de la labor de Nueva Canarias en el Congreso durante esta legislatura?
Hemos tenido la ventaja de estar en el foco mediático, a nuestro pesar, por aquella condición de diputado 176. Nos observaron con microscopio y con telescopio a la vez. Pero estuvimos en una situación de riesgo: que un partido como el nuestro pactase con el PP es muy difícil, porque estamos en las antípodas. Pero alcanzamos un acuerdo sobre presupuestos aprovechando nuestra condición decisiva, que, en nuestra opinión, ha supuesto un hito en la historia de Canarias. Y la razón no fue que el PP lo entendiese, la razón es que éramos decisivos. No tenemos que explicar mucho lo que hemos hecho en la legislatura porque ha estado absolutamente publicitado, pero lo cierto es que ser decisivos nos sometió a una tensión tremenda. Y, sobre todo, hemos demostrado en las enmiendas de los presupuestos del Partido Popular de 2017/2018, Nueva Canarias tiene un compromiso con esta tierra; peleamos por los intereses legítimos de las Islas y demostramos que con un solo voto fuimos capaces de conseguir lo que no se había logrado en 40 años. Estamos razonablemente orgullosos de eso.
¿Alguna autocrítica?
Hay un elemento personal que me afecta y me molesta profundamente: no fuimos capaces de sacar el dictamen final en los trabajos de la comisión de investigación de la supuesta financiación irregular del Partido Popular. Es lo menos que se le puede pedir a una comisión, que haya un dictamen. En realidad, se trataba de decir ¿cómo hacemos para luchar contra la lacra de la corrupción? Porque si existía o no financiación irregular, lo resolvía la sentencia de la trama Gürtel y las que quedan. Perdimos una oportunidad de emitir un dictamen que hubiese tenido beneficios para el futuro.
¿Cómo valora que el CIS sitúe a Nueva Canarias fuera del Congreso tras las próximas elecciones del 28 de abril?
Las encuestas del CIS en Canarias son la musa perfecta para los humoristas canarios. ¡Vaya manera de equivocarse! Pero es persistente, porque lleva años haciendo el ridículo en Canarias. La muestra era de 786 encuestas en todo el Archipiélago. Hay un analfabetismo profundo sobre esta tierra. Por poner un ejemplo claro: año 2015; el CIS se dedicó a las autonómicas, que es más sencillo. Con gran solemnidad nos dieron cero diputados. Sacamos cinco. Ya nos tienen acostumbrados. Le pese a quien le pese, Nueva Canarias tiene una presencia muy significativa en la política canaria y la lógica dice que vamos a tener un diputado en las Cortes, como mínimo.
A diferencia de los anteriores comicios, esta vez Nueva Canarias acude en solitario a las elecciones, tanto del 28 de abril como del 26 de mayo. ¿Por qué?
Nosotros concurrimos con el PSOE en un vuelco histórico a nuestras posiciones porque creíamos que era necesario trabajar por un cambio político. Y nadie nos podrá imputar el no haber defendido con absoluto rigor el acuerdo con el PSOE. Defendí con intensidad a Pedro Sánchez, como si fuese de Nueva Canarias. Después hubo un cierto distanciamiento, cuando negociamos con el Partido Popular los Presupuestos Generales del Estado. Hubo cierto malestar. Pero lo dramático se ha dado a posteriori. Planteamos al Gobierno de Pedro Sánchez, que nosotros apoyamos, que respetara los acuerdos alcanzados en los presupuestos previos y accedió. Pero en el proyecto de presupuestos de 2019 se olvidan de tres asuntos incluidos en las cuentas anteriores e incluso introducidos en el Régimen Económico y Fiscal: políticas específicas contra la pobreza en Canarias, infraestructuras educativas y desalación de agua para riego agrícola. Les advertimos a los responsables del Ministerio de Hacienda que debían cumplir el acuerdo y nos abstuvimos en la votación porque creíamos que se podía corregir. Pero si no se hubiese podido arreglar, estaríamos obligados a votar en contra.
Tanto Nueva Canarias como Coalición Canaria se han alzado como la “voz canaria en Madrid”: ¿Qué ofrece su formación que no ofrezca Coalición Canaria?
Voy a poner algún ejemplo: los presupuestos famosos de 2017/18 fueron al Congreso con 175 votos a favor, entre ellos Coalición Canaria. Desde Nueva Canarias hicimos una enmienda a la totalidad a esas cuentas y después, hablando con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a las 9 de la noche le dije: “Mire, señor Montoro, si usted quiere llegar a un acuerdo con Nueva Canarias se lo va a tener que ganar, nosotros arriesgamos pactando con ustedes y ustedes arriesgan pactando con nosotros, pero apretón de manos, un montón de fotos y cuatro perras, no”. Quedamos en que hablaríamos en la fase de enmiendas. La transformación de esos presupuestos en herramientas históricas para esta tierra, y no solo es el 75%, se produjo en la fase de enmiendas. En el anteproyecto de presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez, Coalición Canaria hizo una enfurecida crítica a las cuentas, cuando eran mejores que los del Partido Popular. Nosotros nos abstuvimos porque había que corregir e incluir los compromisos previos que se habían acordado. Y, si se hubiesen sacado adelante con esas correcciones, hubiésemos votado a favor, de no ser así, pues en contra. Pero Coalición Canaria ha evolucionado de una forma significativa hacia políticas conservadoras, alineándose en posiciones incluso antinacionalistas en el resto del Estado y Nueva Canarias no comparte esa política.
Ana Oramas, diputada por la provincia de Santa Cruz de Tenerife por Coalición Canaria, le ha acusado en una entrevista de ser uno de los diputados que menos intervenciones tiene en el Congreso, e incluso de faltar a sus obligaciones con la ciudadanía a la hora de acudir a las votaciones. ¿Qué responde a eso?
Me va a permitir que esa ridiculez no se la conteste. Solo voy a decir una cosa: hacer pasillos en la Villa y Corte no es trabajar por Canarias, es hacer pasillo. El trabajo de un diputado de Canarias en el Parlamento español es estudiar, trabajar y posicionarse y debatir en Canarias. Y luego trasladarlo al Congreso de los Diputados. No dedicarse al pasillismo.
¿Seguirá como concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y diputado en el Congreso si sale elegido tras las elecciones?
Esto lo decide el partido y yo he sido un hombre de partido toda mi vida. Nueva Canarias cree que yo debo hacer ese doblete; por cierto, los dobletes se han puesto de moda, ya no somos ninguna singularidad. A una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, que es la novena ciudad del Estado español, le interesa tener entre sus responsables gente con influencia real en Madrid. Está muy demostrado que la influencia real no se tiene porque uno sea del mismo partido del que gobierna en Madrid. Hay una posibilidad de volver a ser determinantes en muchas cosas en Madrid. Lógicamente, el primer interesado en no estar con estas cosas soy yo, pero nosotros no vamos a dejar desabastecido al partido en la ciudad cuando se ha hecho un trabajo extraordinario.