El Cabildo de Gran Canaria rehabilitará el Cenobio Valerón, el granero aborigen más grande de la Isla
El Cabildo de Gran Canaria invertirá 300.000 euros en revertir el cerramiento del Cenobio Valerón, el granero aborigen más grande de la Isla, para devolverle la verticalidad al yacimiento situado en el municipio de Guía.
La máxima corporación insular ha detallado en una nota que retirará el cerramiento de piedra que tapa desde 1974 la parte inferior del yacimiento, lo que permitirá devolverle la “panorámica de vértigo” a este enclave. Así, los visitantes podrán ver el granero “desde una pasarela que les hará entender por qué este lugar era ideal para salvaguardar el alimento de intrusos”.
En esta remodelación intervendrá el Ayuntamiento de Guía y parte de la partida presupuestaria estará destinada a una inversión que también servirá para “habilitar un aparcamiento y un mirador con vistas al barranco y a la costa norte”, según han explicado el consejero de Patrimonio Histórico, Teodoro Sosa, y el alcalde de Guía, Pedro Rodríguez. El comunicado también señala que la actuación permitirá que muchos vestigios arqueológicos puedan ver la luz.
El águila que intimidará a las palomas
En esta intervención, la primera desde los años setenta, se incluye la retirada de más 800 kilos de excrementos de paloma, la conocida como palomina, que ha corroído la toba volcánica debido al efecto de los ácidos úricos y fosfóricos de las deyecciones, así como por las alteraciones por la acción de bacterias y hongos. Además, esta ave puede resultar nociva para la salud de los visitantes.
Por ello, el cetrero Braulio Perdomo y su águila Birra, que se ocupan desde hace más de una década de ahuyentar las palomas del Estadio de Gran Canaria, llevarán a cabo medidas disuasorias en dos semanas para mantener a este tipo de palomas lejos del yacimiento.
Cometas y sonidos de rapaces
Además, una cometa que simula la silueta del águila, así como también su aspecto e incluso emite sus sonidos, podrá sustituir al ave mientras el águila no pueda llevar a cabo este cometido. Y en las partes altas del yacimiento, las más proclives a nuevos anidamientos, se ha extendido además un gel con un olor que repele a las palomas.
Además, los técnicos también han protegido la toba volcánica con el tendido de capas de material geotextil que simulan las texturas naturales, gracias al uso de pigmentos minerales, colas e incluso el jugo de la penca del tuno indio.
El Cabildo recuerda que el Cenobio Valerón está bajo un arco natural de 30 metros de ancho por 25 de alto y a unos 300 metros sobre el nivel del mar. Está integrado por 350 cámaras dispuestas en varios niveles comunicados por escaleras y pasadizos, destinados al almacenamiento de cereales, legumbres y frutos de la antigua población grancanaria entre los siglos XII y XV.
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