“La extrema derecha está encubierta y protegida por el Partido Popular Europeo y los conservadores, que no dudan en pactar con ellos”

Jordi Sebastià (Burjassot, 1966), profesor de Periodismo en la Universitat de València, ha sido el representante de Compromís en el Parlamento Europeo en la pasada legislatura (la mitad del mandato como eurodiputado) después de ser elegido en 2014 como integrante de la candidatura Primavera Europea (integrada en el Grupo de los Verdes / Alianza Libre Europea) y es el cabeza de lista de la candidatura Compromiso por Europa, donde Compromís comparte cartel con En Marea, Nueva Canarias, Més per Mallorca, Izquierda Andalucista, Coalición por Melilla, Chunta Aragonista, Partido Castellano-Tierra Comunera, Caballas Ceuta y Equo-Iniciativa Andalucía.

¿Qué tal la experiencia europea?

Muy bien. Debo reconocer que la política europea es apasionante e implacable, pero he aprendido que un eurodiputado sí que tiene capacidad de influencia, si se mueve. Hay lobbies y rodillos que hay que saber esquivar e incluso, saber domar. No obstante, en estos cinco años he visto que hay situaciones, como el Brexit, que han representado un golpe político de primera magnitud para Europa con un gran impacto sobre miles de personas, o la crisis ética de los demandantes de asilo, a quienes no se les está dando el estatus de refugiado, que se está cronificando. Las políticas neoliberales de la gran coalición que forman liberales, populares y socialistas está derivando en euroescepticismo, incluso en países que yo considero 'eurofanáticos', como España. Tenemos un 23% de pobres en la zona más rica del mundo porque se está generando riqueza pero no bienestar.

En el ámbito personal, mi experiencia es muy positiva. Me he trasladado a vivir a Bruselas, que es una ciudad que me encanta para vivir, muy amable, no muy grande para poder desplazarme en bicicleta... aunque necesita un Grezzi (el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia, de Compromís).

Y supongo que espera continuar viviendo en Bruselas los próximos años

Confiamos en sacar representación. Creemos muy probable conseguir un representante en el Parlamento Europeo, e incluso podríamos llegar a tener dos, dependiendo de los resultados que consigan nuestros socios más fuertes, sobre todo los canarios, mallorquines y En Marea.

Pero en encuestas como el CIS, que se publicó la pasada semana, no salen

Es sorprendente que el CIS no pregunte por nosotros, cuando tenemos representación actualmente. Es más, en las encuestas del propio Parlamento Europeo aparece como si en 2015 no hubiéramos salido, lo que es una vergüenza. Sin embargo, otros medios, como Politico, el medio de referencia europeo, nos da uno con posibilidad de dos eurodiputados en el sondeo que publicaron antes de las elecciones.

No se pregunta por ustedes en el CIS, y tampoco estaba previsto que participaran en el debate organizado por RTVE...

No tiene sentido que no estuviéramos nosotros, cuando estamos presentes en el Parlamento Europeo, y sin embargo sí que pudieran participar en el debate formaciones que no tienen representación, como es el caso de la extrema derecha extraparlamentaria (Vox), que ha tenido una presencia mediática exorbitada. Sin embargo, finalmente ganamos el recurso y participaremos en el debate que organiza la televisión pública, que pagamos todos. Ha ganado la democracia.

Volviendo a la cita del 26 de mayo, y teniendo en cuenta lo sucedido el 28A, ¿temen que se pueda producir de nuevo un voto dual, como sucedió entonces, que Compromís obtuvo diez puntos más en las autonómicas valencianas que en las generales?

