Uno de los cambios más profundos en la manera de hacer la guerra desde que se inventó la pólvora, el radar o el avión, está siendo el uso creciente de robots en el “campo de batalla”. A principios del año 2000 el ejército no iba acompañado de ningún robot, desde entonces el ejército de los EEUU tiene más de 7.000 aeronaves no tripuladas “drones” ( abejorros ) y más de 15.000 vehículos de tierra inventariados; encargándose de misiones que van desde buscar miembros de Al Qaeda en Pakistán, Afganistán, Yemen, Somalia, etc, disparando misiles a supuestos terroristas, a procesar información, etc. Estos drones han sido utilizados para encontrar la casa de Osama bin Laden, antes de que los marines en su famosa misión lo mataran, o asesinar a otros supuestos terroristas.
La utilización de aviones no tripulados (UAV en inglés) en misiones de ataque, ya es una realidad, son un instrumento más de las fuerzas armadas. Estos aparatos van equipados con sofisticados sensores, pueden ser invisibles a los radares, tienen visión nocturna, pueden ver de día y de noche, con lluvia, sol o nubes y no se cansan ni se aburren trabajando. El modelo Reaper es un dron inteligente que puede despegar, volar por sí mismo o aterrizar solo, sin la intervención humana, es decir es un avión con muchas funciones autónomas del ser humano; estos drones van dotados de múltiples videocámaras de gran potencia que les permite ver cuando los enemigos encienden un cigarrillo o van al baño, de modo que el militar ve en directo el objetivo y toma la decisión sobre el momento más idóneo para lanzar un misil contra el presunto enemigo o terrorista.
En los últimos años se han desarrollado varios modelos de drones, pequeños, grandes, muy grandes, con misiles, sin misiles, para espiar, para disparar, etc. Pero hace pocos días la empresa Boeing ha anunciado que está trabajando para reconvertir el avión de caza F-16 en un avión no tripulado QF-16; la empresa considera que se podrían reciclar los 120 F-16 de que dispone el ejército estadounidense en aviones no tripulados ya que este avión es ideal para ataques en territorio enemigo y misiones peligrosas en las que no se quiere arriesgar la vida de los pilotos. En la misma dirección la empresa Sikorsky ha anunciado que está trabajando para que los helicópteros Black Hawk puedan ser comandados de manera autónoma y por medio de un ordenador, es decir, sin pilotos. En definitiva se ha abierto una nueva línea de trabajo en las empresas aeronáuticas, reciclar los aviones militares de combate tradicionales en versión “dron” o aviones no tripulados. Ambas empresas afirman que esta versión de cazas permitirá arriesgar más en la misión ya que no hay peligro para la vida del soldado.
La importancia de los drones o los aviones no tripulados en una operación militar radica en que al no estar tripulados por una persona, no hay riesgos para la vida de los pilotos, el uso de los drones en ciertas operaciones responde a demandas de los políticos que piden a los militares que diseñen intervenciones bajo la doctrina de “cero muertos”; para un político es más fácil enviar robots al combate que no enviar soldados y luego tener que recibir los cadáveres y hacer una carta de pésame a la familia.
Esta nueva generación de armas parten de la premisa de disminuir la muerte de soldados en combate, que no significa que mueran menos civiles en las guerras o que mueran menos personas por ataques de robots que por armas convencionales. El uso de robots en combate eliminará el obstáculo político de hacer la guerra, evitará al político asumir ante la sociedad lo que representa el regreso de los cadáveres. Con los robots eliminamos la distancia física y emocional del campo de batalla. Los robots representan la cultura del low-cost para los políticos ya que disminuyen el coste político, la carga moral y ética de hacer la guerra.
Adiós a las armas nace con el objetivo de contribuir a la construcción de un mundo más seguro, a través de la cultura de paz y el desarme, desde la investigación y difusión de los efectos perversos del militarismo y el armamentismo, prestando especial atención al comercio de armas, la financiación de las armas, el gasto y presupuestos militares, las fuerzas armadas, la industria militar, la Investigación y Desarrollo (I+D) de armamento, las operaciones militares en el exterior, con especial atención en el Estado español; también hacemos análisis de conflictos armados, el militarismo y armamentismo mundial y de las doctrinas de seguridad y defensa de España, la UE y la OTAN.
Adiós a las armas es un blog coral en el que escribimos investigadoras y colaboradoras del Centro Delàs de Estudios por la Paz, pero dónde también se pueden encontrar artículos firmados por autoras que hacen una lectura de los conflictos y las relaciones internacionales incorporando un análisis crítico desde la cultura de paz y la no-violencia.
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