Antxon Alonso, de Servinabar 2000 a Forestalia: seis meses y un día en la diana de la Guardia Civil por el 'caso Cerdán'
En apenas medio año, Joseba Antxon Alonso Egurrola (natural de Elgoibar, en Gipuzkoa y más conocido como Antxon Alonso a secas, aunque él lo prefiere con la grafía “Antton”), ha pasado de ser un completo desconocido, el “guipuchi” del que hablaban en sus mensajes sus amigos Santos Cerdán y Koldo García, a ser un personaje “relevante en la esfera pública” en los momentos previos a que se confirmara su identidad como el tercero de los detenidos por parte de la UCO en el marco de la que es, para él, también la tercera causa judicial de corrupción en la que se ve implicado. Porque este 11 de diciembre no es la primera vez que la Guardia Civil se cruza en el camino de Alonso.
Hace seis meses y un día, el martes 10 de junio, cuatro agentes de la UCO se personaron en su dúplex en la localidad vizcaína de Elorrio. Eran las 8.05 horas. Hasta las 23.57 horas, cuando se terminó en Pamplona, a un centenar de kilómetros de allí, el registro de las oficinas de Servinabar 2000, el principal de sus negocios, estuvo bajo custodia policial, aunque no detenido. De aquellos registros salieron algunas de las evidencias que ahora están sacudiendo la vida judicial y política española.
En el trastero de la casa de Elorrio, por ejemplo, un Alonso que ya un año antes se podía sentir cercado tras la caída de García -y de José Luis Ábalos- guardaba aún un papel que probaba que Cerdán, entonces aún secretario de Organización del PSOE, controlaba el 45% de Servinabar 2000. Los agentes le clonaron un iPhone, un maná de nuevos indicios. Se llevaron de allí, asimismo, 16.180 euros en efectivo que el empresario guardaba en dos mochilas, una escondida bajo su cama y otra en un armario. Los billetes estaban en bolsas de tipo 'zip', según describió la funcionaria judicial que hizo un relato manuscrito de la operación policial.
¿Qué es Servinabar 2000? Con sede en la plaza del Castillo de Pamplona y sin apenas estructura, esta empresa pasó de ser una empresa organizadora de eventos a una constructora. En alianza con el gigante Acciona, accedió a contratos en Navarra, desde la reforma del palacio presidencial -la zona conocida como “archivo”- hasta los millonarios túneles de Belate, aunque especialmente obras de VPO de la mano de la sociedad foral Nasuvinsa. La investigación maneja la hipótesis de que Servinabar 2000 canalizaba comisiones ilegales abonadas por Acciona. Ahora se ha conocido que Cerdán y su familia, hasta la detención de García, usaron para gastos personales los fondos de esa empresa.
El 7 de julio, San Fermín, Alonso compareció en el Tribunal Supremo. Cerdán acababa de entrar en prisión preventiva. Como él, se acogió a su derecho a no contestar a todas las partes que no fueran su abogado, que entonces era Martín Zudaire, que antes lo fue de Nasuvinsa. Insistió en que el acuerdo con Cerdán en Servinabar 2000 nunca se llegó a hacer efectivo, que su alianza con Acciona era a cambio de una prestación de servicios y que llamarle a él “guipuchi” era un error porque residía en Bizkaia desde hace tres décadas. No es un elemento menor porque García, con el que inició su colaboración en 2015, aseguraba que “el de Gipuzkoa” abonaba a Cerdán “billetes de 500” euros.
Después, a finales de ese mismo mes, Alonso compareció en el Senado, en el marco de la comisión de investigación abierta allí sobre estos casos. “Respetuosamente, me acojo a mi derecho a no declarar”, leyó a sus señorías. Y solicitó que se levantase la sesión, lo que soliviantó al presidente, que le recordó que esa era una prerrogativa exclusivamente suya. Durante casi dos horas, escuchó las intervenciones de los partidos, pero no dio ninguna explicación. Ese mismo día esperaba en la Cámara Alta Vicente Fernández Guerrero, expresidente de la SEPI, extrabajador de Servinabar 2000 y ahora también detenido. Apenas unos días después, a comienzos de agosto, renunciaron Zudaire, otra abogada del mismo despacho de Pamplona que le había acompañado en el Supremo y sus procuradores.
De Antal a Alegure
Cerdán es de Milagro, un pueblo de 3.600 habitantes en el sur del mapa de Navarra, más cerca de La Rioja que de Pamplona. Hace casi dos décadas, una empresa guipuzcoana llamada Antal lanzó una idea urbanística para ese lugar. Se llamaba 'Milagro, ciudad de vacaciones'. Como Marina d'Or. Gobernaba allí UPN y la oposición socialista, con un joven Cerdán en el equipo, se oponía, al igual que colectivos ecologistas. Parecía un pelotazo en toda regla. Eran 1.300 viviendas solamente en el complejo, más otras 900 protegidas en el municipio. El pueblo tenía entonces 1.500 casas. Se esperaba que triplicara su población.
