La jueza rechaza que se ofrezca alquiler social a los okupas de una de las fincas de la Bonanova de Barcelona

La jueza ha descartado suspender por ahora el proceso de desalojo de la casa ocupada La Ruïna de la plaza Bonanova de Barcelona instado por la Sareb, el conocido como 'banco malo', pese a que los okupas habían solicitado su paralización mientras no se les ofrezca alquiler social.

En el juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona se ha celebrado este miércoles el juicio a raíz de la demanda que la Sareb presentó para instar al desalojo de La Ruïna, como propietaria del 60% de este inmueble que lleva años ocupado junto al edificio adjunto El Kubo.

La okupación de ambas fincas dura más de un lustro y no había causado grandes problemas vecinales en este barrio adinerado de Barcelona hasta que partidos de extrema derecha como Vox o Valents y empresas de desalojos ilegales como Desakupa intentaron incendiar el conflicto coincidiendo con el inicio de la campaña electoral.

La Sareb, propietaria de las dos casas ocupadas, ha solicitado a los juzgados de Barcelona el desahucio del inmueble: la justicia ordenó el pasado mes de marzo el desalojo de El Kubo, que se aplazó por falta de medidas de seguridad, y ahora deberá decidir si ejecuta el de La Ruïna.

Por ahora, la magistrada ha rechazado la petición del abogado de los okupas de suspender el desalojo mientras la Sareb no ofrezca vivienda social a las personas que residen en el edificio, para lo que el letrado ha invocado la Ley de Vivienda de la Generalitat que obliga a hacerlo a los grandes propietarios.

La jueza ha acordado seguir adelante con el procedimiento para el desalojo, que resolverá en sentencia, lo que no impide que en la fase de ejecución de la misma pueda instar a la propiedad a ofrecer el reclamado alquiler social.

Para oponerse al desahucio, la representación legal de los okupas ha alegado también que la Sareb no tiene legitimación para poder instar al desalojo, puesto que no es la propietaria de todo el inmueble: casi un 40 % pertenece a dos sociedades que no están personadas en el procedimiento.

Por su parte, la Sareb, que ha reclamado el desalojo cautelar del edificio en tres ocasiones por considerar que acarrea problemas de orden público y peligrosidad, ha argumentado ante la jueza que no se está respetando el derecho de propiedad reconocido en el registro y ha instado de nuevo a desahuciar el edificio.

La parte propietaria ha llevado como testigo al juicio a un responsable de los Mossos d'Esquadra del distrito de Sant Gervasi, que ha explicado que la ocupación de La Ruïna no tiene carácter “asistencial”, sino ideológico, y que el edificio está tomado por grupos de “squatters” itinerantes que, ha añadido, “se niegan a dialogar”.

El agente ha precisado que el edificio fue desalojado en una primera ocasión en el año 2018, pero que los okupas tardaron poco en volver a entrar. La jueza debe decidir ahora si estima la demanda de la Sareb y acuerda el desalojo del edificio, aunque la sentencia podrá aún ser recurrida ante la Audiencia de Barcelona por ambas partes, lo que demoraría la ejecución del eventual desahucio.

Precisamente, el desalojo de El Kubo que estaba programado para el pasado 23 de marzo se paralizó porque se estimó más seguro llevarlo a cabo de forma conjunta con el del edificio colidante de La Ruïna, por cuestiones de seguridad.