Ni espacios verdes, ni sombra, ni zonas de descanso. El patio del CEIP José María Pereda de Torrelavega era hasta hace unas semanas un espacio diáfano construido sobre terreno hormigonado y rodeado de edificios residenciales. Si las temperaturas aumentaban y los escolares necesitaban huir del calor, la única solución era arrimarse a las paredes del recinto para intentar evitar la exposición directa al sol. “La existencia de sombra en un patio parece muy básico, pero es muy necesario”, afirma la directora del centro educativo, Lola Martínez.
Las instalaciones del CEIP José María Pereda están compuestas por dos edificios y un patio de 400 metros cuadrados que está dividido en dos zonas, una delantera y otra trasera. La presencia de vegetación en todo el recinto era inexistente: solo había seis árboles plataneros plantados en el asfalto de la entrada al centro. Sin embargo, esta desalentadora imagen forma parte del pasado desde que el centro educativo se proclamó como uno de los ganadores del concurso de Naturalización de Escuelas de Torrelavega, dentro del proyecto Torrelavega Conexión Natural.
Con estas actuaciones, el colegio busca que los espacios sean más lúdicos y agradables y favorezcan el aprendizaje y la convivencia
La naturalización del patio escolar ha trascendido la iniciativa medioambiental impulsada por el Ayuntamiento de Torrelavega hasta convertirse en un elemento de transformación social para los más de 200 niños y niñas de entre uno y 12 años que comparten su día a día en este colegio público ubicado en el barrio de La Inmobiliaria, en el que confluyen hasta 26 nacionalidades. “Queremos que el cole sea un lugar donde el alumnado vaya contento, se sienta seguro y llegue el aprendizaje”, asegura Lola Martínez.
Una de las prioridades de la naturalización del patio era “reducir la temperatura gracias a la vegetación”. La ausencia de espacios verdes hacía que la actividad del alumnado durante los recreos fuese muy limitada, ya que “ni siquiera podían jugar al escondite”, por lo que uno de los puntos que más se valoraba a la hora de renovar el patio “era quitar cemento y que hubiese más espacio verde y más presencia de especies autóctonas”, explica Martínez.
En este sentido, la propuesta del centro escolar albergaba la construcción de caminos hechos con material permeable y compacto para que el agua de la lluvia fuera absorbida por el suelo y se pudiera pisar en cualquier época del año sin riesgo de sufrir resbalones ni que se produjeran encharcamientos.
Tras llevar la iniciativa al claustro, recoger las ideas propuestas por los maestros y presentárselo al alumnado, el proyecto, dotado con 30.000 euros, ha permitido la implantación de montículos y la colocación de bancos de gavión rematados con madera simulando un anfiteatro para llevar a cabo actividades de expresión oral y musical fuera del aula.
También se han plantado arbustos, árboles y plantas aromáticas para “formar un espacio de biodiversidad” y se han instalado casas para insectos con el fin de fomentar la polinización. “Queremos aportar al alumnado experiencias que a lo mejor fuera de su entorno no van a tener”, manifiesta la directora del centro.
Con estas actuaciones, el colegio busca que los espacios sean “más lúdicos y agradables y favorezcan el aprendizaje y la convivencia”, dice Martínez con convicción. ‘“Aquí cada puerta es de un color, la decoración es diferente a la habitual y faltaba dar ese toque especial al patio”, describe. “Queremos que el alumnado llegue al colegio y esté lleno de magia, calor, cariño y aprendizaje”, sentencia la directora.
No obstante, realizar este proyecto no ha servido solo para crear espacios donde “aprender ciencias naturales, explorar y descubrir”, sino que también es “una apuesta firme por dar una educación de calidad, bienestar al alumnado e ir en una línea sostenible”. Ahora, el patio del CEIP José María Pereda es un “espacio cuidado por todos y para todos”, expone Lola Martínez.
El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de la capital del Besaya dentro de la iniciativa Torrelavega Conexión Natural, forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU y cuenta con el respaldo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que ha supuesto la revitalización tanto del espacio como de la enseñanza impartida por los docentes, que en la actualidad disponen de nuevos recursos didácticos que sirven como refuerzo educativo y cultivan las capacidades emocionales del alumnado.
Además, el nuevo patio del CEIP José María Pereda ya se puede utilizar todo el año, lo cual beneficia a diferentes gremios, puesto que favorece el desarrollo del programa 'Abierto por vacaciones', que busca facilitar la conciliación familiar en periodos no lectivos, y permite que los ensayos del Coro Ronda Besaya se lleven a cabo en un espacio más agradable y atractivo.