¿Y qué era Antal? Antal, con toda probabilidad, responde a las tres primeras letras del nombre y las dos del apellido de su creador. Él era el administrador de esa sociedad, como luego lo fue de otras dos mercantiles con nombre similar. Pero Alonso gestiona más sociedades. Está Alegure, hermana de Servinabar 2000, también constructora y sin estructura y también socia de Acciona en una adjudicación en Navarra, las obras de un colegio en Arbizu. En Alegure tiene un 4% otro empresario vasco, Iñaki Alzaga, presidente del Grupo Noticias, editor de 'Deia' o de 'Diario de Noticias de Navarra'. Aparentemente, Alonso también sondeó la participación de otro directivo del mismo grupo, Joseba Santamaría, en Servinabar 2000, igualmente con un 4%.
Fue en ese grupo donde aparecieron los primeros comunicados de Alonso, Cerdán y Servinabar 2000 cuando hace medio año. Las únicas apariciones públicas de Alonso antes del estallido de este caso eran precisamente en eventos del Grupo Noticias y Nasuvinsa patrocinados por Servinabar 2000 y Alegure. Porque, además de con Cerdán, quien dijo que su amigo era nacionalista, Alonso tenía una estrecha relación con políticos de Geroa Bai, la coalición del PNV en Navarra y que tiene otra pata, el partido Socialverdes creado por la expresidenta Uxue Barkos. El ahora consejero de María Chivite José María Aierdi fue gerente de Nasuvinsa y él mismo admitió que exploró un convenio con Servinabar 2000 para la promoción de vivienda protegida, cuando entonces ni siquiera había modificado su objeto social. Es la única aparición en solitario, sin Acciona, de esta empresa.
El Registro Mercantil arroja una larguísima lista de otros negocios con participación de Alonso. Son Softlan, dedicada a la informática, Residencial Las Merindades, Next Generation Caliope Innova, Marbella Real State 190, Kirolweb, Gestilur, Mining Team, Residencial Playa Laga, Etxebal, Carrión Ocio, Promociones y Construcciones Ezkio, Infolur o Xarmant Milenium. A ellas se le suman dos cooperativas con sede en Donostia, Noran y Erkolan. La Guardia Civil las registró en noviembre, al tiempo que Acciona. En la primera, creada con García, estuvo dada de alta Francisca Muñoz, la esposa de Cerdán; en la segunda participaba Belén, la hermana del dirigente socialista. Este periódico ha revelado que en dos ejercicios, 2019 y 2021, estas firmas tuvieron más ingresos procedentes de Servinabar 2000 que volumen de negocio declararon.
Y luego está Forestalia, dedicada a proyectos de renovables. Alonso ha ejercido de representante de esta firma ante cargos políticos. Hace solamente dos años, en noviembre de 2023, Alonso acompañó a Forestalia a una reunión en el Gobierno de Navarra con el consejero Aierdi y con el vicepresidente socialista Félix Taberna. La Guardia Civil ha registrado también Forestalia, empresa aragonesa, en sus movimientos de las últimas horas. El empresario se ha sentado también con la actual presidenta foral, Chivite, con su predecesora de Geroa Bai, Uxue Barkos, que ha negado tener un trato personal con él, o con los dirigentes de PNV y EH Bildu Iñigo Ansola y Pello Otxandiano. De su lado, Arnaldo Otegi, natural de Elgoibar como Alonso, ha contado que el empresario medió para engrasar las relaciones entre la izquierda abertzale y el PSOE. El propio Alonso llevó en un coche “no muy lujoso” al dirigente socialista a una reunión que sentó las bases de los acuerdos que luego han tenido.
“Pertence al mundo del PNV”
“En torno al año 2012-2013 es cuando coincido en Pamplona con Antxon, simpatizante del PNV. Y comenzamos a tener una relación que con el paso del tiempo se convierte en una fuerte relación de amistad. Hablamos mucho de política porque él es un enamorado de la política y yo también; y manteníamos debates constantemente. Desde posiciones distintas, porque el pertenece al mundo del PNV, al nacionalismo vasco, y yo es evidente que no. Pero nos une la pasión de intentar construir políticamente alternativas a los Gobiernos conservadores de Navarra”, contó de él Cerdán en el Supremo. Y añadió: “Es una persona que me pone en contacto con el PNV”. Los de Aitor Esteban lo han negado por activa y por pasiva.
A Alonso, ahora se le abre un nuevo escenario. Está la pieza principal, la “causa especial” en el Supremo que motivó el primer registro de su casa. Está la pieza separada, de nuevo en el alto tribunal, que dio lugar a la entrada en sus cooperativas de Donostia. Y ahora le cerca la Audiencia Nacional en otra trama con Leire Díez, socialista de Portugalete que hizo carrera política en Cantabria o Madrid, y su excolega en Servinabar 2000 Vicente Fernández Guerrero. Según 'Diario de Navarra', este jueves la Guardia Civil lo ha vuelto a trasladar a esa sede de Pamplona de Servinabar 2000 para un nuevo registro. “Se dice que soy el inicio de la trama y es un despropósito”, declaro en julio ante el magistrado Leopoldo Puente. Y también le dijo que no se debía llevar a engaño, que en “muchos” de los negocios que han ido apareciendo “no salen los números”.
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