Vamos a trabajar para que eso no suceda. Si en las pasadas elecciones europeas necesitamos 300.000 votos para conseguir un eurodiputado, en esta ocasión ese listón puede subir hasta los 400.000 dependiendo de la participación, por eso nuestra campaña se va a centrar en convencer a nuestros votantes en las municipales para que hagan un pequeño esfuerzo y echen también la papeleta de Compromiso por Europa en la urna de las elecciones europeas. Tenemos que ligar las elecciones municipales y las europeas y tenemos que convencer a la gente de que cambie el voto 'del miedo' de las generales por el voto 'de la confianza' a Compromís.

¿Qué le diría a un ciudadano de a pie para que el 26M fuera a votar para elegir a sus representantes en Europa?

Yo le diría que en el Parlamento Europeo se deciden cosas que afectan en el día a día en nuestro entorno, desde si el aceite de oliva se tiene que servir en una botellita o en un plástico a si pueden entrar en la Unión Europea naranjas de fuera, pasando por el plan europeo de pensiones, que está guardado en un cajón pero que si se aprueba y eres menor de 30 años, probablemente te tocará suscribir un plan de pensiones privado. Y además, si consideras que Compromís, y el resto de formaciones de la coalición, lo está haciendo bien en tu pueblo, lo que vamos a hacer es de correa de transmisión de esa línea de pensamiento, por una Europa feminista, sostenible y social.

¿Cómo ha vivido la crisis de los cítricos desde Bruselas?

La crisis citrícola es una muestra evidente de que lo que se decide en Europa nos afecta directamente a los valencianos. Nosotros hemos sido los únicos que hemos mantenido una postura coherente; que hemos denunciado desde el primer momento que ese acuerdo iba a ser negativo, que por desgracia teníamos razón; hemos hecho lobby y hemos convencido a nuestro grupo parlamentario de que votara en contra; y vamos a seguir presionando para que se modifiquen esas relaciones comerciales que tanto están perjudicando a nuestra agricultura.

Se ha notado la falta de un lobby agrícola valenciano en Bruselas en todo este asunto.lobby

No hay un lobby valenciano y se ha notado mucho, porque cuando este tratado se estaba discutiendo no había nadie que presionara desde el principio contra el hecho de que se aumentara la entrada de cítricos en la Unión Europea, y ni siquiera se solicitó un estudio del impacto que esto iba a suponer. Claro, esto demuestra que muchos de nuestros problemas europeos nacen en Madrid, ya que el lobby tendría que haber sido el Ministerio de Agricultura, puesto que somos el principal productor de cítricos del mundo y el segundo es Sudáfrica. Si les dejamos entrar va a haber un conflicto. Pero ni tan siquiera hicieron eso, lo que demuestra que los valencianos estamos muy abandonados. Nosotros presionamos para que González Pons (PP) o Rodríguez Piñero (PSOE) votaran en contra cuando sus grupos no lo hicieron.

Otra gran batalla valenciana en Europa es el Corredor Mediterráneo...

Aquí tenemos algunas cuestiones que nos preocupan, como por ejemplo que se haya gastado dinero del Corredor Mediterráneo en túneles pasantes en Madrid, y aquí el problema no es Bruselas. Y lo mismo sucede con la conexión cantábrico-mediterránea.

Por último. En estos años en el Parlamento Europeo ha podido comprobar de primera mano el crecimiento de la extrema derecha en las instituciones...

Yo hago una matización, porque el problema es más grave. Existe una extrema derecha declarada, la que está en el grupo de Le Pen (el campo francés vota Frente Nacional, porque les da una respuesta, aunque demagógica); otra que se identifica como tal y que está en el grupo de los no adscritos, como Amanecer Dorado; y después hay una extrema derecha escondida y amparada por el Partido Popular Europeo, como por ejemplo Orban. Por tanto, la extrema derecha, que es eurófoba, está más presente en el Parlamento Europeo de lo que pueda parecer. Y lo que me da miedo no es sólo que está creciendo aprovechándose de las políticas neoliberales que deja a mucha gente sin recursos, sino que además está encubierta por el Partido Popular Europeo y los conservadores que no dudan en pactar con ellos.