“Los mensajes de Pablo Casado son inquietantes, el feminismo no solo es bueno para las mujeres”

Araceli Martínez llegó hace ahora poco más de tres años al Gobierno de Castilla-La Mancha para convertirse, además, en la primera directora del Instituto de la Mujer regional en ocupar un puesto en el Consejo de Gobierno. En la recta final de legislatura, la guadalajareña espera poder rematar su gestión con la aprobación por unanimidad de la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género.

Mientras tanto, en unas semanas se pondrá en marcha la tercera edición de una campaña que fue pionera en España en 2016, para visibilizar una de las violencias de género más silenciadas y desconocidas, la llamada violación en cita.

Dos años de la campaña 'Sin un Sí, ¡es NO!' para la prevención de la denominada ‘violación en cita’, una de las formas de violencia de género que más predomina entre la juventud. ¿Cómo va a ser la tercera campaña que prepara el Instituto de la Mujer?

Todos los años implementamos mejoras fruto del proceso de evaluación que se desarrolla al finalizar cada campaña. Este año, si cabe, vamos a hacer más hincapié en las relaciones intergeneracionales, no solamente dirigirnos a los adolescentes -que es fundamental para prevenir la violacion en cita- sino implicar en el proceso preventivo a otras generaciones que, tal vez, también sufrieron la violencia sexual e incluso sin ser plenamente conscientes.

Se trata de transmitir su sabiduría y tejer una red lo suficientemente importante para que todos y todas nos sintamos impelidos a la hora de luchar contra las agresiones sexuales. Y siempre pensando son manifestaciones de la violencia machista y, por tanto, un exponente de las desigualdades estructurales que todavía persisten entre mujeres y hombres.

Creemos que implicando a todos los grupos de edad y por supuesto a los hombres, podremos generar resortes que nos permitan superar de manera definitiva las desigualdades que engendran las violencias que, a veces, de manera dramáticamente naturalizadas, tienen lugar entre jóvenes o grupos adolescentes.

Creo que este año la campaña se concentrará en el mes de septiembre y no sé si con la misma dinámica que en ocasiones anteriores...

Con dinámicas muy parecidas que iremos desgranando porque estamos en fase de diseño. Hemos decidido cambiar las fechas y concentrar en septiembre aunque iniciaremos la campaña en agosto. Lo hacemos por dos motivos: cada vez es mayor el número de ayuntamientos que se implica en la lucha contra las agresiones sexuales, bien es cierto que focalizando en las fiestas patronales. Se trata de optimizar recursos sin duplicar objetivos que, aunque no iguales, pueden resultar parecidos.

Por otro lado porque en breve, a finales de agosto, estará ya funcionando un servicio de atención específica a las víctimas de agresiones sexuales. Consideramos que es muy importante visualizar que desde el Instituto de la Mujer no solo actuamos en el plano de la prevención -que tiene una importancia relevante- sino que lo hacemos desde la perspectiva de la intervención integral.

¿Qué podemos avanzar de este servicio?

Le puedo decir que actuará en dos vertientes: en el plano jurídico y en el psicológico. La diferencia respecto a otros servicios que ya están funcionando en Castilla-La Mancha es que está especializado en atender agresiones sexuales, sobre todo porque este tipo de violencia está tremendamente silenciada, invisibilizada, más incluso que otras formas de violencia contra las mujeres.

Para poder identificarla, intervenir y establecer mecanismos de prevención eficaces tenemos que crear herramientas muy precisas para superar los obstáculos. Llevamos trabajando en ello desde 2017. Es muy habitual que cuando este tipo de violencias salen a la luz, los agresores suelen salir indemnes y también que se responsabilice de la comisión de algo que no deja de ser un delito a las propias víctimas.

¿Cree que lo que ha ocurrido con ‘La Manada’ ha producido un efecto llamada? Se lo digo porque hemos visto otros casos en los últimos días

Sinceramente creo que no. Lo que tenemos que hacer es visibilizar algo que ya existía con anterioridad y que permanecía silenciado e incluso justificado. Lo que se ha generado en torno al juicio de 'La Manada', con toda la gravedad que tiene el asunto, ha acelerado la toma de conciencia feminista sobre lo que son las agresiones sexuales y las que son en grupo.

