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UGT Catalunya crea el plan Garantia +55 para rescatar a los parados de más de 55 años

Josep Maria Àlvarez y Laura Pelay, durante la rueda de prensa de presentación de la campaña

Tomeu Ferrer

Barcelona —

UGT de Cataluña ha iniciado una ofensiva para garantizar a los mayores de 55 años una prestación económica digna desde el momento en que son expulsados del mercado laboral y un mecanismo que les permita cuando se jubilen tener una pensión de acuerdo con lo que han cotizado. El programa lo han llamado Garantía + 55.

Josep Maria Álvarez, secretario general del sindicato, acompañado por la responsable del área de Bienestar y Trabajo, Laura Pelay, han presentado el programa que será una de las puntas de lanza de acción sindical de UGT. En síntesis el sindicato de tradición socialista propone que todas las personas de más de 55 años que han sido expulsadas del mercado de trabajo y que han agotado sus prestaciones contributivas puedan recibir una prestación equivalente al Salario Mínimo Interprofesional, 648,60 euros al mes, hasta que puedan enlazar con el cobro de la prestación por jubilación. La cifra que reclama UGT supera los 426 euros al mes que reciben los parados de larga duración que no tienen otro ingreso en la unidad familiar y que tienen cargas familiares. «Hemos fijado en el salario mínimo la percepción, porque la nuestra es una propuesta moderada que quiere suscitar complicidades muy amplias» explicaba Álvarez. La idea, sin embargo, sería subir el salario mínimo hasta los 1000 euros, de acuerdo con la campaña que hace meses que realiza el sindicato en reclamación de una percepción salarial decente.

Condiciones de vida dignas

La segunda pata de la propuesta sería asegurar a aquellas personas que habiendo cotizado toda la vida han visto que en el período de los últimos 15 años eran despedidas y al hacerse el cálculo durante este lapso de tiempo, verían fuertemente reducida su pensión. En este sentido se propone que se cobre entre un 90 y un 100% de la última prestación contributiva por desempleo cuando sea efectivo el retiro. Y a partir de aquí la pensión se actualizaría en el momento de empezar a percibirla.

Ambas prestaciones, sostiene el sindicato, se deberían financiar con cargo a los presupuestos generales del Estado. Así no se cargaría este gasto en las cuentas ya magras de la Seguridad Social. En el caso de la jubilación las cotizaciones serían teóricas hasta el momento del retiro. En este punto sí se harían efectivas a partir de una proyección que sería asumida, como se ha dicho, por los presupuestos generales del Estado.

UGT ha puesto el foco sobre las personas trabajadoras de más de 55 años que han quedado apartadas del mundo laboral, «porque es hora de rescatar a las persona“ explica Álvarez. Este colectivo es uno de los que más duramente ha vivido la crisis. Ha sido objeto de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y víctima de medidas legales que le han castigado duramente: han quedado fuera del mercado laboral y sin esperanzas de volver a él. Han visto cómo se agotaban las prestaciones por desempleo y, cuando pensaban que podrían acogerse a medidas puente que les permitían llegar hasta los 65 años con una pequeña merma de sus derechos adquiridos, se han cambiado las leyes y han dejado al raso.

Una generación abocada a la miseria

Laura Pelay ponía cifras a la percepción: «8 de cada 10 parados de más de 55 años o cobra 426 euros al mes o no cobra nada». Pero estas personas, a pesar de haber cotizado, a veces hasta 40 años, pueden ver como en el momento de su retiro, fruto del mecanismo de cálculo y que, por ley, deben avanzar la jubilación, a 61 años, si no tienen trabajo, el importe de sus pensiones se les reduciria un 30%. Pelay asegura, que si no se hace nada, el colectivo de los mayores de 55 años serán «los pobres actuales y los pobres del futuro».

Álvarez insiste des del punto de vista moral «no puede ser que estas personas que han cotizado durante tantos años queden en la cuneta sin el apoyo del Estado de Bienestar cuando han sido ellos precisamente quienes más han aportado». Otro argumento es que los trabajadores maduros son los que sufren con más dureza el paro. «Son personas que han sufrido con toda crudeza las reformas laborales sin que la administración haya hecho nada más que penalizarlas», dijo el secretario general de UGT.

Algunas cifras

En este ámbito, mayores de 55 años, hay un 36,7% de paro de larga duración. Pero si se cuenta el paro de más de 24 meses, calificado de muy larga duración, representa en este colectivo el 43,6%.

Los beneficiarios potenciales en Cataluña del programa Garantía + 55 serían 77.842 personas y en el conjunto de España 470.316. Implementar esta ayuda costaría en Cataluña 248,5 millones y en el conjunto del Estado 1.479 millones. «Con lo que se ha gastado para compensar al propietario de la empresa del Castor podríamos pagar un año prestaciones dignas a todo este colectivo», puntualizó Álvarez.

UGT de Cataluña planteará este ambicioso programa a la organización confederal y confía en que será asumido por todas las entidades territoriales. Además, «pensamos abrir el debate con todos los partidos políticos y grupos parlamentarios. No hay que olvidar que estamos en una época pre-electoral y la gente se debe definir “, dijo Álvarez. De entrada y para abrir la controversia UGT propondrá una recogida de firmas a través de la plataforma Change, que permita explicar la idea y llevar el debate en el seno de la sociedad. La campaña no ha hecho más que empezar.

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