Al final se ha desojado la margarita, como se suele decir. La última iniciativa presentada por Vox en Les Corts Valencianas reincide en su relato criminalizador contra las personas migrantes, un posicionamiento que - una vez más - es asumido en su totalidad por el Partido Popular.
Vox reafirma, a través de una iniciativa, su lado más cruel e inhumano al utilizar a menores y adolescentes para centrar su marco discursivo en la seguridad y la criminalidad, llegando incluso a exigir su expulsión de las ciudades y estigmatizándolos aún más por el simple hecho de ser diferentes. Con ello, vulneran la legislación nacional y europea. La emoción a la que apelan no resuelve ninguno de los problemas estructurales de la ciudadanía: no genera empleo, no facilita el acceso a la vivienda ni mejora los salarios. Solo alimenta la confrontación.
Dentro de su narrativa antimigratoria, la ultraderecha enarbola la bandera de odio y resentimiento hacia las personas que provienen de diferentes partes del mundo. En esta narrativa del odio hacia el diferente, frente a la que cualquier demócrata se revela, el Partido Popular de Pérez Llorca vuelve a plegarse por miedo de no convocar elecciones, sometiendo a toda la Comunitat Valenciana a una confrontación estéril de ellos contra nosotros.
El ideario neoliberal de las derechas pretende desarticular conceptos como igualdad, bienestar social, solidaridad y convivencia pilares básicos de una sociedad que busca la defensa y la permanencia del bienestar común. Para lograrlo, necesitan criminalizar y mirar al más débil en la cadena de la sociedad, que hoy es la población migrante.
Cuando la memoria es endeble y malintencionada se cometen excesos de errores que estigmatizan al más débil, sobre todo los menores no acompañados, solo con el objetivo de obtener réditos políticos. Es totalmente refutable afirmar que el problema de este país es la migración, y además es insostenible que una acción individual se convierta en un delito colectivo señalando a toda una comunidad que lo único que busca es proyectar un futuro de vida con esperanza.
Pero esa realidad manipulada que quieren mostrar tiene respuestas. No hay mayor contrarrelato que el día a día de convivencia. Si hacemos ese ejercicio de cuestionamiento socrático y somos sinceros con nosotros mismos, basta con mirar a nuestro alrededor, para darnos cuenta como cambiaría nuestra percepción si entendiéramos la migración como parte esencial del funcionamiento cotidiano de nuestras sociedades.
Si somos capaces de aceptar al médico latino que te atiende en las guardias de urgencias, si somos capaces de aceptar que una mujer árabe, rumana limpie nuestro hogar, si aceptamos encontrar en el bazar chino aquello que necesitamos; si celebramos que el jugador extranjero te dé una victoria para tu equipo ¿por qué aceptamos discursos discriminatorio a esas mismas personas?
La población migrante contribuye de múltiples maneras, comenzando por su responsabilidad tributaria, que sostiene el Estado de bienestar del que todos nos beneficiamos. Sin embargo, no puede decir lo mismo la ultraderecha, que queda en evidencia, ante el escándalo de Revuelta, que eluden impuestos y se apropian de fondos destinados a los damnificados de la DANA.
Como sociedad necesitamos reflexiones que vayan más allá de odiar por odiar, porque está demostrado que los sueños y las aspiraciones de unos, pueden viajar al mismo tiempo y de la mano con las aspiraciones y los sueños de otros.
Desterremos ese discurso cobarde y perverso que busca la confrontación, no es el diferente quien te impide acceder a servicios públicos de calidad es más bien las políticas liberales que deterioran lo público para el beneficio de lo privado. El problema de acceso una vivienda asequible no es del pobre migrante que huye de el hambre o de la miseria, sino el fondo buitre que no tiene piedad y te expulsa de tu barrio solo para obtener más riqueza.
Construyamos conjuntamente una sociedad inclusiva y diversa que nos enriquezca social, cultural y económicamente. El mundo se transforma constantemente y solo desde una visión socialdemócrata que pone en el centro a las personas se podrá construir una sociedad mejor en la que quepamos todas y todos.
*Yaissel Sánchez Orta, secretaria de Migraciones PSPV PSOE