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“Ilegalizar partidos políticos sería provocar aún más incendio”

La diputada del PSC en el Parlament de Catalunya, Eva Granados

Neus Tomàs

Eva Granados (Barcelona, 1975) es una de las políticas socialistas con más proyección. La portavoz de la campaña del PSC reitera que la decisión de la jueza Carmen Lamela de meter en prisión a medio Govern es despropocionada pero no quiere ir más allá. Granados defiende que en España el Estado de Derecho funciona y que los políticos independentistas encarcelados pueden interponer los recursos que consideren oportunos si piensan que se han vulnerado sus derechos.  

El PSC considera que la encarcelación de medio Govern es desproporcionada. ¿Significa que no es justa?encarcelación de medio Govern

Nosotros no valoramos las decisiones judiciales. Las respetamos y las acatamos. Como en el caso de las medidas cautelares contra los 'Jordis' también ahora nos parecen unas medidas cautelares desproporcionadas. No queremos entrar en el ámbito jurídico porque pensamos que tenemos que separar muy bien los poderes del Estado. Nosotros somos un partido político y por lo tanto lo que queremos valorar es la situación política y no entrar en las decisiones judiciales.

Pero, situados en el ámbito judicial, hay muchos juristas que afirman que se están vulnerando derechos fundamentales, por ejemplo, el derecho a que a cualquier acusado le juzgue el juez que le toca por ley. La Audiencia Nacional en el 2008 señaló que no era competente para los delitos de rebelión y a los miembros de la Mesa del Parlament les tocaría el TSJC y no el Supremo, en tanto que son aforados autonómicos. ¿Esto no es instrumentalizar la justicia con intereses políticos?delitos de rebelión

Creemos que estamos en un Estado de Derecho y que las personas que están siendo juzgadas, más allá de las medidas cautelares que ya he dicho que vemos desproporcionadas, tienen todas las garantías. Y si alguna considera que se ha vulnerado alguno de sus derechos tiene que interponer los recursos que considere. Insisto, no vamos a entrar en el debate jurídico. La situación es muy complicada, el momento es muy excepcional, y tenemos que dejar trabajar a cada uno de los poderes del Estado.

Usted entiende que no se han vulnerado sus derechos.

No voy a entrar a valorar si se vulneran o no sus derechos. Acatamos las decisiones judiciales y entendemos que las personas que están en esos procesos, por motivo de sus actos y no de su ideología, tienen las garantías del Estado de Derecho y pueden utilizarlas si consideran que se han vulnerado sus derechos.

Ya ha habido una primera denuncia y VOX pedirá la ilegalización de la CUP, ERC y PDeCAT. ¿Consideraría normal que se pueda ilegalizar alguno de los partidos independentistas?

La independencia es una aspiración política del todo legítima como lo es el federalismo que defendemos los socialistas. No creemos que se tengan que ilegalizar las ideas. VOX y también algunos portavoces del PP lo han planteado. Nosotros nos queremos separar de toda esa escalada alrededor del proceso independentista en Catalunya y separar lo que son los derechos, las leyes y los procesos judiciales de lo que es la política.

Hay un conflicto evidente en Catalunya. Hay más de dos millones de personas que han desconectado emocionalmente de España y es un problema político que tenemos que solucionar por la vía política. Ilegalizar partidos políticos sería provocar aún más incendio. Los socialistas estamos aquí para apagar los incendios que otros encienden e intentar que los pirómanos no sean los protagonistas de la política. Vamos a hacer lo posible para que en esta campaña electoral se planteen soluciones.

¿En estas condiciones se puede desarrollar una campaña en normalidad?

Es una campaña excepcional porque el Govern que ha tenido hasta ahora Catalunya ha situado a las instituciones fuera de ley. El PSC lleva muchos años alertando de los riesgos de situar las instituciones fuera de la ley. Para el sector independentista hemos sido los antipáticos que hemos estado recurriendo al Tribunal Constitucional mediante amparos porque veíamos vulnerados nuestros derechos.

