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Tras La Manta denuncia que detrás del juicio a Garganté está la discriminación a los manteros

Tras La Manta denuncia la persecución de los manteros en Barcelona

Yeray S. Iborra

El colectivo en defensa de los manteros, Tras la Manta, explica en un comunicado que, detrás de la denuncia por parte de un médico a Josep Garganté por una supuesta coacción para cambiar un informe médico el 23 de marzo, se esconde un intento por parte de los poderes fácticos de Barcelona de “criminalizar la lucha de los trabajadores precarios, excluidos por la Ley de Extranjería y de las personas que apoyan su lucha”. En el mismo comunicado se destaca que la presencia de un Guardia Urbano en la declaración del mantero herido incumple el derecho a la intimidad y la confidencialidad que recoge la Carta de Drets i Deures de la ciutadania en relació a la Salut i l'Atenció Sanitària, de la Generalitat de Catalunya.

“Las dos personas presentes [Josep Garganté de la CUP y un miembro de Tras La Manta] no pidieron que el médico manipulara el informe, sino que cumpliera con la ética profesional haciendo constar la versión del paciente en condiciones de privacidad, sin la presencia (y por tanto la intimidación) de agentes de la Guardia Urbana durante su declaración”, destaca Tras La Manta; un relato en relación a la grabación difundida por El Periódico el pasado jueves 7 de abril.

Precisamente, dicha grabación también es objeto de crítica por parte del colectivo, que considera que vulnera el derecho a la intimidad de las dos personas —el regidor Josep Garganté y un miembro de Tras La Manta— que hablaron con el profesional médico. El de la intimidad no es el único derecho vulnerado según Tras La Manta, ya que la presencia de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona en el CAP de Pere Camps durante la declaración de lesiones de un mantero herido, supuestamente después de una persecución de la Guardia Urbana, también sería una falta a la intimidad y confidencialidad. “La presencia de un agente sólo puede responder a la lógica intimidatoria”, añade el comunicado.

“Es francamente preocupante que la presencia de los agentes de la Guardia Urbana haya sido aceptada como algo normal por parte del médico”, informa el comunicado. Desde el colectivo lamentan que nada de esto sea sorprendente, ya que “todo vale a la hora de criminalizar las personas más vulnerables de la ciudad”; una criminalización que empieza por la decomisación de material “legítimamente comprado” y la identificación de las personas que “cuestionan las intervenciones policiales y defienden a los manteros”, destaca Tras La Manta. Una de estas personas es Josep Garganté, que acudió a Pere Camps a petición del colectivo para hablar con el médico para cambiar el informe policial y que ahora se enfrenta a un juicio el próximo 22 de abril. La denuncia la interpuso el profesional, supuestamente, incitado por la misma policía.

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