La Generalitat sigue a la espera de que Fomento apruebe la declaración de la línea aérea Castelló-Madrid como servicio público

Continúan los esfuerzos de la Generalitat Valenciana por conseguir que Fomento materialice la declaración de obligación de servicio público (OSP) de la línea aérea Castelló-Madrid durante el primer semestre de este año. El Consell, que financiará el servicio de conexión en caso de ser aprobada la OSP, persigue de esta forma dar una salida a la difícil situación del aeropuerto, que ha cerrado 2018 habiendo recibido 25.000 pasajeros menos que el año anterior –un total de 117.368 visitantes-, si bien ha conseguido aumentar el movimiento de aeronaves.

Desde el Ministerio de Fomento sigue sin haber confirmación oficial y los presupuestos no reflejan una asignación a tal propósito, a pesar de que el jefe del Consell, Ximo Puig, consiguiera obtener –en su reunión de octubre con el presidente del Gobierno en la Moncloa- el compromiso de Pedro Sánchez para traer a Castelló la OSP. No obstante, el propio Ximo Puig reconocía a principios de mes la necesidad de “vencer obstáculos” en dicha negociación, aunque espera que este año pueda tener lugar una declaración que resultaría fundamental para el desarrollo del aeropuerto.

La dificultad principal estribaría en que la ruta aérea Castellón-Madrid no cumpliría con algunos de los requisitos de la legislación europea para ser declarada de interés público. No obstante, desde Presidencia se hace hincapié en la existencia de la voluntad política del Gobierno central para sacar la OSP adelante. Una vez obtenida se aplicaría la misma fórmula que ya usan en otras comunidades autónomas de España en las que ya se ha implementado este tipo de rutas.

Los argumentos esgrimidos por el Consell para la aprobación de la OSP hacen referencia al desequilibrio territorial y económico en Castelló, el cual estaría relacionado con la insuficiencia de sus conexiones actuales. Sin embargo, pesan mucho factores como la existencia de servicios ferroviarios de alta velocidad que ya cubren la ruta prevista, así como el volumen de pasajeros del aeropuerto –que pese a ser poco y haberse reducido el último año, sigue rebasando el baremo establecido desde Europa-.

Conseguir la obligatoriedad de servicio público se perfila como la mejor opción para dar una salida a la difícil situación de la infraestructura heredada del PP, la cual dejará de operar la ruta de Poznan con Ryanair y se quedará únicamente con las rutas a Londres, Sofía y Bucarest-.