Lo más relevante no es el rechazo a la idea de la independencia, no es el qué sino el cómo. Los partidos que apoyan la independencia han decidido vulnerar los derechos de los diputados de la oposición, ir en contra de la opinión de los letrados del Parlament, saltarse el reglamento del Parlament, el Estatut y la Constitución. Lo que pasó en el pleno del 6 y 7 de septiembre es el origen y ahora estamos viendo las consecuencias.

Después, hubo unas horas en las que Puigdemont pareció que iba a apostar por un adelanto electoral. Si se hubiese producido, si no hubiese escuchado a los puros, a los que en ese rato le llamaron traidor, no estaríamos en esta situación. Hemos tenido un Govern que aunque de manera legítima defienda la independencia ha decidido saltarse todas las normas de convivencia. Estamos en un mundo de adultos en el que los actos tienen consecuencias.

Tampoco quiero dejar fuera del ámbito de las responsabilidades al PP porque este conflicto viene de mucho más atrás. Ha estado gobernando con una mayoría absoluta, haciendo cada viernes con el Consejo de Ministros más independentistas. José Montilla hace 10 años ya habló de la desafección. Todos tenemos que hacer un ejercicio de autocrítica sobre cómo hemos llegado hasta aquí porque es un gran fracaso de la política el que en Catalunya en estos momentos estemos en esta situación. La víctima de todo esto es la sociedad catalana. Me preocupa la huida de empresas, la incertidumbre y el miedo que se ha instalado en la población y que la política en vez de dar soluciones haya generado más estos problemas.

Dice que todos tienen que hacer autocrítica. ¿Qué es lo que han hecho mal los socialistas?

No hemos sabido explicarnos suficientemente bien. Llevamos muchos años intentando que prosperara una relación bilateral entre gobiernos, hemos intentado el diálogo hasta el último segundo y más, y seguiremos intentándolo. Pero es evidente que se ha producido un fracaso global de la política cuando hemos llegado hasta esta situación, con la aplicación del 155 que nadie quería y con estas consecuencias judiciales para un gobierno que decide saltarse la ley.

Sobre el rechazo al 155, hay un excompañero suyo, el hasta este jueves alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, que ha abandonado el PSC y ha renunciado a la alcaldía y dice que lo hace por dignidad y para ser coherente con sus valores. Más allá de lamentar su renuncia, ¿entiende su decisión?

Yo la respeto. Los socialistas no estamos traicionando ninguno de nuestros valores con las decisiones que hemos ido tomando hasta este momento. Nosotros somos los que queremos que haya un marco de diálogo entre gobiernos y lo hemos estado trabajando todo lo que hemos podido. Pero es evidente que ha habido dos gobiernos que no querían hablar. Los socialistas no estamos en el Gobierno de Catalunya ni estamos en el Gobierno de España. Vamos a seguir trabajando en un entendimiento entre todos los pueblos de España y especialmente entre Catalunya y el resto de España.

La candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, insiste en que el próximo Govern, emulando lo que fue en su momento el modelo vasco, debe ser un gobierno constitucionalista. ¿Lo descarta?

Las propuestas de Inés Arrimadas ya no se las acepta ni Xavier García Albiol. Así que ella puede hacer todas las propuestas que quiera pero nos presentamos a las elecciones con propuestas de sociedad muy diferentes. El contrario al modelo social que tenemos en el PSC lo representan Ciudadanos y el PP. Necesitamos un Parlament que sea plural y en el que se puedan llegar a acuerdos. Lo único que nosotros descartamos son aquellas formaciones que deliberadamente quieran romper con España. El modelo de Arrimadas se parece mucho al del PP y a nosotros no nos van a encontrar en la política de frentes.

Tienen otra oferta encima de la mesa. Pablo Iglesias propone un nuevo tripartito de izquierdas.

