Cáritas destina 35,5 millones de euros, su mayor dotación en años, para apoyar a 122.736 personas en Castilla y León
Cáritas en Castilla y León ha destinado 35.499.892 millones, su mayor dotación económica en los últimos años, para apoyar a 122.736 personas durante el 2021, lo que supone un aumento presupuestario de más de 437.000 euros respecto a 2020.
Este aumento se explica por la necesidad que ha tenido la organización de “paliar” las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria de la COVID-19, que ha “agravado” los niveles de exclusión social y que ha provocado un aumento de la misma en más de 100.000 personas en la Comunidad.
Así se desprende de la Memoria Regional de 2021 que la organización ha presentado este lunes en el Arzobispado de Valladolid, que ha contado con la intervención del arzobispo electo de la capital vallisoletana, Luis Argüello, y el presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Jesús Martín de Lera.
De Lera ha señalado que de esos 35.499.892 millones, 10.815.411 lo son de fuentes públicas, mientras que lo restante ha provenido de fuentes privadas, de manera que con esta aportación Cáritas ha podido atender durante el pasado año a 65.535 personas y se han visto beneficiadas 122.611.
En este sentido, ha asegurado que la pandemia ha provocado un aumento de la exclusión social de 101.000 personas (un 31,1 por ciento con respecto a 2018) en la Comunidad, y de 79.000 (54.1 por ciento) personas en el grado más severo, según el informe Foessa presentado en el mes de marzo.
Por esta razón, el trabajo de las once Cáritas Diocesanas (Astorga, Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Osma-Soria, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora) ha sido “crucial” para reducir este impacto, en un año que “ha supuesto un desafío para los más de 4.000 voluntarios y 800 trabajadores de la entidad en Castilla y León, que han actuado juntos bajo el lema '75 años de amor a los demás', para conmemorar el aniversario de la lucha de Cáritas por una sociedad más justa”.
Argüello, por su parte, ha resaltado una “preocupación” que tiene la organización, y es la “importancia” del tiempo dedicado, en tanto en cuanto es la “verdadera seña de identidad de Cáritas y también su preocupación”, y ha reconocido que lo que “necesitan este tipo de organizaciones es el tiempo de calidad para apoyar a las personas que lo necesitan, a través de la mano de voluntarios y personas que se ofrezcan a ayudar a los demás”.
“Las dificultades que se están viendo estos meses van a crecer”, ha asegurado, y pese a que “no quiere ser profeta de calamidades”, ha adelantado que “se viene encima un gran problema para la sociedad”, en relación con el aumento del coste de la vivienda, los problemas de inserción laboral para los jóvenes o las consecuencias que tenga el conflicto bélico ruso-ucraniano.
Realidad de la exclusión social
El máximo responsable de Cáritas en la Comunidad ha destacado algo que ha tenido “repercusión estos meses y que es donde se apoya gran parte de la labora de la entidad”, el informe Foessa que se presentó en mayo y que “ha venido a representar una realidad, y es que se ha constatado el crecimiento del número de personas en exclusión social en la Comunidad castellanoleonesa, una situación que se ha visto agravada por la pandemia”.
Esto establece que la situación que se vive, derivada de la guerra en Ucrania y la situación sanitaria, así como todo lo que tiene que ver con la inflación, “sitúan en un escenario muy difícil para mucha gente, que por ello acude a solicitar ayuda a Cáritas, por esta razón a la hora de presentar la memoria se ven unos datos preocupantes”.
Para responder a esta situación, la organización religiosa ha apoyado al mencionado número de personas, pero “va más allá de las cifras, ya que De Lera ha señalado que detrás de los números hay rostros con nombres y apellidos, por tanto no se habla de cifras sino de personas concretas que están sufriendo”.
Esto ha supuesto un “desafío” para los más de 4.000 voluntarios y para los 800 trabajadores de la organización en la Comunidad Autónoma, que han llevado de “forma generosa y entregada” la atención hacia estas personas “desde la visión cristiana, mostrando el amor y la solidaridad privilegiada de la que goza Cáritas”.
Brechas de exclusión tras la pandemia
El presidente también ha abordado la cuestión del aumento de la brecha de la pobreza, de género y laboral en el ámbito autonómico, dado que junto a la brecha de género y la de nacionalidad de origen, que se han hecho “más profundas” en la pandemia, Cáritas trabaja a través de sus programas la brecha de la edad como “causa de vulnerabilidad social”.
Los programas de vulnerabilidad buscan que todas estas personas cuenten con la protección necesaria para que no caigan en la exclusión social y, con el fin de evitarlo, la entidad atendió a cerca de 10.000 personas vulnerables, lo que supuso un aumento del presupuesto con respecto al año anterior de más de 200.000 euros en esta materia.
Asimismo, De Lera ha asegurado que las personas jóvenes cada vez se encuentran “con más dificultades para dar el salto a la vida adulta”, algo que “les preocupa, ya que se ha constatado el incremento de la tasa de exclusión entre los menores de 30 años, lo cual configura un reto para las Diocesanas, que quieren poner freno a la transmisión intergeneracional de la pobreza”.
En este sentido, la precariedad laboral, de acuerdo con los datos presentados por Cáritas, se ha duplicado y alcanza a más de 79.000 hogares en Castilla y León (11 por ciento).
“La memoria constata que hoy en las comunidades hay trabajadores pobres”, ha recalcado De Lera, para después recordar que el pasado año la organización acompañó a 9.573 personas en su proceso de búsqueda de empleo a través de tres ejes de actuación: orientación, formación e intermediación.
El programa de Acogida y Asistencia, por su parte, ha sido “fundamental en la actividad durante el 2021, en el que se destinaron cerca de seis millones para atender a 30.314 personas, de manera que fue el programa con mayor número de personas beneficiadas.
Cuidado a los mayores
En relación con el sector poblacional más envejecido y que “ha sido el que más ha sufrido la pandemia”, el documento contempla que, “a pesar de que se ha dejado atrás la etapa más dura para los mayores, hay preocupación por el camino que queda por recorrer en una Comunidad Autónoma envejecida”.
Los 14 centros residenciales de Cáritas, que han sido los “grandes afectados” por este virus, atendieron a 1.417 personas en 2021, gracias a una dotación económica cercana a los once millones.
“Si se mira adelante, se plantean retos como la adaptación de los mayores a una sociedad cada vez más digitalizada a través del acompañamiento y el amor”, ha añadido el presidente.
Por último, ha detallado algunos temas que “preocupan a la organización”, como son el hecho de que algunas familias han acudido a Cáritas “de nuevo o con mayor intensidad” debido al aumento de los precios, por lo que se puede hablar de una “cronificación de las dificultades experimentadas a causa de la crisis sanitaria”.
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