Mesón Octavio (Ciudad Real), tradición renovada para disfrutar con los cinco sentidos

Belén García Castro inicia su jornada a las siete y media de la mañana. Se mueve como pez en el agua entre las mesas de su establecimiento Mesón Octavio, en Ciudad Real. Nos atiende mientras da algunas instrucciones. Sumiller de profesión, ejerce como jefa de sala en el restaurante que regenta junto a sus hermanos, Aurora (en la cocina “con ilusión y convicción”) y José (el “todoterreno”).

Es ya la tercera generación de un negocio familiar que no ha perdido la esencia de “aquellos platos con años de historia que, generación tras generación, llegan a la mesa  más renovados, con ingredientes nuevos”, nos explica. 

Autenticidad, cocina con producto local y sabores de Castilla-La Mancha. Así se define este restaurante que vive una de esas épocas para ‘enmarcar’. Si a finales de 2017 fueron reconocidos como un Sol Repsol (y ya trabajan para lograr un segundo),  en la reciente la Feria Internacional de Turismo (FITUR) han sido galardonados con el Premio Miguel de Cervantes de Gastronomía de Castilla-La Mancha. “Nos hace muy felices lo que hacemos y estos reconocimientos nos ayudan a mejorar”.

En este restaurante se puede encontrar desde un puchero de lentejas, un buen cocido, unas migas, gachas… Comida casera muy elaborada y menú de mercado.   “Aquí vienes a comer como si estuvieras en casa”. Reivindican el consumo de carne de caza por “saludable” y la importancia de los postres, bajo la atenta ‘supervisión’ de Santiaga, la madre de estos profesionales que, a sus 80 años, sigue aportando ideas.

Están acostumbrados a recibir turistas. “Ciudad Real se visita y muchos lo hacen para comer”, asegura Belén, que cuenta muchas anécdotas como las recientes visitas a su casa de viajeros procedentes de Tel-Aviv o de Japón o las de un grupo de ocho personas que pernoctaba en la ciudad, como centro de referencia, para desplazarse a Madrid y Cuenca. “Tenemos una mini-oficina de turismo en el restaurante, con mapas, pero les decimos que se queden aquí”.

“Ciudad Real se consolida como destino gastronómico”

Esta semana han pasado por Madrid Fusión representando a la provincia. “Ciudad Real se consolida como destino gastronómico. Tenemos producto e identidad”, comenta convencida. A esta importante cita acudieron para enseñar su cocina. Llevaron carne de  venado con aceite de oliva y una crema de pimiento asado con cominos, migas manchegas, sardina de bota (preparada con una antigua receta familiar, que incluye asadillo) y paté de perdiz. Se quedaron sin nada. “Este año ha sido un aluvión frente a otras ocasiones en que la gente elegía primero las propuestas de otras ciudades”.

 

¿Tanto como para intentar optar a la Capitalidad Gastronómica?, le preguntamos a Belén. “Sí, sí, sí”, responde contundente. “Los restaurantes están preparados, hay cocineros muy buenos que se implican muchísimo en la defensa de la cocina de Ciudad Real y de Castilla-La Mancha. El propio turista lo comenta” aunque, quizá, si hay algo que echa de menos es más “pasión” en los restaurantes a la hora de explicar el vino de la región. “Mi padre siempre me dijo que me rodease de personas que supiesen más que yo. Ciudad Real necesitaría más formación, y que fuera continua, aunque están en ello”.

 

En esa carrera de Ciudad Real por distinguirse como lugar del buen comer, acaba de anunciarse que se busca un dulce que la identifique. En Mesón Octavio ya le están dando vueltas a algunas propuestas, buceando en la historia de su propia tradición. “Algo se le ocurrirá a mi hermana Aurora”. Allí trabajan ahora con  helados artesanos de aceite de oliva o de queso manchego, aplican azafrán a sus postres y elaboran distintos bizcochos, rosquillas, flores o barquillos. “Echamos de menos poder ofrecer algo típico cuando nos visitan de fuera, como el mazapán, sin el que Toledo no sería lo mismo”.