El informe del PSOE sobre Salazar admite la “verosimilitud” de las denuncias pero declara al partido incapaz de acreditarlas
Son denuncias “procedentes”. Esa es la conclusión del informe del PSOE sobre las denuncias de mujeres contra Francisco Salazar por un presunto acoso sexual, testimonios que el partido considera “verosímiles” aunque les reste trascendencia y los califique simplemente como una “falta”.
“Han quedado acreditados que son verosímiles y transcendentes, como conducta éticamente no adecuada, y, por tanto, podría suponer la comisión de una falta prevista en el 86.i de los Estatutos Federales del PSOE, contraria al Código Ético y de Conducta”.
Sin embargo, a continuación el partido se declara incapaz de llevar más actuaciones adelante. “Este órgano no puede considerar acreditada la total entidad de estos hechos, en particular, la gravedad real de los mismos ni todos sus extremos, por no disponer este órgano de los medios técnicos ni legales necesarios para una adecuada comprobación de los mismos”.
En su exposición de los hechos acontecidos, durante los cinco meses en los que la investigación no prosperó, el Partido Socialista alega que le resultó incapaz de concertar una cita con Salazar para preguntarle por el caso por sus continuos viajes fuera de España.
El informe plantea que esas actuaciones son “incompatibles” con la tolerancia cero con cualquier actuación que pueda ser contraria al obligado respeto a la integridad moral, consistente en la utilización de expresiones o conductas de carácter sexual indeseados para las víctimas de forma reiterada y constante, desde una posición jerárquica laboralmente superior como “expresión de poder, en un ámbito institucional, donde de modo indirecto se representa a la organización”.
Las excusas sobre la investigación
En el informe se justifica la falta de investigación durante todos estos meses, entre otras cosas, porque no fueron capaces de concertar una cita presencial con Francisco Salazar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre porque el denunciado se encontraba en distintos viajes fuera de España, a pesar de que sí encontraron la posibilidad de concretar comidas con él, como es público en el caso de la dirigente socialista y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. Se llega a aportar también como inconveniente para esa cita con Salazar que una de las fechas propuestas, la del 10 de noviembre, se canceló a última hora “porque el día propuesto es fiesta en la Comunidad de Madrid”.
No es la única excusa rocambolesca que esgrime ese informe. Sobre el motivo por el que a una de las denunciantes, que registró su escrito el 28 de julio, ni siquiera se le llegó a dar acuse de recibo de la denuncia, se esgrime que es porque el partido quería protegerla y respetar su anonimato ante el revuelo mediático generado.
En el informe se pone en duda, además, una de las respuestas oficiales que dio el Partido Socialista a este periódico sobre los motivos de que jamás llegaran a tramitarse las denuncias. La propia Rebeca Torró, secretaria de Organización, trasladó a elDiario.es que Francisco Salazar se había dado de baja como militante coincidiendo con la demanda de información, y que eso imposibilitaba seguir adelante con el procedimiento.
Ahora el informe dice que el PSOE se enteró de esa baja “a través de los medios de comunicación”. Y en sus conclusiones ni siquiera confirma que tal extremo sea cierto. “Aun considerando, que efectivamente, no se dé la condición actual de militante, si lo que manifiestan los medios es así, (...) impediría la adopción de medidas de carácter orgánico”.
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