A veces llegan cartas
El 19 de diciembre del año pasado, Artur Mas y Oriol Junqueras firmaron el acuerdo de Gobierno que permitió la reelección del primero como presidente y el anuncio de la convocatoria de una “consulta soberanista” ansiada por el segundo, para el año 2014. Siete meses después, el presidente Artur Mas le ha enviado una carta al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para comunicarle que quiere hacer esa consulta y que le gustaría que no le pusiese muchas pegas.
¡¡Siete meses!!
Siete meses es mucho tiempo en la era de la globalización. ¿Cómo le habrá enviado la carta? ¿Por correo postal? ¡A ver si aun se va a extraviar en alguna estafeta de Correos y Rajoy se escabullirá del problema diciendo que no la ha recibido!
Los “timings” de este proceso en el que estamos inmersos desesperan a quienes están hartos de que ese debate minimice cualquier otro debate político pero desespera también a los que tienen prisa por acariciar la independencia.
Es evidente, sin embargo, que el PP no cambiará de parecer por más meses que pasen. Si de lo que se trata es de celebrar una consulta para saber si la gente es, hoy, partidario de la independencia de Catalunya o no, podría hacerse la semana que viene. O en quince días. O en un mes.
Siete meses para enviar una carta. Un puñado de meses más para que los inefables “expertos” –que aparecen siempre que hay que buscar excusas para adoptar medidas polémicas- vayan haciendo informes diciendo obviedades. Unos cuantos meses más –¿años?- pensando cual es la pregunta que se somete a referéndum.
Chequia y Eslovaquia se separaron casi de un día para el otro. Claro que en aquel caso, los dos Estados estaban de acuerdo en disolver Checoslovaquia. Un día u otro habrá que poner fin a esta discusión que se antoja eterna. A los millones de turistas que nos visitan les queda claro que hay una parte importante de la sociedad catalana que es partidaria de la independencia. Pero, al paso que vamos, los turistas acabarán identificando a los catalanes como aquella gente que se pasa la vida pidiendo la independencia pero que no tienen ninguna prisa (¿ganas?) por conseguirla.
La próxima vez, por favor, señor “president”, envíele el mensaje sobre la consulta a su homólogo español por whatsapp. Y si ve que aparece el “double check”, querrá decir que lo ha visto.