El PP valenciano pidió en 2017 el segundo médico en los 'bous al carrer' que ahora rechaza con el apoyo de PSPV, Ciudadanos y Vox

La tauromaquia es uno de los puntos calientes en las Corts Valencianes y en el seno del Gobierno valenciano. En la comunidad autónoma que más festejos taurinos celebra, la mayoría fuera de plaza, esta tradición genera fuertes tensiones entre los partidos con representación, más allá del eje izquierda-derecha. La superación de estos ejes se ha visto este miércoles en el pleno del parlamento autonómico durante la votación de una proposición de ley del PP, calcada a una presentada por los socialistas, para derogar una disposición que obliga a la presencia de dos sanitarios en los 'bous al carrer'.  La proposición ha sido aprobada con los votos a favor de PP, Ciudadanos, Vox y el PSPV y rechazada por Compromís y Unides Podem-EUPV.

La medida implicaba aumentar la seguridad en los festejos taurinos con un médico más en las enfermerías. La posición de los partidos en este tema ha ido cambiando como las parejas en un baile. Incluida a propuesta de Podemos en la ley de acompañamiento a los presupuestos de 2018, no llegó a implantarse por una moratoria acordada entre PSPV, Ciudadanos y Compromís para retrasarla hasta 2020. El motivo fue la queja de alcaldes, ganaderos y peñas taurinas por el elevado coste que supone contratar a dos médicos, especialmente en pequeños municipios. El PP se opuso a la moratoria porque consideraba que era un parche a una medida que buscaba eliminar la tradición.

Meses después, los socialistas presentaron una proposición de ley para eliminar el requisito del segundo facultativo, que no llegó a debatirse al disolverse las Corts Valencianes de forma anticipada para las elecciones de abril. Una vez puesta en marcha la nueva legislatura, los populares rescataron esta propuesta del cajón y plantearon una muy similar a la del PSPV.

El mismo PP que ha hecho bandera contra la propuesta de aumentar la seguridad presentó en octubre de 2017 una proposición no de ley (PNL) en la que instaba al Gobierno autonómico a “contemplar la figura del médico ayudante en los correspondientes equipos sanitarios que se constituyan a tal efecto, en los festejos taurinos tradicionales (bous al carrer), en poblaciones de más de 5.000 habitantes y en aquellos en los que se exhiban toros cerriles”.

La PNL fue registrada por las diputadas Maria José Catalá y Maria Remedios Yánez y señala que “el Consejo Autonómico Médico de la Comunitat Valenciana solicita, a través del Grupo Parlamentario Popular, esta propuesta de mejora, con el fin de no sentirse discriminados en su ejercicio respecto a otras comunidades, disminuir su sobrecarga de trabajo, reivindicando mayor eficacia y seguridad, dar mayor atractivo para los profesionales médicos por esta actividad asistencial, que ha evolucionado a tener menos interés en los últimos años, y por supuesto para mejorar la calidad de atención sanitaria en este tipo de festejos”. Unas medidas que los populares hoy rechazan. 

Compromís y Unides Podem son los únicos grupos que han votado en contra de la proposición. El diputado de Compromís Carles Esteve ha acusado al PP de llevar a la cámara un debate “envenenado” porque en realidad quería debatir sobre el festejo en sí, ya que “no ha hablado ni un segundo de seguridad”. “La realidad de nuestra tierra muestra muchas formas de ser valenciano, no me atrevería a decir que es más valenciano quien corre delante de un animal”, ha incidido.

Así, tras asumir que los 'bous al carrer' son una realidad, ha advertido de que es responsabilidad de todos garantizar la seguridad y ha calificado de “inconsciente, imprudente, temeraria e irresponsable” la afirmación del texto que señala que con un médico se garantiza la seguridad. “¿Con cinco personas muertas en un año alguien en esta cámara es capaz de decir a sus familias que la normativa es suficiente? Yo no”, ha espetado.

Por su parte, Irene Gómez, de la formación morada, considera que deben apoyar la presencia de dos médicos por “coherencia” con sus reivindicaciones y ha recordado que “en los bous al carrer no existe el riesgo cero, pero hay margen de mejora”.

Desde 2015, los festejos taurinos se han cobrado la vida de 16 personas y arrastran más de 3.500 heridos. 2019 ha sido el segundo peor año, con cinco personas fallecidas, en un lustro.