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Entrevista Nil Moliner, artista

“No me gustan las etiquetas porque para mí la música es justo lo contrario: es libertad”

Nil Moliner.

Blanca Sáinz

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Con una dulzura y una alegría innata, Nil Moliner (Barcelona, 1992) descuelga el teléfono para atender la entrevista. Su energía invade la conversación desde el primer instante, algo parecido a lo que ocurre en sus conciertos donde, según cuenta a través de sus redes sociales, se viven las emociones a flor de piel. Este sábado estará en el Festival Magdalena Deluxe Santander junto a Bely Basarte y Álvaro de Luna, donde deleitará al público cántabro con sus ritmos pegadizos, sus canciones melódicas y, en general, con su pasión por la música.

¿Cuándo decide que quiere ser músico Nil Moliner?

Mi padre fue el que me tocó los primeros acordes cuando tenía tres años con una guitarra que estaba por casa. Y ese día me removió y entendí qué era lo que quería hacer: remover a la gente emocionalmente e incluso hacerme terapia a mí mismo con esas emociones... Y ahí empezó el viaje. Hubo esa conexión especial entre la música y yo. Pero después empecé a estudiar música, y de más adolescente ya es cuando empecé a soñar con estadios llenos. Así que se podría decir que es en la adolescencia cuando se formaliza.

Su fama creció exponencialmente a raíz de aparecer en Operación Triunfo pero, ¿cuál es su opinión sobre el programa? ¿Se lo planteó como opción para usted mismo?

Operación Triunfo me parece increíble porque al final hablan de música, hacen actuaciones en directo… Y eso es precioso que exista en la tele, y no solo eso, es que es uno de los programas más vistos y tiene muchísimo éxito. Y sobre si hubiese sido una opción para mí... La verdad es que no lo barajé porque tenía muy claro lo que quería hacer -y lo que quiero hacer-. Desde el primer momento estaba centrado en mis versiones, en escribir, en entrar en estudio, en componer… Y no pensaba en nada más que en eso.

¿Qué es el éxito para usted? ¿Cuál es su tope profesionalmente hablando?

Creo que tope no hay. Lo único que puedo pedir es que la familia vaya creciendo como está creciendo y que poco a poco sea más la gente que me escucha. Pero para mí el éxito como tal es seguir currando como lo estamos haciendo: con una gente maravillosa, entre el equipo, el staff, la banda... Todos quieren mucho a la música, y cuando estamos trabajando, estamos trabajando con mucho amor, y eso no tiene precio. Ojalá siguiera muchísimos años más así, tampoco pido mucho más.

Da la sensación de ser una persona sensible por lo que se puede apreciar en sus letras… ¿No le da cierto miedo lo que le exponen sus temas?

La verdad es que la música me sirve como terapia contar mis cosas, es como desnudarme ante la gente… Es una parte de emoción y otra de adrenalina, y eso es lo que es lo que me hace escribir. Y también si eres una persona a la que no le cuesta contar las cosas que le pasan a tu entorno más próximo, ayuda.

¿Y la pérdida de intimidad? ¿Cómo se lleva?

Pues, cuando me reconoce la gente me hace mucha ilusión porque pienso que son personas que me escuchan, me reconocen y además suelen agradecer lo que significa mi música para ellos y ellas. Así que es acostumbrarse... Sí que hay situaciones en las que puedes pensar: “¿Ahora?”. Pero creo que es más por mi entorno, mi familia, mis amigos... Que no es que no lo entiendan, pero les sorprende que pase e igual sí que es un poco raro para ellos. Pero yo lo agradezco. Suelo ser de los que piensa cuando viene alguien: “Bueno, pues si es ahora, bien”. Y eso es porque me gusta mucho ponerle cara a la gente que me escucha.

¿Se considera un artista poco comercial?

Las etiquetas me dan igual. Sé que hago pop y me gusta tener esa libertad de hacer lo que quiera, y si un día me apetece hacer una canción mas funky, más rock, más soul, un reggae…Tener la libertad de poder hacerlo, de poder escribir lo que quiera según me sienta en cada momento. No me gustan las etiquetas porque, si me las pongo, me pondría muros y porque para mí la música es justo lo contrario: es libertad.

Políticamente, no es un artista que se posicione, aunque sí deja entrever ciertos mensajes como en “Tal vez” con la crisis migratoria... ¿Es importante que los artistas jóvenes se impliquen en temas sociales?

Es la discusión eterna, la tengo hasta con mi entorno próximo. Creo que hay que ser consciente como persona que vive en este mundo, obviamente, y no ser un ignorante. Yo vengo aquí a hacer música y es lo mejor que sé hacer. Al final me dedico a esto y por eso hablo en redes -e igual si no me dedicase a la música no tendría redes-, pero estamos aquí para y por la música. Claro que hay cosas que indignan muchísimo, y eso ya depende de cada uno. Hay cosas de las que hablo en mis canciones y mis conciertos, pero no es mi principal objetivo el hacer música reivindicativa. Yo hago música desde el corazón, de situaciones que vivo y, si en estas situaciones que vivo se habla sobre el tema de los refugiados, es porque mi mejor amigo está en Open Arms. La canción surge porque él en ese momento acababa de volver de una misión y cuando nos lo contó fue tanta locura lo que sentimos, que tuve que escribir sobre ello. Pero al final son cosas que surgen, y no es que vaya con la música reivindicativa por bandera. Para hablar de determinados temas se tiene que saber mucho, y yo sé de música y ya está. Nada más.

Sigue sacando canciones en catalán, a pesar de que, supongo, sean las menos populares. ¿Le importa?

El catalán es mi lengua, aunque mi influencia la mayoría de las veces es la música en español, y por eso también mi proyecto es en español principalmente. Pero me siento igual de cómodo. Es mi lengua, qué te voy a decir… Y es precioso ver cómo la gente se implica, y ver cómo en los conciertos la puedo cantar perfectamente porque la gente no politiza la lengua. Me encanta poder estar en Murcia y cantar en catalán y que la gente la reciba con los brazos abiertos, y que incluso la cante. Pero no hemos tenido problemas en ningún sitio. De hecho, ha sido magnífico el recibimiento. Y mucha gente me manda mensajes privados diciéndome que al principio no entendía las canciones, buscaron las letras, e incluso que se la han terminado sabiendo, y eso sí que es fantástico, que incluso aprendan un idioma a través de la música.

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