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El pacto PP-Vox en Castilla y León: una ley de violencia “intrafamiliar” que borra la machista y una inmigración “ordenada”

Acuerdo de Gobierno PP y VOX

Laura Cornejo

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El acuerdo entre PP y Vox para gobernar en coalición en Castilla y León se alcanzó diez minutos antes de que comenzase el Pleno de constitución de las Cortes. Un “triunfo” según ambos partidos, pero del que no desvelan detalles. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y el que será vicepresidente, Juan García-Gallardo, en rueda de prensa se han negado a responder si se incluirá una parte del programa de Vox que se hizo público el jueves y que obligaría al Gobierno a cumplir en los primeros tres meses con tres compromisos: derogar el Decreto de Memoria Histórica, colaborar con la Policía para la expulsión de inmigrantes ilegales, y reducir las subvenciones a los sindicatos y la publicidad institucional en los medios de comunicación. “Bueno ya lo irán viendo”, ha dicho Fernández Mañueco. “Lo verán en el programa”, ha asentido García Gallardo. Aunque se les ha preguntado dos veces ninguno de los dos ha concretado nada. Ni siquiera han ido más allá de confirmar que Vox ocupará vicepresidencia de la Junta y tres consejerías.

“No es casualidad la constitución de las Cortes en el día de hoy, hagan memoria, hace un año se puso la moción de censura sustentada en tránsfugas y fue el inicio de una etapa de inestabilidad en Castilla y León”, ha dicho Mañueco. “Era obligado dar voz y voto a las personas de Castilla y León, que eligieron que no hubiese tránsfugas ni pactos secretos. Es un triunfo para las personas de Castilla y León”, ha asegurado.

Para Mañueco el “objetivo” era alcanzar un acuerdo programático, del que no ha dicho nada a pesar de la insistencia de la prensa. Un acuerdo “crucial para sustentar un gobierno sólido y estable”. Según el presidente el diálogo con Vox, que en la noche del jueves aseguró que no había acuerdo, ha sido fructífero. “Hemos conciliado nuestras posiciones y modulamos posturas particulares. El acuerdo consta de 11 ejes, 32 acciones programáticas, es sólido y estable y en el plano personal coincidimos en la necesidad de un gobierno fuerte y estable, hemos puesto por encima de todo los intereses de la gente. Desterramos cualquier fantasma de repetición electoral. Tres consejerías recaerán en Vox y así como la vicepresidencia de la Junta y la presidencia del Parlamento autonómico”, ha confirmado Mañueco.

Ley de Violencia Intrafamiliar e “inmigración ordenada”

La rueda de prensa ha comenzado sin que los periodistas tuviesen el documento que recoge el acuerdo, si bien se ha facilitado al término de la misma. Lo llamativo es que mientras Mañueco y García Gallardo eludían responder sobre las exigencias que según Vox debían asumirse en el plazo de tres meses, sí se han concretado en el pacto. Castilla y León será la primera Comunidad que va a tener una Ley de Violencia Intrafamiliar, un concepto con el que Vox invisibiliza o borra la violencia de género. Aparece en el punto 10: “Aprobaremos una ley de lucha contra la violencia intrafamiliar para promover medidas preventivas y dotar de una protección adecuada a sus víctimas. Actualizaremos la normativa vigente en materia de protección para mejorar la atención a las víctimas, especialmente cuando sean menores, mayores, mujeres, personas con discapacidad o personas vulnerables, y con especial énfasis en el medio rural, garantizando la igualdad”, señala. Durante la rueda de prensa, Mañueco tan sólo ha acertado a decir que protegerá “a todas las víctimas de violencia”. “También a esa que usted me dice”, apuntó a un periodista. “¿La violencia machista?” se le repreguntó. “Sí, a esa también”, dijo sin mencionarla expresamente.

Pero es que además, aunque aparece en el último punto del pacto, el PP también claudica con otro caballo de batalla de Vox, el de la “inmigración ilegal”. En la noche del miércoles, Vox apuntaba en su propuesta para el PP como punto ineludible la “colaboración” de la Junta de Castilla y León “con la Policía en la identificación de inmigrantes ilegales para que puedan ser expulsados”. El punto se suaviza en el pacto con lo que ahora denominan una promoción de una “inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro de Castilla y León”.

Memoria histórica

Sacan la exigencia de derogar el Decreto de Memoria Histórica, pero sí aparece camuflado en uno de los ejes de gobierno: “Reivindicar nuestra historia común, entendida como elemento integrador para la reconciliación, combatiendo cualquier intento de quienes tratan de utilizarla para dividir a los españoles”. Así, el PP ha claudicado en casi todo a excepción de la intención de Vox de reducir las subvenciones a los sindicatos y la publicidad institucional en medios de comunicación.

Según García-Gallardo, el acuerdo “favorece al campo, a las familias, a la industria” y crea “un gobierno fuerte estable y duradero con una unidad de acción”. Ha recalcado que el de este jueves en “un día histórico” porque “es la primera vez” que Vox entra en un gobierno autonómico, una “alianza” que según él “dará un buen ejemplo al resto de comunidades y a la nación de lo que ocurre cuando se unen PP y Vox”.

Aunque Mañueco no ha precisado qué consejerías va a ocupar Vox, ha destacado que lo importante es el programa para desarrollar una acción de gobierno y no “el reparto de sillones”, si bien es justo eso lo que se ha acordado, repartir puestos sin concretar cuales o por qué.

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