Ochenta iniciativas y 135 millones de euros para reducir la brecha de género en los entornos rurales valencianos
Las mujeres valencianas son la mitad de la población en los entornos rurales, pero lo abandonan progresivamente cuando son jóvenes en edad laboral. La población femenina en el ámbito rural es porcentualmente menor que en otros espacios (la tasa de masculinización es 10 puntos superior que en la media autonómica) y además esta se encuentra envejecida, con mayores tasas de dependencia y con una carga del trabajo de cuidados significativa.
Las conclusiones parten de un estudio de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, que ha servido como base del proceso participativo para impulsar el primer plan de acción para visibilizar a la mujer en el entorno rural y combatir la brecha de género. El programa dibuja un mapa en el que predominan la dificultad en el acceso a servicios básicos y de calidad, persisten marcados roles sociales en los que se vincula a las mujeres con los cuidados familiares y una acentuada brecha salarial. Además, se destaca el fuerte arraigo al entorno y un sentimiento de orgullo vinculado a la pertenencia al medio rural, que se traduce en una voluntad de permanecer en el territorio, algo que choca con las posibilidades y las expectativas para construir un proyecto de futuro.
Un ejemplo de la brecha laboral se mide a través de las cotizaciones a la Seguridad Social en el sector agroalimentario, el predominante en los entornos rurales. Las mujeres son el 39% de las asalariadas en este ámbito y el 35% de las empresarias totales en el sector. En la escala laboral, la brecha se observa especialmente en las cooperativas agrarias: con más de 45.000 asociadas (un 25% del total) solo hay 35 directoras (un 13%). Para la conselleria, los datos ponen de manifiesto que las mujeres ocupan las posiciones más bajas de la jerarquía laboral, mientras los hombres ocupan mayoritariamente los puestos de responsabilidad.
Con estos datos y un proceso participativo de 14 sesiones, el departamento que dirige Mireia Mollà ha presentado un plan de 83 iniciativas y 135 millones de euros para evitar que las mujeres jóvenes abandonen el entorno rural. El proyecto busca facilitar la incorporación de las mujeres a los sectores económicos y fomentar la participación en los órganos de decisión del ámbito sindical, profesional, político y cooperativo, con el impulso económico de la Generalitat Valenciana. El plan se estructura en cuatro ejes: visibilización y reconocimiento, fomento de la participación de las mujeres en la actividad económica, acompañamiento y mejora de la calidad de vida, y formación y especialización laboral.
El plan de promoción de las mujeres rurales incide en el concidionante económico y de representación como uno de los factores que relegan a las mujeres al ámbito de los cuidados y acentúan las brechas. El compromiso es, en palabras de la consellera, “hacer que estas dinámicas de discriminación de las mujeres del entorno rural reviertan, desde la incorporación a la actividad económica como ciudadanas de pleno derecho y el merecido reconocimiento público a su tarea”. Así, recalcó Mollà, el plan “palia una discriminación histórica poniendo a la mujer rural en el centro de las políticas valencianas para favorecer la igualdad de derechos, oportunidades y condiciones de vida, y reconociendo su trabajo profesional en el desarrollo agroalimentario, tantas veces silenciado”.
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