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La industria del motor reanuda la producción tocada por la crisis y con nuevas medidas de seguridad

Dos trabajadores de Seat en Martorell trabajan con material de seguridad este lunes

Arturo Puente

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De vuelta a la cadena de montaje tras mes y medio de parón por la crisis del coronavirus. La industria automovilística española ha comenzado este lunes su etapa de desconfinamiento con la apertura, aún a medio gas, de algunos de sus centros de producción, como el de Seat en Barcelona, Volkswagen en Pamplona o Mercedes en Vitoria. En los próximos días acompañarán a las anteriores la fábrica de Renault en Valladolid y Palencia, que volverá a la actividad el jueves, y la de Nissan en Barcelona, que lo hará el lunes que viene.

Han pasado seis semanas desde que la industria del motor enviara a sus trabajadores a casa, la mayoría mediante ERTE, y la vuelta de este lunes solo ha sido posible después de que las direcciones de las empresas hayan pactado con los sindicatos nuevas medidas de higiene en el trabajo, que van desde la garantía de mantener la distancia entre trabajadores a los equipos de protección, pasando por la campaña de test para todos los trabajadores por la que ha apostado Seat.

La firma de origen español, ahora perteneciente al grupo Volkswagen, tiene en Martorell (Barcelona) su principal centro de producción, aunque el fabricante también ha reabierto este lunes sus plantas de la Zona Franca de Barcelona y El Prat de Llobregat. En el caso de Seat la reapertura ha sido parcial, comenzando por 3.200 de sus 15.000 trabajadores, y todos ellos después de haber pasado un test de PCR en los últimos días. 

“La política de la empresa ha sido que no puede entrar nadie que no se haga el test. Y eso ha tranquilizado mucho a los trabajadores, a quienes también hay que agradecer la disponibilidad y la paciencia de aguantar largas colas para hacerse el test”, explica Matías Carnero, presidente del comité de empresa además de máximo responsable de UGT Catalunya. Desde el pasado jueves, cuando comenzó la campaña, Seat ha realizado a sus trabajadores 4.000 test. La dirección de la empresa asegura que está en condiciones de realizar 15.000.

Además de las pruebas, los sindicatos y la escudería de marca española han pactado más de 150 nuevas medidas de protección. Una de las principales es mantener la distancia de seguridad dos metros, lo que implicará un nuevo diseño de la movilidad dentro de la fábrica y que la empresa ponga a disposición de los trabajadores nuevos medios de transporte para evitar colapsos y aglomeraciones. Con todo, los sindicatos asumen que hay determinados puestos, sobre todo en la cadena, en los que no se podrá mantener la distancia entre trabajadores. Ante esto, el acuerdo ha sido proporcionar equipos de protección individual, que se sumarán a las mascarillas que se repartirán diariamente para todos los trabajadores.

Respecto a la vuelta al trabajo en la Seat, el proceso será escalonado. Aunque este domingo acabó el primer ERTE, que afectaba a toda la plantilla, este lunes comienza otro, más reducido y que irá incorporando trabajadores paulatinamente. En dos semanas se prevén reincorporar 5.900 trabajadores en total y, durante las ocho semanas que dure el expediente, acabar llegando a 10.400 empleados en activo.

Una producción tocada por la crisis

Los trabajadores volverán paulatinamente a las fábricas, pero eso no significa que la producción vaya a recuperarse como si tal cosa. En primer lugar por la situación en la que está el sector. Los concesionarios, que absorben hasta un 25% de la producción automovilística española, siguen cerrados y sin fecha para la reapertura. También ha caído la demanda internacional, que hizo que las exportaciones de vehículos bajaran casi un 38% durante las semanas de la crisis, pese a que el mercado español había marcado un buen inicio del año.

A esto hay que sumarle que las medidas de seguridad lastrarán la producción al menos durante las primeras semanas. En Pamplona, la dirección de Volskwagen tiene previsto producir poco más de 500 vehículos diarios, cuando habitualmente triplican la producción. Más reducida aún se prevé en Seat Martorell, de donde saldrán 270 coches al día cuando en condiciones normales se fabrican 2.100. “La producción de esta semana se puede dar prácticamente por perdida. Es una semana de prueba, es la primera vez que trabajamos así y hay que hacer mucha formación”, explica Carnero.

Reaperturas sin fecha

No todas las plantas automovilísticas en España tienen fecha para la reapertura. La Citroën de Vigo, hoy del grupo PSA, es una de las factorías que por el momento no tiene previsión de volver a la producción. Además de en la ciudad gallega, el gigante francés cuenta con instalaciones en Zaragoza o Madrid, donde fabrica componentes para sus marcas, Peugeot, Opel o la propia Citroën. Todas ellas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso, después de que PSA haya anunciado que solo volverá a producir en Europa cuando repunten las ventas.

En una situación algo mejor está la marca de vehículos de trabajo Iveco, que sin embargo se ha visto obligada a aplazar su reapertura. Aunque inicialmente estaba previsto que sus fábricas en Valladolid y Madrid volvieran a producir desde el próximo lunes, finalmente no será hasta el 11 de mayo.

La razón aducida por la empresa es que la mayoría de las piezas llegan desde el norte de Italia, debido a que la sede del grupo CNH Industrial, propietario de Iveco, está en Turín. Entre Madrid y Valladolid, Iveco fabricaba 122 camiones y 126 furgonetas diarias, una cifra que, como los anteriores, tampoco alcanzarán en la reapertura.

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