Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Badalona incumple la normativa laboral con trabajadores a más de 30 grados: “Hemos normalizado pasar calor”

En las oficinas del Edificio del Viver de Badalona trabajan al menos 500 empleados de la plantilla municipal, que se han visto afectados por las deficiencias del sistema de climatización.

Carla Quintana

2

Sudar delante del ordenador no es una situación desconocida para los trabajadores municipales de Badalona. Un año más, las temperaturas se han disparado por encima de los 30 grados en al menos una decena de infraestructuras de la ciudad, lo que afecta a la comodidad y la salud de aproximadamente 600 ocupados de los 1.059 empleados que hay en la plantilla de la administración local, según explica Gloria Ortega, delegada de prevención de CCOO en el Ayuntamiento de Badalona.

Estas temperaturas, además, incumplen la normativa de prevención de riesgos laborales que establece que el ambiente del lugar de trabajo debe estar entre los 17 y 27 grados.

“Hemos normalizado el estrés térmico de pasar frío en invierno y calor en verano”, asegura Ortega, quien reivindica que hace falta inversión en nuevos sistemas de climatización, no continuar reparando equipos que ya son “antiguos e ineficientes”. La ciudad de Badalona se enfrenta a un problema crónico de mantenimiento que perjudica hoy en día a equipamientos públicos como oficinas, escuelas, polideportivos, bibliotecas, piscinas e incluso la comisaría de la Guardia Urbana.

Al respecto, los sindicatos locales IAC-CATAC, SIP-FEPOL, UGT y CCOO se vieron forzados a reportar de nuevo la gravedad de esta situación ante Inspección de Trabajo. “Es responsabilidad del Ayuntamiento de Badalona garantizar la salud en el puesto de trabajo y la correcta prestación de los servicios a la ciudadanía”, alegaron el 20 de julio en una queja conjunta a la que ha podido acceder elDiario.es, la cual también sugería un plan de choque con soluciones urgentes. 

Como respuesta a la queja sindical, fuentes del consistorio explican que se ha iniciado una fase de auditoría para conocer la situación exacta de estos edificios y solucionar todas aquellas carencias que se detecten. El Ayuntamiento también ha actuado rápidamente para reparar la climatización del Edificio del Viver, donde trabajan al menos 500 personas de la plantilla municipal. No obstante, el sistema de aire acondicionado volvió a fallar de nuevo a finales de julio, según indican fuentes sindicales. 

Las entidades demandantes exigen medidas extraordinarias que aborden de forma definitiva estas deficiencias estructurales. “No puede ser que la Administración siga poniendo parches: estufas en invierno y pingüinos de aire en verano”, objeta la delegada de prevención de CCOO en el Ayuntamiento de Badalona.

Por su parte, el consistorio badalonés tampoco ejecutará este verano las actuaciones completas que propone el Plan Local de Adaptación al Cambio Climático (PLACC), para el cual el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) contemplaba la creación de itinerarios climáticos, el establecimiento de una red de puntos de agua, el incremento de la masa de verde urbano y, en general, la identificación de posibles nuevos refugios climáticos.  

La ínfima novedad que ofreció el gobierno municipal al PLACC en 2022 fue la entrada del parque de Can Solei i Ca l’Arnús en la red intermunicipal de refugios climáticos de la provincia de Barcelona. Se trata de un espacio ajardinado de 95.000 metros cuadrados para una ratio de 223.506 habitantes. La selección única de este parque deja entrever tanto la indisposición de edificios municipales debidamente climatizados, como la falta de otras zonas verdes que sirvan para este propósito.

Los refugios climáticos que propone el AMB también pueden ser los interiores de equipamientos públicos como bibliotecas, polideportivos o centros cívicos. El motivo que explica que en Badalona no haya ninguno de este tipo responde a los problemas de mantenimiento que persisten en las instalaciones de la ciudad desde hace décadas. 

“La biblioteca central de Can Casacuberta debería ser un refugio de referencia para la ciudadanía”, expone Núria Sabaté, portavoz de Can Casacuberta Oberta. La representante de esta plataforma de organización ciudadana critica que la biblioteca principal de la ciudad estuvo más de 1.100 días cerrada por afectaciones integrales en la climatización. De hecho, la sala infantil del recinto sigue clausurada por el mismo problema.

Después de más de tres años, las circunstancias de Can Casacuberta siguen sin ser dignas porque el aire acondicionado no funciona, ya que los filtros de ventilación no fueron sustituidos durante las obras de reparación integral del sistema de climatización. “Los técnicos de la biblioteca pueden seguir trabajando gracias a los ventiladores, pero no es un espacio óptimo para los usuarios”, asegura Sabaté.

Urgen medidas contra la emergencia climática

El recién estrenado gobierno del PP en Badalona todavía está confeccionando un Plan de Emergencia de Olas de Calor para así definir de cara al año que viene la configuración y ampliación de los refugios climáticos. Desde el consistorio defienden que mientras trabajan en “la catalogación de más equipamientos que puedan reunir los estándares de confort climático”, la ciudadanía también tiene a su disposición otros parques, bibliotecas o playas.

