Esta lunes ha tenido lugar una concentración “playera” de cientos de personas en el IES Rafelbunyol en la que ha participado alumnado, miembros del claustro, asociación de familias (AFA) y una representación municipal para reclamar medidas urgentes de choque, un protocolo real de actuación en caso de temperaturas extremas o no aptas, y un plan a medio y largo plazo contra el calor.
Además de las conocidas condiciones de calor excesivo en las aulas de la Comunitat Valenciana, la comunidad educativa del centro ha querido reivindicar la grave situación que padecen desde junio: la ausencia total de personal de administración y servicios (PAS). El pasado 5 de septiembre, el claustro, el consejo escolar y la AFA emitieron un comunicado al respecto de esta última situación, que se prolonga hasta el día de hoy y que tiene y ha tenido graves repercusiones para el funcionamiento del centro en todos los aspectos, lo que afecta al día a día del alumnado y del trabajo de docentes y equipo directivo. En este sentido, “aunque la Administración propone dar un mínimo servicio con personal de otros centros cercanos, a largo plazo no es la solución”, advierten.
Los miembros de la comunidad educativa se han ataviado con ropa de playa y elementos como sombreros, gafas de sol, churros de piscina o toallas, y hasta se han disfrazado de socorristas para escenificar el gran problema de las altas temperaturas. En el centro se han hecho mediciones en diversas horas y días de la pasada semana, entre las 9 y las 18 horas, en las que se han obtenido temperaturas que van desde los 29 a los 34 grados y se han registrado datos de humedad relativa del 70%. La normativa sanitaria y de prevención de riesgos laborales establece el máximo en 27 grados.
Además de la vulnerabilidad de los menores, hay alumnado y docentes con diversas patologías, embarazadas o personas mayores de 60 años, entre otras situaciones de especial riesgo.
A esta situación climatológica adversa que se sufre de forma estructural en el centro desde finales de primavera hasta principios de otoño desde hace años, se suma la orientación noreste/suroeste de sus dos fachadas y otras características constructivas, de forma que las temperaturas altas que se vuelven ya insoportables en la segunda planta. Así, insisten en que “se dificulta gravemente el derecho a la educación y el cuidado de la salud y la seguridad general y laboral”.