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La N-II se despide de los camiones en el tramo de Girona

Esta imagen, de camiones cruzando la N-II a su paso por Bàscara, forma ya parte del pasado para del pueblo. . /CARMEN SECANELLA

Pau Rodríguez

La noche ha sido larga en Bàscara. Ayer a las 00.00 h todos los vecinos descorcharon las botellas de champán que desde hace 80 días tenían reservadas para la ocasión. Hoy probablemente los críos cruzarán el paso de peatones para ir al colegio sin temor. Ya no van a pasar más camiones de gran tonelaje por la N-II en toda la provincia de Girona, algo que en Báscara, pueblo partido por una de las carreteras con más densidad de tráfico de España, sabe a victoria.

La Generalitat, el Ministerio de Fomento y Abertis, propietaria de la AP-7, la autopista que avanza en paralelo a la nacional hacia la frontera con Francia, confirmaron el lunes su acuerdo de veto de los camiones a partir de este viernes. Esta era, ni más ni menos, la reivindicación de los vecinos de Bàscara, que venían cortando el tráfico de la carretera dos veces al día, sin excepción, desde que una vecina -una más- murió al chocar su turismo con un tráiler hace exactamente 80 días.

De ahora en adelante, los camiones de más de cuatro ejes deberán circular por la AP-7 justo en el tramos entre los pueblos de la Jonquera y Maçanet de la Selva. Entre la Administración y Abertis se sufragará una parte del peaje que deban pagar los camiones obligados a desviarse hacia la autopista -un 35% del precio si cruzan todo el tramo; un 50% si el trayecto es interno- y los Mossos d'Esquadra vigilarán que se cumpla la disposición, bajo multa de 500 euros. Hasta el domingo, la Generalitat ha anunciado que llevará a cabo una campaña informativa a base de repartir 50.000 folletos.

“Habremos hecho justicia”, declara Pere Tubert, vecino del pueblo y muy activo en las concentraciones, orgulloso de que sus paisanos hayan sabido “canalizar de manera cívica” lo que reconoce que empezó como una “protesta visceral”. Bàscara se ha convertido en el símbolo de la lucha, pero el sentimiento de hartazgo es generalizado en todos los pueblos de la zona. Tras 20 años de promesas incumplidas en relación al desdoblamiento de la vía -sólo se ha ejecutado un 8% de las obras del tramo- ya nadie se toma en serio al Ministerio de Fomento, aunque justo ahora haya licitado el proyecto de ampliación de 26 quilómetros más.

Con esta medida la N-II se convertirá en una vía de uso más vecinal, y relajará en un 40% su densidad de tráfico, que es lo que correspondía a los camiones. Actualmente pasan por la N-II 22.000 vehículos al día, una frecuencia muy elevada al tratarse de una vía de un solo carril por sentido. Por ejemplo, la autopista que cubre el mismo trayecto cuenta 44.000 vehículos diarios, pero con tres carriles por banda.

Sin los camiones reducirá también la cifra de accidentes, el gran drama de pueblos como Báscara, donde no hay vecino que no haya perdido a un familiar o amigo en el asfalto. El servicio de tráfico de la Generalitat calcula que en 6 de cada 10 accidentes mortales en esta vía se ve implicado un camión. El año pasado murieron 14 personas y 22 resultaron heridas.

Pero parece que hay luz al final de la N-II. En Bàscara preparan este mediodía una paella para todo el que quiera celebrarlo. Y Tubert asegura que, dentro de unos días, seguirán trabajando para procurar mejoras en la carretera, a su juicio todavía muy deteriorada. Lo que no saben todavía es si estas mejoras pasan por el tan prometido desdoblamiento. Sobre el veto a los camiones el clamor era unánime, pero no sucede lo mismo con la ampliación de la carretera. Más bien lo contrario. Cada vez son más personas las que se oponen. “Desdoblar la N-II es irracional porque solo a 200 metros tenemos una autopista con seis carriles”, argumenta Tubert.

Este viernes se presenta como una jornada cargada de emociones, pero no todos compartirán la alegría. Almenos un colectivo, el de los camioneros, se opone a la medida porque considera que le hacen pagar los platos rotos por unas responsabilidades que deberían recaer en la Administración. Para visibilizar su malestar han convocado mañana en paralelo una protesta a pie de peaje, en Maçanet de la Selva.

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