El acusado de matar a su perro Cooper confiesa que le metió un trapo hasta la tráquea
El militar informático Luis E.M., acusado de causar la muerte de su perro 'Cooper' a finales de agosto de 2018, se ha declarado culpable de haber introducido un trapo en la boca del animal que le taponó la tráquea y provocó su muerte por asfixia, hecho que ha quedado visto para sentencia, por fin, tras la celebración de un juicio que había sufrido hasta la fecha tres suspensiones anteriores.
La vista oral se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid, donde tanto Luis E.M. como su ahora exmujer, Raquel F.R, se han acogido a su derecho de no declarar, si bien el primero tanto solo ha tomado la palabra para reconocer su culpa y la segunda para declararse inocente, ya que las acusaciones populares personadas en la causa, Defaniva y Libera, también responsabilizan a ésta de lo ocurrido por el “pacto de silencio” que le llevó a encubrir a su pareja.
Aunque la data de la muerte de 'Cooper' se sitúa a finales de mayo de 2018, el esqueleto del cachorro de seis meses, sin apenas tejidos blandos ya y en muy avanzado estado de descomposición, fue descubierto tirado en el suelo de la cocina de pareja, en Santovenia de Pisuerga, el 29 de agosto de ese mismo año tapado con plásticos, una manta y un edredón.
Así lo pudieron constar, atónitas, la entonces presidenta de la asociación Defaniva, Tatiana D.B, y la voluntaria Isabel H.P, quienes acudieron al domicilio de la pareja tras ser alertadas de que el can que le habían dado en adopción cinco meses antes había dejado de ser visto por Santovenia.
La presidenta de Defaniva ha recordado que fue la propia hija de los acusados, de ocho años, la que contó la triste suerte que había corrido 'Cooper'.
“La pequeña tenía ganas de contarlo y enseguida nos dijo que 'precioso' estaba muerto en la cocina”, ha apuntado Tatiana D.B, quien ha precisado que entonces la madre de la niña, Raquel, se puso un poco nerviosa y les pidió que llevaran una caja. Dicho y hecho. La voluntaria fue a por una caja de cartón y al regresar al domicilio de los acusados recibió el encargo de la presidenta de Defaniva de llamar a la Guardia Civil porque el cadáver del animal, casi momificado, yacía tirado en el suelo de la cocina.
Su padre “pegaba mucho y muy fuerte” al cachorro
En las primeras conversaciones con la niña, antes de que el padre llegara al domicilio avisado por la Guardia Civil, la voluntaria de Defaniva recuerda que la pequeña les confesó que su progenitor “pegaba mucho y muy fuerte” al cachorrillo, algo que la presidenta de la asociación, tal y como ha apuntado en su declaración ante la sala, le provocó tal impacto que, “sobrepasada”, le llevó finalmente a dejar el cargo tras siete años al frente del mismo.
Una vez expuestas las testificales y la pericial de la médico forense, quien ha ratificado que el militar acusado padece un Trastorno Explosivo Intermitente (TEI) que dificulta el control de sus impulsos ante situaciones estresantes, la fiscal del caso ha acordado rebajar de un año a ocho meses la petición de cárcel para Luis E.M. y de tres años a dos y medio la inhabilitación para ejercer profesión, oficio o comercio relacionado con los animales.
La acusadora pública, que no pide pena para la ahora exmujer, ha justificado la rebaja solicitada para el militar--es informático en la base de El Empecinado, en Santovenia--en el trastorno que padece y que “disminuye las bases de su imputabilidad”, mientras que las defensas han solicitado un fallo absolutorio, en el caso de la representante de Luis por entender que el TEI que sufre debe ser estimado como eximente completa de trastorno mental transitorio.
Absolución o trabajos para la comunidad
De forma alternativa, la letrada de Luis E.M. ha pedido entre 89 y 45 días de cárcel a sustituir por trabajos en beneficio de la comunidad.
Por su parte, las acusadoras populares, Defaniva y Libera, han mantenido su solicitud de tres años y ocho meses de cárcel para el militar por un delito continuado de maltrato animal y otro de maltrato con resultado de muerte, mientras que en el caso de su exmujer, a la que inicialmente pedían idéntica condena, han rebajado la pena tras ser informadas de que en la sentencia de divorcio se acredita que Raquel sufría violencia por parte de su entonces pareja.
Por ello, ambas acusaciones han solicitado una rebaja al entender que la responsabilidad de Raquel pudo estar atenuada por el miedo que le infundía su pareja y que pudo impedir que denunciara el maltrato recibido por el can.
En lo que también han coincidido las representantes de Defaniva y Libera--añaden la inhabilitación de Luis por cuatro años y medio para profesión, oficio o comercio relacionado con animales--es a la hora de impugar la valoración psiquiátrica sobre el militar por “retrospectiva”, efectuada por la forense dos años después de los hechos, y también el informe de Proyecto Hombre sobre los problemas del presunto maltratador con el alcohol.
Para las acusadoras, el propietario de 'Cooper' se encontraba con sus facultades plenas, volitivas y cognitivas, e igualmente han censurado que el informe sobre su estado por parte de la base El Empecinado y que utilizó la forense en su pericia complementaria no hubiera sido puesto en manos de las letradas con el fin de poder encargar una “contrapericial”.
Con carácter previo a la celebración del juicio, así como durante el mismo, más de una decena de personas se ha concentrado ante las puertas del Edificio de los Juzgados junto con sus mascotas con el fin de apoyar a las dos asociaciones animalistas en su solicitud de justicia para 'Cooper'.
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