Continúa el “alarmante” descenso del profesorado joven en Castilla-La Mancha
Conforme se cierran los datos referidos a la educación pública en el periodo abarcado por la crisis económica, afloran las consecuencias que para el profesorado han tenido los sucesivos recortes en plantillas y derechos. Esa es una de las conclusiones extraídas del último informe de la Federación de Servicios Públicos de UGT sobre el envejecimiento del profesorado que, en el caso de Castilla-La Mancha, ofrece unos datos “alarmantes” a este respecto: en siete años la reducción del profesorado joven en los centros educativos públicos se ha reducido en 3.243 personas, es decir, los docentes de esta edad son tres veces menos.
En toda España y según los datos extraídos del Ministerio de Educación, la OCDE y el Consejo Escolar, el informe desvela que en el conjunto del país y refiriéndose a los docentes que impartían enseñanzas de régimen general en 2014, se observa que el 5,18% del profesorado tenía menos de 30 años, el 29,02% del profesorado tenía edades comprendidas entre 30 y 40 años, el 30,51% del profesorado pertenecía al grupo de edad de 40 años a 50 años, y, finalmente, el 35,06% tenía más de 50 años. Con estos datos, se puede concluir que en la próxima década habrá de producirse una renovación sustantiva en el cuerpo docente.
Lo más significativo es que al observar el descenso del profesorado joven por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha se encuentra entre las que lo han experimentado con más brusquedad: en el curso 2006-2007 había en la región 4.578 profesores en centros públicos menores de 30 años (un 17,49% del total), mientras que en el curso 2013-2014, esa cifra se ha reducido hasta los 1.335 (un 5,09%). Es decir, 3.243 docentes jóvenes menos y una bajada de doce puntos porcentuales.
Según el informe, es en esta franja de edad donde el descenso en esos siete años ha sido más significativo en esta comunidad autónoma. Las cifras son más dispares en el resto de tramos por edades, pero también ofrecen una visión de conjunto. Así, mientras en el tramo de 30 a 39 años, la plantilla se ha mantenido en torno a un porcentaje del 33% , en el caso de los docentes de mayor edad se ha ido incrementando. Por ejemplo, de los 7.250 docentes de entre 40 y 49 años (27,7%) se ha pasado a 8.454 (19,16%) y de los 5.015 de 50 a 59 años, se ha pasado a los 6.923 (26,4%).
UGT afirma que el descenso acusado en la incorporación de profesorado joven y el aumento del número de docentes de mayor edad hacen que el ritmo de envejecimiento sea más rápido que el de la incorporación de los jóvenes. Mientras que en 2007, varias comunidades autónomas superaban con creces el índice de distribución de edad de la OCDE (0,50) como era el caso de Castilla-La Mancha, siete años después, la situación empeora. El índice total en España baja hasta el 0,15 y ninguna autonomía supera el 0,37 del curso 2006-07, salvo Navarra con un 0,39.
Si sigue a este ritmo, alerta el sindicato en el estudio, seguirá aumentando el desequilibrio en la distribución de los tramos de edad, que provocará “claustros y plantillas envejecidas y sin reemplazo, sobrecargadas de tareas, con más alumnado y con ritmos distintos para la capacidad de innovación y para la adaptación a los acelerados cambios tecnológicos y sociales”. “Se hace necesaria una planificación a medio y largo plazo donde se desarrollen objetivos y medidas para prevenir la escasez de profesorado y evitar posibles reemplazos masivos”, añade.
Frente a esta situación, en el informe se establecen una serie de propuestas para frenar la tendencia al envejecimiento de la población docente, entre las que destaca hacer de la docencia una carrera atractiva, aprobar tasas de reposición “equilibradas”, adoptar iniciativas relacionadas con la jubilación del profesorado, considerar la formación del profesorado como un asunto prioritario en las políticas educativas y retirar las medidas de recortes y del Real Decreto-Ley 14/2012 de 20 de abril y del Real Decreto-Ley 20/2012, de 13 de julio.