Ante la insuficiencia de la oferta municipal, Francesc Alfambra, presidente de la asociación Els Verds de Badalona, considera que se podrían haber promocionado más espacios verdes como refugios climáticos de tipo forestal. “Pero ciertamente, muchos de estos parques están degradados y desprovistos de masa arbórea”, apunta Alfambra, quien califica de “indigencia política” la catalogación que presenta Badalona a la red metropolitana de refugios climáticos. 

El Ayuntamiento de Badalona aplazará un año más el conjunto de medidas que el AMB preveía ejecutar de forma inminente dentro del marco del PLACC. Las acciones que plantea el PLACC, entre las cuales se sitúa la red de refugios climáticos metropolitanos, ya empezaron a activarse en verano de 2021 para dar respuesta a las consecuencias de la emergencia medioambiental, pero también a la pobreza energética. En 2020, un 9,4% de los hogares catalanes no tenían la capacidad de costear el uso de calefacción o ventilación, mientras que en 2022 esta cifra ha aumentado al 19%, alcanzando así el máximo histórico registrado hasta la fecha.

Las familias que sufren pobreza energética en Catalunya se han duplicado en los últimos dos años, según indica la última Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). De esta situación, se deriva la responsabilidad política por aumentar el número de refugios climáticos en ciudades densamente pobladas como Badalona, puesto que aquí los refugios existentes tan solo alcanzan al 18,7% de la población más vulnerable.

Hay municipios como Barcelona que consolidan, año tras año, su compromiso por paliar los efectos de la crisis climática en la salud y economía de las personas. Este verano, la capital catalana ha ampliado la identificación de refugios climáticos hasta 224, por lo que el 97% de sus residentes dispone de uno a un máximo de 10 minutos a pie desde su domicilio.

En la misma línea avanzan localidades con un número de habitantes similar a Badalona: l'Hospitalet de Llobregat ofrece 12 refugios climáticos. Incluso localidades vecinas como Santa Coloma de Gramenet o Tiana, con menos densidad de población, disponen de 4 y 5 equipamientos climáticos respectivamente y, en su mayoría, climatizados.

Edificios municipales sin climatización

Frente a la falta de infraestructuras municipales debidamente climatizadas, el Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya abrirá bajo su titularidad un par de locales que actuarán en calidad de refugios climáticos en los casales cívicos de Juan Valera y Nueva Lloreda, pero solo será durante 4 días: del 28 al 31 de agosto. 

Can Casacuberta será la única biblioteca que abrirá durante el mes de agosto y lo hará exclusivamente en horario de mañanas, pero sin aire acondicionado para sus usuarios. “Hay una falta de inversión en recursos y personal que no se corresponde con los planteamientos del Plan Municipal de Servicio Bibliotecario 2011-2025”, sentencia Sabaté, quien espera que el gobierno municipal resuelva definitivamente las deficiencias de la biblioteca central antes de que finalice 2023. 

Las quejas sobre la inoperancia municipal en materia de climatización se extienden a lo largo y ancho de la plantilla que trabaja en los edificios de la Administración. Dadas las circunstancias, y considerando el acecho de futuras olas de calor, los sindicatos reclaman un plan de choque al Ayuntamiento con medidas urgentes y extraordinarias para asegurar el bienestar laboral de la plantilla y la adecuada provisión de servicios a la población. Puesto que la situación no es nueva, las entidades demandantes ya la han denunciado repetidamente ante la Inspección de Trabajo, también este 2023.

Sin refugios climatizados, pero con otras alternativas

Vecinos y vecinas de Badalona cuentan con centros comerciales como el Màgic o el de Montigalà para poder refrigerarse ante los días más cálidos.

Cabe mencionar, pues, que las playas de la ciudad también pueden ser las mejores aliadas contra el calor, ya que se llenan hasta altas horas de la noche y, en ocasiones, incluso dificultan el trabajo a los servicios de limpieza. No obstante, Alfambra alerta de que la playa está en regresión constante y algunos tramos del litoral badalonés, como la playa de Barca María o La Mora, ya son inexistentes, por lo que resulta necesario impulsar medidas de renaturalización para preservar el oasis marítimo no solo de la pérdida de arena, sino también de la contaminación que sufren sus aguas

El ecologista de Els Verds de Badalona enfatiza la importancia de concienciar públicamente acerca de los beneficios del urbanismo verde, para así asegurar una mejor salud en las personas ante la implosión de futuras olas de calor. “Plantar más árboles o permeabilizar los suelos permitirá disminuir el efecto isla de calor en las ciudades”, asegura Alfambra, quien responsabiliza al consistorio de vivir de espaldas a las recomendaciones climáticas y seguir perpetuando “la política del tocho y el asfalto”.

Etiquetas
stats