Muy difícilmente se rompía el silencio, y más si era en grupo y si había conocimiento previo entre víctima y agresores. Lo que ha habido es un efecto de visibilidad.

¿La campaña contra la llamada ‘violación en cita’ se hace más necesaria que nunca?

Bueno...Es más necesaria como siempre. Quizá ahora seamos más conscientes de la importancia que tienen campañas como esta, cuando en situaciones que ni siquiera tienen nombre, tenemos el contexto necesario para poder identificar lo que está sucediendo. Se genera una gran angustia personal y social y al mismo tiempo un gran desconocimiento que origina y perpetúa prejuicios y estereotipos.

Vamos avanzando en el desarrollo conceptual y terminológico y también en el legal o metodológico para afrontar estas situaciones que pasan por la concienciación social.

No siempre tenemos que pedir a la víctima que se comporte como una heroína, que denuncie y se enfrente a todo un sistema patriarcal que a veces se pone en su contra. Las denuncias son importantes porque dan notoriedad y nos permiten cuantificar, pero es fundamental que las víctimas se sientan acompañadas. Para eso tiene que haber una conciencia social suficiente. No podemos mirar a un lado ni ser corresponsables tratando de justificar, con distintas intensidades al agresor o agresores.

“Muy importante que se recuperen competencias en violencia de género para entidades locales”

Algunos ayuntamientos se están sumando durante la celebración de sus fiestas a la iniciativa de instalar ‘puntos violeta’ por el ocio en igualdad y como fórmula preventiva. ¿Qué le parece?

Son iniciativas interesantes que además establecen cauces de colaboración con organizaciones de la sociedad civil, sobre todo organizaciones feministas compuestas por chicas muy jóvenes, lo cual genera más empatía y ese enfoque feminista que es importante. No se contentan con ofrecer un servicio a las víctimas de agresiones sexuales sino que lo hacen desde una posición transformadora. Eso nos permitirá superar los obstáculos de los que hablamos.

Es muy importante que el Gobierno central recupere las competencias en materia de prevención de la violencia de género por parte de las entidades locales. Es un paso adelante después de este retroceso que se produjo. Se deben hacer compatibles con las de otras administraciones.

En septiembre intensificaremos los mensajes que los ayuntamientos están lanzando a lo largo del verano con una campaña que tendrá varias vías de comunicación como las misiones pedagógicas en los municipios y también en redes sociales o a través del blog 'Yo pongo el límite' que publica eldiarioclm.es .Tienen una capacidad de influencia y de penetración que no se deben desdeñar.

¿Qué espera de la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo?

Todo. A Soledad Murillo no solo la conozco políticamente sino que la admiro como feminista. Ha sido una de mis maestras. Es socióloga y profesora de la Universidad de Alcalá de Henares y para mí es todo un referente para el movimiento feminista. No podría haber persona más capaz, quizá igual pero no más que ella, al frente la Secretaría de Estado para organizar todas las políticas de igualdad y sobre todo planificar bien cómo se tiene que desarrollar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Hay un dato elocuente: en un mes desde la Vicepresidencia liderada por Carmen Calvo y desde esta Secretaría de Estado se ha hecho más que en todo el año anterior, durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Se llegó al acuerdo en el Congreso pero no ha habido presupuesto, ni reuniones para concretar el desarrollo del pacto con el enojo, perplejidad e incluso la inquietud de las comunidades autónomás.

Castilla-La Mancha va a disponer de más de seis millones de euros para la lucha contra la violencia de género tras la Conferencia Sectorial de Igualdad.

Son 200 millones de euros para el conjunto previstos dentro del Pacto de Estado contra la Violencia de género. ¿A qué los quiere dedicar Castilla-La Mancha?

La prioridad absoluta desde el principio de legislatura es la prevención. Si fuéramos más eficaces en la capacidad de actuar antes de que surja el problema, esos casos dramáticos que vemos, de los que los asesinatos son solo la punta del iceberg, no se producirían.