Pablo Iglesias tiene algunos problemas previos. Tiene que solucionar cuál es su modelo federal o confederal de partido y de que manera se presentan, con qué alianzas y después aclarar exactamente qué modelo quiere para España. Escuchar a Albano Dante Fachin es una cosa y cuando escuchas a Ada Colau tampoco acabas de tener claro qué modelo quiere. Así que vamos a esperar a ver qué programa electoral tienen los 'comuns' y podremos contrastar modelos.

Colau asegura que no es independentista y que su apuesta es un modelo confederal. ¿Está muy lejos de lo que quiere el PSC?

Nosotros defendemos un modelo federal dentro de una España plurinacional. Colau en todo este proceso ha equivocado el tiro al defender las instituciones de autogobierno al lado de aquellos que son los responsables de la intervención de esas mismas instituciones de autogobierno. Ha estado acompañando al proyecto político que en su origen tenía saltarse las instituciones.

Y paralelamente gobierna con ustedes en Barcelona.

Sí, claro, porque pensamos en Barcelona. Tenemos que tener claro qué es hacer política y qué es hacer política en cada instancia. Nosotros cuando llegamos a acuerdos en el ámbito municipal tenemos compartimos modelos de ciudad con nuestros socios e intentamos que no interfieran en la situación política excepcional que hay ahora en Catalunya.

Los 'comuns' y los independentistas han anunciado que en esta campaña van a reclamar la amnistía de los políticos encarcelados y que se derogue la aplicación el 155. ¿El PSC estaría dispuesto a pedir también ambas cosas?

El 155 era un artículo que no queríamos que se hubiese aplicado y tiene sentido hasta el día de las elecciones. Se aplicó porque Puigdemont no convocó las elecciones y por eso le hacemos a él responsable de esa aplicación. El día que se vota se acaba el 155. Respecto a las amnistías estamos en una fase muy embrionaria. Amnistía, indulto... son cuestiones judiciales que no creo que tengamos que poner en programas electorales. Tenemos que ver cómo acaba todo y entiendo que tanto la amnistía como el indulto se hace sobre sentencias firmes y de momento no hay ninguna. No me voy a situar en ningún futurible porque creo que no toca en estos momentos.

Uno de esos encarcelados, Oriol Junqueras, dejó escrito un artículo en el diario 'Ara' en el que se expresa en términos muy duros contra el PSC. Les acusa de ser cómplices de que esté en la cárcel.

Nosotros pertenecemos al mundo de los hombres y las mujeres mientras que Oriol Junqueras se sitúa en otro, con citas bíblicas como las que hay en ese artículo. Preferiría que en vez de señalar, como señaló en su momento la CUP, y situarnos como malvados, Junqueras estuviese en el mundo de los hombres y las mujeres, incluso el de los que han tenido que trasladar su empresa o cambiar las cuentas por las decisiones que él ha tomado. Lo que hace es dividir a la sociedad catalana entre buenos y malos cuando la política es algo mucho más complejo. Todos los que hacemos política en este país estamos condenados a entendernos. La mejor manera no es señalar sino buscar puntos de encuentro.

Estas últimas semanas hemos comprobado que todo lo que puede empeorar, empeora. ¿Pronostica que de aquí a 21 de diciembre puede seguir siendo así?

Estos días que están siendo tan excepcionales y en los que estamos todos con el alma en vilo me he preguntado: ¿Cuánta gente hay tomando decisiones en escenarios en los que se plantea el cuanto peor, mejor? Y prefiero no responderme esa pregunta. Tenemos que recoser un país que está fracturado por la estrategia planificada por unos grupos políticos que esta así por sus calendarios y sus decisiones. Necesitamos recuperar Catalunya, volver a coser lo que se ha roto por decisiones irresponsables de sus gobernantes y que la política regrese a unas instituciones que todo el mundo se sienta como propias. Esa es nuestra responsabilidad.

¿Y si el independentismo vuelve a tener una mayoría en el Parlament?

Pues seguiremos hablando porque eso es la política. La cuestión no es la independencia, que es legítima. La cuestión es cómo se llega a los objetivos. Sólo puede ser a través del diálogo, el pacto y la reforma. Las leyes se reforman, no se desobedecen.

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