Las críticas internas fuerzan al Hospital de Bellvitge a rectificar el plan de no contratar a residentes por huelguistas
Conato de conflicto en el Hospital de Bellvitge, uno de los mayores hospitales catalanes, por la negativa del centro a contratar a médicos residentes que habían participado en la histórica huelga del pasado mes de septiembre. Las críticas internas han forzado a la dirección del hospital a rectificar su plan inicial de no contratar a residentes por huelguistas, si bien los afectados todavía no saben formalmente si serán contratados.
El enfado por la negativa de la dirección a contratar a sanitarios huelguistas llegó incluso a escalafones sanitarios superiores. En una carta, a la que ha tenido acceso elDiario.es, el jefe de Medicina Interna, Xavier Corbella, y el de Enfermedades Infecciosas, Jordi Carratalà, denunciaron que la dirección del centro decidió la pasada semana no contratar a médicos residentes de quinto año como “castigo” por haber participado en la huelga con la que los residentes expresaron su indignación por la precariedad y las duras condiciones laborales que viven.
Los médicos aseguran en la misiva, dirigida a la directora del centro hospitalario, Cristina Capdevila, que están “en estado de shock” por el hecho de que hayan decidido no contratar a dos jóvenes profesionales que terminaban su residencia este mes de mayo y en los que ellos, responsables directos de su trabajo, confiaban plenamente. “No compartimos en absoluto la decisión tomada, que con toda seguridad no pasa en ningún otro hospital”, concluye la carta, que relata esos dos casos.
Tras recibir la llamada de este diario para recabar la versión del centro, un portavoz oficial del Hospital de Bellvitge ha desmentido la carta de los dos jefes de servicio, la ha vinculado a un posible “malentendido” y ha asegurado que los médicos residentes serán contratados. Con todo, uno de los sanitarios afectados ha explicado en la mañana de este miércoles que todavía no había recibido ninguna comunicación oficial respecto a su contratación.
Fuentes cercanas a los médicos residentes lamentan que la rectificación del hospital “no cambia la situación de los residentes y la vulneración de derechos”. “Además de rectificación, tendría que cambiar algo más”, aseguran. “Es una dirección con talante dictatorial”, afirman otras fuentes conocedoras del caso que niegan que haya habido ningún malentendido y sí un cambio de parecer por la presión interna.
En un correo electrónico del pasado miércoles 5 de mayo que también obra en poder de esta redacción, la secretaria de subdirección médica comunicó a Carratalà que autorizaba la contratación del residente de quinto año tras la finalización de su periodo MIR por indicación de la doctora Evelyn Shaw. Un día después, sin embargo, el mismo Carratalà recibiría sorprendido una llamada en la que se le explicaba que la contratación no se haría efectiva como “castigo” por la participación de ese residente en la huelga, aludiendo a una “falta de compromiso institucional”, tal y como explica la carta y como han confirmado a este diario otras fuentes conocedoras cercanas del caso.
En el segundo caso, el doctor Corbella propuso a la doctora Shaw a otra residente de quinto año para cubrir las guardias de Medicina Interna y la subdirectora respondió que “lo tenían que hablar”, relata la misiva. La médico en cuestión le explicó el martes por la mañana a su superior, el doctor Corbella, que la propia doctora Shaw le comunicó, al cruzarse con ella por las escaleras y con otra doctora como testigo, que no se autorizaría su contratación como “castigo por huelguista”.
Los firmantes recuerdan en la carta que el paro era una “huelga legal a nivel de todo el Estado” y con participación masiva, y que los residentes “han tenido un compromiso institucional indiscutible y evidente en la atención a los pacientes con COVID-19 a lo largo de todos estos 14 meses de pandemia, ofreciéndose en todo momento al saber que eran los médicos de edad más joven”. “Los residentes que ahora acaban han hecho cinco años de residencia impecables”, añaden.
Los MIR catalanes desconvocaron la huelga el 22 de octubre del pasado año después de doce días de paros a lo largo de un mes tras un acuerdo que calificaron como “histórico”, en el que se ponía un límite de 48 horas de trabajo semanales y un máximo de cuatro guardias al mes. Se garantizaban también mayores periodos de descanso mínimo y un aumento de suelo desde el primer año y que aumentaría por cada año de residencia.
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