Lori Meyers e Izal escenifican el paso de un FIB británico a uno patrio
El Festival Internacional de Benicàssim ha regresado esta noche para celebrar su 25 aniversario tras dos años de parón a causa de la pandemia y tras haber mutado en un nuevo macrofestival con el público nacional como protagonista y con dos de las bandas más exitosas del indie-pop nacional: Lori Meyers e Izal.
Un FIB que, tras pasar a manos de The Music Republic en 2019, pretende reunir 180.000 espectadores durante sus cuatro días, pero el martes y el miércoles -los dos días en los que se podía acampar en sus instalaciones y tradicionalmente jornadas con llegada masiva de británicos atraídos por la experiencia completa de vacaciones de música, sol y playa- dejaban un ambiente más bien pobre.
Cierta ausencia de público que hacía mirar con recelo las cifras previstas de asistencia. Un prejuicio que se ha desmontado con las miles de personas que han disfrutado con dos de las bandas que más acólitos reúnen en el panorama nacional, Lori Meyers e Izal.
Esos dos primeros días con poca entrada en la acampada significaban que los británicos han cortado radicalmente su presencia. La mayor parte del público ha sido de proximidad. Era más fácil escuchar hablar en valenciano hoy que en inglés, algo nunca visto en el FIB.
Un público que ha llegado en masa a Benicàssim en su vehículo particular a primera hora de la tarde y que ha colapsado todas las vías de acceso a la localidad costera durante más de dos horas con una marabunta de conductores desesperados buscando un lugar para dejar el coche ante la imposibilidad de aparcar en el gigantesco aparcamiento de tierra junto al recinto.
Una vez en el recinto, el británico Declan McKenna ha reunido a todos los británicos que se han animado a acudir a esta jornada de jueves, siempre la más complicada, y que este año solo contaba con el escenario principal y el Beach Club, donde pinchaban DJs como Angel Pop!, Isaac Corrales, Toxicosmos o Jet Set. Estos dos últimos apelando al imaginario colectivo musical de los amantes del FIB pinchando temas de Blur, Oasis, Red Hot Chilly Peppers, La Casa Azul, Chemical Brothers y también yendo a lo seguro con Rigoberta Bandini o las Spice Girls.
En el escenario principal, tras McKenna, el público nacional ha ido llegando en masa con Lori Meyers, tan resolutivos, enérgicos y resultones como siempre, aunque acabando su actuación 12 minutos antes pese a que Noni se ha animado a pasearse por la pasarela que se ha instalado este año en el escenario principal y se ha colado finalmente entre el público para cantar con ellos eso de “todo esto es culpa de la gente”.
Tras Lori Meyers el público se ha marchado a cenar y ha regresado en masa para ver a Izal, esa banda que llena estadios con ejércitos de fans y que ha anunciado el fin a sus 12 años sobre los escenarios con un aura de estar constantemente a punto de llegar a tocar una gloria extasiada con la punta de los dedos.
Mikel Izal ha agradecido al público haber acudido a “abarrotar” el primer día de festival en el que, al contrario de lo que es habitual las bandas han colocado correctamente la sílaba tónica en Benicàssim al dirigirse al público.
Probablemente el devenir de este nuevo FIB ha quedado escenificado por lo que ocurría en el VIP, en el que mientras David Sánchez, codirector de The Music Republic -la empresa promotora del Arenal Sound, el Festival de Les Arts o el Interestelar de Sevilla entre muchos otros-, miraba con complacencia el buen funcionamiento comercial de su nuevo festival y hacía fotos con su móvil, Vince Power, el británico que estuvo al frente de la cita durante varios años, se quedaba sentado en un rincón de este espacio durante horas.
La noche todavía guarda alguna alegría para los súbditos británicos con nombres como Tom Grennan y un buen final bailable con el belga Lost Frecuencies.
El viernes, con ya todos los escenarios en marcha, se podrá ver a nombres como Guitarricadelafuente, Cariño, Dorian, Ginebras, The Kooks, Delaporte, Two Door Cinema Club, Serial Killers o Steve Aoki entre muchos otros.
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