Castilla y León confirma 11 casos de la variante ómicron e insiste en la vacunación y en las medidas conocidas
Castilla y León ha confirmado los primeros once casos de la variante ómicron, según ha anunciado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien ha insistido en que la Comunidad aboga por la vacunación, las medidas conocidas y la puesta en marcha de una campaña de comunicación para concienciar sobre su mantenimiento.
Casado ha finalizado la rueda de prensa tras la reunión del Observatorio de Agresiones de Castilla y León informando de estos once casos de esta variante, de la que aún no se había confirmado ninguno en la Comunidad, aunque no ha detallado dónde se han detectado dado que se ha centralizado la secuenciación.
Será la variante dominante “en semanas”
La consejera ha asegurado que cree que “en semanas” la ómicron va a ser la variante dominante como ocurrió con la delta y ha incidido en que por el momento se ha observado que es “mucho más transmisible, pero no parece que sea más letal”.
Verónica Casado ha explicado que la incidencia continúa en ascenso, tendencia que sigue en el país, y ha reiterado que la mayoría de los brotes, casi el 51 por ciento, tienen carácter familiar, seguidos de los mixtos, algo más del 20 por ciento, por lo que ha insistido en seguir protegiéndose y no olvidar en el ámbito familiar cuestiones como la ventilación y el uso de la mascarilla, algo que sí se recuerda hacer en otros entornos.
Junto a eso ha recordado que la apuesta de la Junta de Castilla y León es “vacunar, vacunar y vacunar”, algo en lo que ha insistido entre las personas de entre 30 y 39 años, a los que ha animado a hacerlo a pesar de que ya se alcanza al 79,1 por ciento de la franja de esta edad.
Aún así, la consejera ha vuelto a recordar que la vacuna “no protege del contagio”, algo que sí hacen las medidas de protección individual y colectiva, que no han cambiado nada y son la principal herramienta para frenar el virus en todos los ámbitos, por lo que ha recomendado “minimizar” el contacto social.
En este contexto, Casado ha señalado que la situación actualmente es “compleja” en las unidades de críticos, pero fundamentalmente porque se quiere “normalizar” la situación y extender las UCI sólo si es necesario y evitando “tocar” los quirófanos, cuya actividad interesa mantener, al igual que las consultas externas y las pruebas diagnósticas para atender patología no covid.
Sin embargo, ha aclarado que los datos no tienen nada que ver con primera y tercera ola tanto en ingresos en planta como en UCI, en gran parte por la vacunación, y por ello se insiste en las medidas de protección individual.
Sin descartar restricciones
En cuanto a posibles medidas si la situación siguiera empeorando, la consejera de Sanidad ha dejado claro que “en ningún momento” ha negado que se puedan poner en marcha restricciones, pero cree que ahora es momento de intentar normalizar el sistema y por el momento el comité de expertos hasta ahora mantiene en sus reuniones las conclusiones de que lo que hay que hacer es vacunar y mantener las medidas de protección.
Aún así, se continúan analizando los datos y, si en algún momento indicaran que son necesarias “más drásticas”, se tomarán, pero ha insistido en que no hay un acuerdo total a este respecto entre los expertos.
En este sentido, ha recordado que se tienen en cuenta los indicadores que se publican, tanto epidemiológicos como asistenciales, y el que más se “vigila” es el de las unidades de críticos, que ya se encuentra por encima del 30 por ciento de ocupación en la Comunidad.
En cualquier caso, Casado ha explicado que se sigue pensando que la mayor parte de las personas tienen “sentido común” y “entienden el riesgo”, pero ha advertido de que quienes enferman, incluso los vacunados, pueden ingresar, entrar en UCI o incluso fallecer.
Además, ha vuelto a explicar que las medidas restrictivas necesitarían un “paraguas global” y ha recordado que lleva pidiendo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) una ley de pandemias y medidas que permitan que en todas las comunidades se hagan lo mismo porque lo contrario “no es bueno”.
A este respecto, ha agregado que además ahora se tendría que estar muy seguro de que las que se pusieran en marcha fueran las más oportunas porque las restrictivas como el toque de queda o el confinamiento tuvieron efecto pero limitan derechos y ahora no hay estado de alarma, por lo que sería muy complejo decidir si hay una situación de riesgo, cuando considera que el Estado tenía que “tomar medidas” y que fueran “conjuntas” para todos.
En cuanto a la efectividad de algunas de ellas como el pasaporte COVID en otras comunidades, ha señalado que aunque esté “puesto en la puerta” de los establecimientos donde se ha establecido este requisito “no siempre se pide o respeta” y no está teniendo un efecto sobre la incidencia, que sigue aumentando.
Por ello, ha reiterado que hay que trabajar entre todos en campañas “en positivo”, como la que arrancará esta semana intentando motivar, explicar y tener de alguna manera la ayuda de todas las personas.
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