La mitad de los 70 detenidos en los disturbios de los botellones de Barcelona tenía antecedentes

Los Mossos d'Esquadra han hecho balance este viernes de los arrestados durante los disturbios del fin de semana pasado, durante las fiestas de la Mercè de Barcelona. De los 70 detenidos en las tres noches de altercados tras los macrobotellones, 34 tenían un total de 117 antecedentes policiales por robos, desórdenes públicos, lesiones, daños y atentado a los agentes de la autoridad. El resto no tenía antecedente alguno.

Los Mossos descartan que los detenidos en los disturbios que se produjeron durante los botellones de La Mercè estén relacionados entre sí. Según ha informado la policía catalana, tampoco existe indicio alguno de que los arrestados participen en actividades criminales organizadas.

De los 70 arrestados, un 30% –21 personas– son menores de edad, uno de ellos de 13 años al que no se le pueden imputar delitos por ser menos de 14 años. Los Mossos también han precisado que el 65% de los arrestados –45 personas– son de nacionalidad española, y el resto de otras nacionalidades. Por sexos, los hombres son mayoría –62–, por solo ocho mujeres. Todos los detenidos fueron puestos en libertad a las 48 horas.

Aunque los Mossos descartan que los detenidos tengan relaciones “relevantes”, mantienen abierta una investigación para identificar, localizar y detener a otras personas que aprovecharon las grandes aglomeraciones para participar de forma activa en los disturbios y los actos de violencia.

En su mayoría se imputa a los detenidos robos con violencia o intimidación (22%), desórdenes públicos (19%), robos con fuerza (17%), lesiones (13%) y daños (12%). Según los Mossos, se trata de delincuentes especializados que en algunos momentos actuaron en grupo para crear confusión y aprovecharon la situación de desconcierto y la reacción de las personas que había concentradas para cometer actos delictivos.

La primera noche de altercados se produjo el pasado día 25 con una concentración de 40.000 personas en la plaza España. La noche siguiente, ante el cierre policial de la zona, los botellones se trasladaron a la zona de las playas, y los incidentes se iniciaron hacia las cuatro de la madrugada con un robo con fuerza en un restaurante y diferentes actos de pillaje.

Durante la primera noche, en la que se produjeron más detenciones, catorce personas sufrieron lesiones con arma blanca o cortes a raíz de caídas y de la gran cantidad de cristales que había en la zona. Durante la segunda noche, según las mismas fuentes, el SEM no atendió ningún herido por arma blanca. En ninguna de las noches se registró ninguna agresión sexual.

Después de los incidentes del fin de semana pasado, se reforzará en Barcelona la presencia de los Mossos y de la Guardia Urbana en aquellos espacios donde se puedan concentrar personas con la voluntad de consumir alcohol, con el objetivo de prevenir alteraciones del orden público y delitos. Los Mossos piden que, ante cualquier desorden público o incidente grave, las personas que puedan estar concentradas sigan las indicaciones policiales y no se enfrenten a los agentes.