Democracia interna, transparencia y paridad: propuestas de mejora del sistema electoral valenciano
Les Corts ha retomado este miércoles la comisión de estudio de la reforma del Estatut de Autonomía y de la Ley electoral valenciana, que llevaba tiempo paralizada por la comisión de la nueva RTVV.
Durante esta jornada han pasado por la cámara parlamentaria expertos en Ciencias Políticas de distintas universidades españolas para explicar los distintos agentes que influyen en los sistemas electorales y las representación, para que los diputados puedan esbozar qué modelo se adecúa más a la realidad valenciana. Óscar Barberá, de la Universidad de Valencia; Pablo Simón, de la Universidad Carlos II y editor en la web politikon; Montserrat Baras, de la Universitat Autónoma de BArcelona y Jordi Muñoz, de la Universitat de Barcelona han sido los asesores de los parlamentarios en esta sesión.
Les Corts estudian una reforma de la Ley Electoral valenciana -la del Estatut de Autonomía se decidió dejar en segundo plano por acuerdo de PSPV, Compromís y Podemos- en la que se busca, principalmente, reducir la barrera electoral del 5% al 3%. La norma valenciana tiene ya más de 30 años y los partidos de izquierdas consideran necesario reformarla para hacerla más representativa de la pluralidad social. “Esta ley se hizo en su momento para evitar la entrada de algunas fuerzas en el Parlamento” ha señalado el síndic de Podemos, Antonio Montiel, secundado por el representante de Compromís, Jordi Juan, refiriéndose a la barrera electoral. Cabe recordar que Esquerra Unida en los últimos comicios se quedó fuera de les Corts aún habiendo logrado más de 100.000 votos, el 4’2%.
En Ciencias Políticas, como en la mayoría de ciencias sociales, no existe consenso respecto a cuál es el modelo perfecto. El ideal es aquel que mejor se adapte a la sociedad en la que se implanta. Así, los expertos han puntualizado distintos aspectos sobre sistemas electorales y cómo podrían aplicarse a la realidad valenciana.
Por un lado, consideran que una reforma del grueso de la ley electoral debe enmarcarse en una reforma estatutaria. Sin primero cambiar el Estatut, las modificaciones más ambiciosas quedan fuera, pero si hay acuerdo de los grupos políticos se pueden llevar algunas acciones a cabo. Por otro lado, consideran la barrera electoral del 5% elevada y abogan por la circunscripción electoral única -resulta extraño que la barrera electoral afecte a la autonomía pero la elección se regule por provincias-. Esto “solucionaría algunos problemas, aunque no todos”, explica Simón.
Los politólogos abogan por dotar de mayor democracia interna, paridad y transparencia a los partidos políticos y sus procesos. Las elecciones primarias son una vía para ello, así como las listas cremallera, pero cabe mejorar el sistema de control de los aparatos del partido en estas decisiones. En cualquier caso, fomentar la paridad de representación entre hombres y mujeres es imprescindible. Barberá, profesor en la Universidad de Valencia, aboga por un sistema legal de incentivos a los partidos que incluyan procesos de primarias, por ejemplo a través de las subvenciones electorales.
Respecto a las listas abiertas, los datos que manejan evidencian que no suelen variar demasiado el orden de las candidaturas que escoge la ciudadanía de las proporcionadas por el partido. Existe un modelo denominado lista desbloqueada, en el que el partido selecciona una serie de candidatos y los votantes los ‘ordenan’ por preferencia. Este modelo, el preferido de Simón, tiene algunas ventajas, como que aporta información a los partidos sobre los candidatos, otorga incentivos para la visibilidad de los diputados, mide su popularidad… En otras palabras, obliga a todos los candidatos de los partidos y no solo al líder a promocionarse de cara a obtener el apoyo ciudadano.
Simón, profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, también ha incluido entre sus recomendaciones regular los debates electorales por ley -en aras de garantizar el derecho a la información de los ciudadanos-, adaptar las papeletas para las personas invidentes y cambiar la fórmula d’Hondt a Sainte-Lagüe, que se aplica en Alemania, Suecia y Dinamarca y resulta más proporcional. Sin embargo, el politólogo recuerda que los desajustes en representación suceden en todos los sistemas, “la diferencia es el grado”.
Asimismo, no se muestra partidario de la limitación de mandatos en los diputados para dos legislaturas, sino que considera que es necesario “representantes más expertos”, que se cultiven dentro de las cortes.