La antigua Convergència plantea despedir a un mínimo del 25% de su plantilla
El Partit Demòcrata Europeu Català (PDECat), la antigua Convergència, plantea despedir, como mínimo, a un 25% de sus 82 trabajadores. La dirección del partido celebró este miércoles una reunión con los trabajadores en la que se les comunicó “la necesidad de iniciar un proceso de reestructuración del personal”, a resultas de la liquidación en curso de CDC, que comenzó a principios de julio, y la necesidad de lograr un “encaje óptimo” en la nueva estructura del PDECat.
El recorte de plantilla se adecua a las pérdidas electorales que ha sufrido el partido en los últimos años, y a la consiguiente reducción de ingresos públicos. El último episodio fue la negativa de la Mesa del Congreso y el Senado a dar grupo parlamentario propio a Convergència, lo que hará que la formación pierda más de tres millones de euros si se agota la legislatura. Además, el nuevo partido ha sufrido una fuga de militantes –de unos 16.000 en julio a 11.000 tras la refundación.
La plantilla del PDECat tiene que designar en 15 días a tres representantes para negociar con la dirección, puesto que no tiene delegados sindicales. La previsión es que las conversaciones se alarguen hasta el mes que viene.
La formación presidida por Artur Mas y creada a partir de la antigua CDC ha ido aplicando en los últimos tiempos medidas de reducción del gasto, como la venta de la sede en la calle Còrsega de Barcelona para adquirir una otra más pequeña en la calle Provença, y la clausura de los locales de la Fundación CatDem y de la organización de inmigrantes Nous Catalans.
En este momento aún conviven el PDECat, que tiene toda la actividad política, y Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que tras su último congreso del pasado julio quedó reducida a la mínima expresión y se está procediendo a su liquidación, a la espera del resultado de los procesos judiciales por los que está afectada.
