Puente de la Constitución (o de la Purísima). Crisis galopante. Las salas de cine compiten por atraer a todos esos espectadores que no pueden salir de minivacaciones con el grito de las últimas superproducciones, del 3D, de los vampiros, de las increíbles imágenes de Lo imposible… El Aribau, sin embargo, tiene esta noche en cartel (a las 22h.) West Side Story. ¿Una versión moderna del clásico? No. West Side Story sólo hay una: la de los 10 oscars, el musical de 1961, dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins y con Natalie Wood y Richard Beymer. La misma cinta con la que, el 7 de diciembre de 1962, hace hoy 50 años, abrió las puertas este cine.
La reposición, en versión original con subtítulos, como entonces, es un homenaje por el medio siglo de vida del cine de la calle Aribau, una de las salas cinematográficas más antiguas de España y de Europa. Junto con el histórico cine Cervantes de Sevilla y alguno más –pocos-, el Aribau se ha ido quedando como último testimonio de un tiempo glorioso para el cine. Las grandes salas fueron cerrando paulatinamente (Savoy, Fantasio, ABC, Astoria, Vergara…) o se reconvirtieron exclusivamente en teatros (Tívoli, Coliseum…). El Aribau sigue ahí, junto a la plaza Universitat, con sus 1.174 butacas, ofreciendo los grandes estrenos mundiales.
Pere Balañá, nieto del fundador del cine, del Grup Balañá, asume que el momento para las salas exhibidoras de cine es crítico: “La crisis llega cuando llega y no le podemos hacer nada”, comenta. “El mercado español ha bajado desde 2004 de unos 130 millones de espectadores a unos 100 millones, calculo, en este 2012”. El modelo de negocio empezó a cambiar, sobre todo a partir de los años 80-90, con la creación de multisalas, que fue la salvación de muchos cines. Entre ellos, el Aribau: “Ahora tenemos enfrente los multicines, que nos permiten mantener la sala grande”, reconoce el empresario.
Nostálgicos
Esta noche la mayoría de los espectadores que podrían llenar el cine ya han visto West Side Story. Seguro que alguno de ellos se cuenta entre las 795.125 personas que pagaron su entrada, entre dicembre de 1962 y octubre de 1964. Porque la película se mantuvo en cartel 96 semanas. Eran otros tiempos, claro: “Entonces las películas, que se estrenaban en España con retraso [West Side Story se pasó un año y medio más tarde], sólo se ofrecían en una sala y, con programas dobles, duraban meses y meses en cartel”, recuerda Balañá. “Ahora hablamos de pocas semanas, de muchas salas, de centros comerciales que atraen a cantidades de personas y, además, enseguida las películas salen en DVD”.
El Aribau nunca tuvo nada que ver con “el cine de reestreno preferente que iluminaba la plaza Lesseps” como canta Serrat en Los fantasmas del Roxy. Pero la nómina de fantasmas de estrellas del cine que corren por el Aribau se sigue incrementando. Balañá recuerda muchas películas que estuvieron meses y meses en cartel. “Tal como éramos (1973), Grease (1978), Granujas a todo ritmo (1980), Victor o Victoria (1982), La chaqueta metálica (1987), o El silencio de los corderos (1991) son títulos que recuerdo que aguantaron mucho tiempo en cartelera en el Aribau. Y, a pesar de la situación del mercado, esperamos que la lista se siga incrementando durante mucho tiempo”.
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