La prevención solo tiene un camino: la construcción de una sociedad más igualitaria e implementar enfoque feminista en las decisiones gubernamentales. Por eso estamos ultimando el II Plan Estratégico de Igualdad entre Hombres y Mujeres. Pero además tiene que haber conciencia de transformación. Hay que remover los cimientos del sistema patriarcal.

Recientemente se ha producido un encuentro de la Junta con el Ministerio del Interior para hablar, entre otras cosas, de coordinación en cuestiones de violencia de género. ¿Cómo se va a trabajar en este sentido en la región?

Hemos pasado de una Delegación del Gobierno con la que la comunicación era complicada, a otra en la que el delegado se ha puesto a disposición del Instituto de la Mujer para estrechar mecanismos de coordinación y mantener comunicación fluida.

Para luchar contra la violencia de género hay que salirse de las rigideces de las administraciones. Se ha dado un paso positivo, pero también hay preocupación por la formación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Es esencial. No se trata solo de intervenir sino de contextualizar las circunstancias en las que se produce.

Tendremos reuniones para que todos los que intervienen en el proceso dispongan de un diálogo fluido para articular medidas eficaces incluyendo protocolos y mecanismos de coordinación.

Entramos en recta final de legislatura, ¿con qué prioridades para el Instituto de la Mujer?

Una de ellas es el Plan Estratégico por la Igualdad entre Hombres y Mujeres del que le hablaba, una vez evaluados, reformulados y tenidos en cuenta los resultados del anterior plan que, por cierto, tuvo un bajo nivel de desarrollo. Se aprobó en marzo de 2011, hubo cambio de Gobierno y de su periodo de ejecución que son seis años, hubo cuatro con apenas desarrollo.

Ahora, el plan es más conciso y realista también con seis años en dos periodos trianuales que nos van a permitir un seguimiento más exhaustivo de cómo se va a seguir desarrollando. Aún así hemos dado pasos como el de crear una Comisión Paritaria en el seno de la Consejería de Hacienda para que todos los presupuestos no solo tengan informe de impacto de género, como sucede desde hace dos años, sino que desde todas las consejerías lo tengan en cuenta desde el momento en que se empiezan a gestar los presupuestos.

El otro hito es la aprobación, esperemos que por unanimidad, de la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género. Digo esperemos porque hemos escuchado posiciones discrepantes de algún grupo parlamentario, pero esta ley ha sido muy participada y aprobada por unanimidad en el Consejo Regional de las Mujeres.

¿Y espera esa unanimidad con la nueva dirección nacional del PP que ha dejado clara su postura sobre lo que denomina la 'ideología de género' para referirse al feminismo?

Los mensajes de Pablo Casado son un poco inquietantes en relación a las colectividades, cuando sabemos que la lucha por la igualdad de género no responde a las necesidades de un colectivo sino nada menos que al 50% de la población, las mujeres, y además arrastra e impregna a toda la población. El feminismo no solo es bueno para las mujeres.

Me resultan preocupantes las declaraciones en torno a la supuesta 'ideología de género'. Uno puede ser de derechas, de izquierdas, ser feminista...El machismo también un sistema ideológico en sí mismo, el imperante en todas las sociedades del mundo. Y que se hable de ideología de género, cuando el género no es sino una categoría de análisis social y se confunda la ciencia con la ideología...Responde a las dinámicas de grupos sociales, políticos, económicos ultraconservadores y no a las demandas generales de la sociedad, independientemente de cómo se sitúe cada persona en el espectro ideológico.

Espero que en el PP de Castilla-La Mancha impere el sentido común, la conciencia de transformación social y en especial la sensibilidad hacia las víctimas de la violencia de género, tanto las mujeres como sus criaturas.

Su posicionamiento hay ido variando a lo largo de los últimos meses pasando de posiciones extremistas a otras más demagógicas. Pero espero que cuando se someta a votación, se haga teniendo en cuenta lo que ha opinado la mayoría social de Castilla-La Mancha a través de los distintos procesos de participación que ha habido y siendo coherentes con el voto que emitieron en el Consejo Regional de las Mujeres.

“Espero que en el PP de Castilla-La Mancha impere el sentido común, la conciencia de transformación social y en especial la sensibilidad hacia las víctimas de la violencia de género”