El barro

Hay 4000 niños durmiendo en el barro en el campo de refugiados de Idomeni, en Grecia, en la frontera con Macedonia. 4000 niños y sus mayores. Durmiendo, viviendo, comiendo, esperando en el barro. En suelo europeo. En el embarrado suelo europeo. En ese suelo que se ha convertido en lodo bajo el que se ahoga la conciencia, la dignidad y el respeto de nuestro continente.

Ese suelo europeo del que los gobiernos de la Unión quieren echar a los refugiados por un puñado de euros. Por un acuerdo que esta semana ratificará Europa para externalizar el problema, comprar a Turquía, el país gobernado por un sátrapa que desprecia las libertades y derechos humanos, comprarle como quien alquila un establo para almacenar el ganado.

Como una piara, como a gorrinos los mantienen tirados en el barro mientras se reúnen en sus lustrosos despachos a firmar cómo los empujan rodando por el fango hasta el lodo turco. Como si fueran mugre, como si las personas fueran parte del lodazal que Europa quiere quitarse de encima a paladas en un pacto que nuestro gobierno en funciones, que se revuelca en su propio barrizal de corrupción, va a firmar en contra de lo que ha pedido la mayoría del Congreso.

Un PP sin mayoría suficiente, sin autoridad ni electoral ni moral, coloca unas alambradas para encerrar la soberanía popular como si también fuera una refugiada sin voz ni voto y arrastra nuestra democracia por la misma charca por la que ha arrastrado todo lo demás y va a firmar en nuestro nombre, en el de todos nosotros, un acuerdo de expulsión de los refugiados tan sucio como ese barro.

Por huir de ese barro, tres refugiados morían esta semana al intentar cruzar un río para pasar a Macedonia. Los niños lloran por la noche y tiritan de frío bajo la lluvia. Las embarazadas duermen también sobre el suelo embarrado de Europa. Algunas darán a luz en cualquier momento, contaban los periodistas allí desplazados. Esta semana algunos de estos periodistas seguían a los que trataban de escapar del barrizal para llegar a Macedonia y eran detenidos con los refugiados.

Ya están libres. Libres para seguir currando y contando lo que hace la Europa libre con los que no son libres de elegir. Tres hermanas kurdas duermen en la frontera después de huir del terror del ISIS. “La peque está cada día más enferma”, reportaba en tuiter, Alberto Sicilia, @pmarsupia, uno de los periodistas detenidos.

Como él escribió, no entiendo cómo nos acostumbramos a esto.

(HOY A LAS 18:30 EN TODAS LAS CAPITALES DE PROVINCIA, HAY MANIFESTACIONES FRENTE A LAS DELEGACIONES DE GOBIERNO EN CONTRA DEL ACUERDO EUROPEO PARA ECHAR A LOS REFUGIADOS A TURQUÍA)

Hoy hablamos en #CarneCruda de la Revista 5W y de guionistas en Hollywood. Conectaremos con Alberto Sicilia desde Grecia para conocer la última hora en torno a los refugiados. A las 12h en www.carnecruda.es

Recuerda que este programa es solo posible gracias a ti. Difúndelo y, si puedes, hazte Productor o Productora de #CarneCruda.

Hay 4000 niños durmiendo en el barro en el campo de refugiados de Idomeni, en Grecia, en la frontera con Macedonia. 4000 niños y sus mayores. Durmiendo, viviendo, comiendo, esperando en el barro. En suelo europeo. En el embarrado suelo europeo. En ese suelo que se ha convertido en lodo bajo el que se ahoga la conciencia, la dignidad y el respeto de nuestro continente.

Ese suelo europeo del que los gobiernos de la Unión quieren echar a los refugiados por un puñado de euros. Por un acuerdo que esta semana ratificará Europa para externalizar el problema, comprar a Turquía, el país gobernado por un sátrapa que desprecia las libertades y derechos humanos, comprarle como quien alquila un establo para almacenar el ganado.