Un estudio del sindicato UGT apunta que casi 4 de cada 10 trabajadores con un alto nivel educativo en Cataluña tienen trabajos inferiores a su preparación. De este modo, el subempleo en Cataluña se sitúa en un 36'6%, más alto incluso que el que hay a nivel del conjunto de España, que se sitúa en el 35%, un punto inferior al catalán, según explicó ayer Laura Pelay, secretaria de Estado del Bienestar y Trabajo de la UGT de Cataluña.
El índice de subempleo catalán es también superior al de la Unión Europea (21,30%) o Alemania (18,23%).
Pelay calificó la situación de subempleo “como una bomba de relojería para la economía catalana”. Destacó que se trata de un problema estructural de la economía catalana y que su incidencia no ha variado a pesar de la crisis.
En este sentido, indicó que la falta de relación entre la formación de los trabajadores y las tareas que les son ofrecidas tiene dos efectos: uno es la desmotivación de los trabajadores, que deben conformarse con trabajos para los que no han sido formados; el otro, la falta de perspectivas anima a los más jóvenes a buscar trabajo fuera de España, lo que a medio plazo afectará la competitividad de la economía española.
La alternativa propuesta por UGT es, al igual que el problema, estructural. El sindicato aboga por un cambio del modelo productivo en Cataluña. Esto significa apostar por la innovación y la investigación en una perspectiva de buscar producciones de alto valor añadido. El tercer punto es invertir en sectores con gran capacidad de crecimiento porque están vinculados a la tecnología, como las energías renovables.
“Sólo así se podrá evitar la fuga de talento de nuestros trabajadores altamente cualificados que, dada la falta de perspectivas laborales de nuestro mercado de trabajo, no tienen más opción que emigrar a otros países, sin tener la posibilidad de revertir en la nuestra sociedad la inversión que se ha hecho en ellos, con su formación”, explicó Pelay.