La Asociación de Residencias de Castilla-La Mancha reclama “protocolos comunes” y denuncia falta de medios

La Asociación de Residencias de Castilla-La Mancha (ARTECAM) ha reclamado protocolos de actuación comunes en la lucha contra el COVID-19 y denuncia la falta de material de protección en los centros sociosanitarios.

ARTECAM cuenta con más ochenta y siete empresas asociadas que representan a un centenar de centros, con más de 8.700 plazas residenciales y 300 usuarios de centros de día integrados, dando trabajo directo a más de 4.500 trabajadores.

El sector de la Dependencia dice hacer esta reclamación tras las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, porque cree que con sus declaraciones públicas “criminalizaba la labor de los profesionales de atención a los mayores”. Algo que ha causado un “profundo malestar” entre el conjunto de empresas y profesionales.

“Somos un aliado especial y altamente profesionalizado que necesita apoyo, medios humanos y materiales. Para ganar esta batalla y es necesario trabajar juntos” explica el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), del que forma parte ARTECAM que hoy se hace eco de un comunicado nacional.

“Llevamos más de un mes pidiendo medios, reclamando protocolos comunes, pidiendo al presidente y vicepresidente del Gobierno reuniones para poder abordar la atención a las personas mayores de la forma más adecuada y coordinada para evitar que el caos se produzca y hasta que éste no se ha producido no se han comenzado a tomar medidas”.

“La justicia social debe ser para todos, la Ley de Dependencia nació para eso, la prioridad está en atender, en cuidar de cada persona usuaria, sobre todo en prevenir, que el COVID-19 no entre en ningún centro”; continúan.

Reconocen que los centros están “mermados” por las bajas profesionales. Se trabaja “bajo mínimos porque antes de que los EPIS, mascarillas o batas lleguen a las residencias son ‘confiscados’ por el Estado debido a la ‘Alerta’ establecida por el Gobierno”.

También explican que han establecido unas pautas básicas para cada residencia que comienzan con realización de pruebas a los trabajadores y que “ningún usuario que vuelve del hospital entre en un centro sin realizarse un test del coronavirus, que se desinfecten los centros donde exista algún positivo y que sólo se atiendan casos confirmados si existen las medidas de medicalización previstas”.