Una manifestación recorre Badalona contra el desalojo de un instituto donde viven 400 migrantes

Una marcha ciudadana ha recorrido este sábado las calles de Badalona para demostrar su rechazo al inminente desalojo del instituto B9, un antiguo equipamiento público que se ha convertido en los últimos años en hogar de cerca de 400 personas, la mayoría migrantes en riesgo de exclusión. Los manifestantes han exigido frenar el desahucio del recinto, puesto que el Ayuntamiento no ofrece a sus habitantes ninguna alternativa digna, y además han reclamado la regularización de los afectados. 

Bajo el lema ‘Contra su racismo, unánomos’, la protesta ha tenido como blanco principal de las críticas el gobierno municipal de Xavier García Albiol (PP), al que acusan de desplegar políticas racistas y “aporofóbicas”, es decir, de exclusión de los más vulnerables. La manifestación estaba convocada por entidades como Badalona Acull, Organització Juvenil Socialista (OJSB) o el Sindicato de Vivienda Socialista de Catalunya (SHSC). 

El recorrido de la protesta, que ha finalizado en la Plaça de la Vila, no ha sido casual. El inicio ha sido en el número 595 de la calle Guifré, donde se levantaba la nave industrial ocupada que se incendió en 2020 y dejó cinco fallecidos. Algunos de quienes viven en el instituto B9 llegaron precisamente de ese espacio hoy derruido. En ese punto, los manifestantes han colocado una placa con los nombres de las víctimas y una frase: “En memoria de las víctimas de las políticas racistas”. 

El B9 se ha convertido en uno de los principales símbolos en Catalunya de la exclusión residencial que golpea a los colectivos migrantes. Ocupado en junio de 2023, da cobijo sobre todo a personas de las comunidades senegalesa y gambiana. En su lucha para evitar el desalojo han llegado a pedir la mediación del Govern ante la falta de alternativas del consistorio, pero por ahora no han logrado una respuesta satisfactoria.

El manifiesto del acto, que contaba con el apoyo de entidades como SOS Racisme, Papeles para Todos o Top Manta, los organizadores han recordado que las 400 que ocupan el B9 no lo hacen por “voluntad”, sino por “necesidad”. “Las personas en situación irregular son usadas como mano de obra barata y fácilmente reemplazable, trabajando en condiciones infrahumanas mientras se les niegan derechos básicos”, recogían. 

Los organizadores han acusado a Albiol de querer dejar a las decenas de habitantes del instituto sin ningún techo alternativo. “¿Sin propuesta real de desalojo, qué pretenden que hagan”, se preguntaban. 

De esta forma, han exigido su realojo “inmediato” y “digno”, además de su regularización administrativa. Para ellos y para todos los migrantes que se encuentran hoy en situación irregular.