Presidencia de la Generalitat se ha reservado en los presupuestos otro año más un millón de euros para el programa “promoció sociocultural de la Comunitat Valenciana”, una línea de subvenciones directas que otorga a dedo el gabinete del presidente Ximo Puig. La ayuda discrecional es anual y se justifica con la entrega de una memoria de actividad.
En los cuatro años de legislatura, Puig habrá dispuesto de 4,6 millones de euros (1,6 millones en 2016, 1 millón en 2017, 1 millón en 2018 y 1 millón en 2019) en esta partida de reparto de subvenciones destinada a asociaciones y entidades que tengan un contenido “de carácter social, económico, humanitario y de interés público”. Sin presentarse a un proceso público y competitivo.
En comparación con el anterior Consell, la partida destinada a este efecto es 32 veces superior a la que consignó el expresidente Alberto Fabra, que destinó a estas ayudas a dedo 65.630 euros en 2012, y 50.000 en los años 2013, 2014 y 2015. De hecho, en el pasado debate sobre presupuestos, el PP presentó una enmienda para suprimir esta línea nominativa y otra para para participar en el nombramiento de las entidades benefactoras, incluyendo a Lo Rat Penat, entidad dirigida por el exconcejal popular Enric Esteve.
En 2018, Puig ha dado a través de esta línea a entidades de todo tipo y para actos determinados, algunas de ellas con subvenciones en programas de otras consellerias, una especie de “pedrea” para quien se ha quedado sin ayuda o que debe organizar un acto concreto que se sale de su presupuesto. El Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) de la Comunitat Valenciana ha recibido 70.600 euros; la Fundación Manuel Broseta 9.000; 17.800 la Associació d'Amics del Corpus de la Ciutat de València; 10.200 la Asociación de la Ruta del Vino de la DO Utiel-Requena; 16.800 el Col·lectiu Ovidi Montllor. Associació de Músics i Cantants del País Valencià o 9.000 euros la Confederació d'Associacions Veïnals de la Comunitat Valenciana (CAVE-COVA).
Las entidades y asociaciones subvencionadas han usado estas ayudas para organizar jornadas, asambleas, aniversarios o actos concretos justificados. En 2017, la falla Gravador Esteve-Cirilo Amorós de Valencia recibió 1.000 euros del presidente para su actividad.