El Cabildo de Tenerife avanza que planea “cambiar por completo” la costa de Añaza
El Cabildo de Tenerife ha informado este miércoles de que concederá 500.000 euros al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para financiar parte de la demolición del antiguo hotel de 22 plantas que se empezó a construir junto al mar en 1973 y que acabó paralizado por problemas económicos y por irregularidades en sus licencias. El edificio, una mamotreto sin acabar que destaca sobre una costa rocosa, será eliminado del litoral, pero en su lugar no se renaturalizará el entorno, sino que se proyecta un plan para construir, entre otras cosas, un paseo, zonas de “convivencia” y una zona de baño “segura”.
Así lo ha explicado este miércoles la corporación insular, dirigida por Rosa Dávila (CC), que añadió que va a “cambiar por completo” esta parte de la costa. Se trata de una costa rocosa, poco urbanizada y cercana a la capital de la isla pero que, hasta ahora, no se ha explotado urbanística ni turísticamente.
La demolición, el primer paso para transformar toda la costa
La actuación cuenta con una financiación global de tres millones de euros, sumando los 500.000 euros aportados por el Cabildo y los 2,5 millones concedidos por el Gobierno de Canarias, en una colaboración entre administraciones para impulsar “un proyecto muy esperado” por el vecindario de este barrio, ha añadido Dávila.
El edificio fue proyectado en 1973 como un hotel de lujo con 741 apartamentos repartidos en 22 plantas pero las obras se paralizaron en 1975 debido a irregularidades urbanísticas, problemas financieros y la falta de permisos definitivos.
Desde entonces, la estructura ha permanecido en estado de abandono y ocupa entre 35.000 y 40.000 metros cuadrados que lo convierten “en una mole descontextualizada que rompe con el paisaje litoral, una estructura completamente obsoleta que, además del impacto visual, representa un riesgo real para la seguridad de la zona”, según la presidenta del Cabildo.
El Ayuntamiento de Santa Cruz prevé completar la expropiación a lo largo de 2025, tras lo cual se licitará la demolición y el plazo estimado para ejecutar los trabajos es de 36 meses, por lo que la actuación podría finalizar entre 2027 y comienzos de 2028.
El objetivo del proyecto es “recuperar ecológicamente la zona”, pero no renaturalizando, sino “devolviendo el acceso al mar y sustituir una estructura degradada por un espacio natural y seguro”.
“Esta actuación es el primer paso para hacer realidad un gran proyecto que va a cambiar por completo esta parte del litoral de Añaza” ha subrayado Dávila, pues se pretende recuperar este espacio para las personas, devolver el acceso al mar a los vecinos y transformar una zona abandonada en un lugar natural, cuidado y seguro, ha dicho. Es decir, no se devolverá el litoral a su estado natural anterior al edificio, sino que se elimará este para crear espacios antropizados, incluyendo una plataforma marítima para el baño conocida ya como La Mareta, según el Cabildo.
Además, se proyecta “la conexión con el futuro paseo litoral, la protección del patrimonio arqueológico del entorno y una proyección a medio plazo para integrarlo en los sistemas de movilidad sostenible del municipio”.
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