Vecinos de El Cabanyal elevan una queja al Sindic de Greuges ante “los graves problemas de convivencia e incivismo”
La asociación de vecinos de El Cabanyal, junto a la plataforma Salvem, ha elevado este viernes una queja formal ante el Síndic de Greuges para denunciar “los graves problemas de convivencia e incivismo que de forma reiterada, constante y persistente venimos sufriendo en nuestro ámbito privado y familiar”.
Tras realizar un resumen de las diferentes decisiones municipales que adoptó el PP en su momento (principalmente el plan para prologar la avenida Blasco Ibáñez que suponía la destrucción de 1.600 casas) y que señalan como causa de la situación actual de abandono y de ocupación de viviendas, lamentan que “con la llegada del nuevo equipo de gobierno municipal, los vecinos afectados por esta crítica situación, aguardaban un cambio en las políticas municipales, ya que el barrio del Cabanyal había sido uno de los pilares en la campaña electoral”.
Sin embargo, denuncian que “después de tres años del cambio de gobierno, los vecinos han visto frustradas sus esperanzas al no apreciarse actuaciones que revirtieran la situación”.
Incluso, aseguran que “la convivencia ha empeorado, ya que la impunidad ante el incumplimiento de las normas básicas de convivencia, ha hecho empoderarse a los incívicos que persisten en su comportamiento, ya que nada se hace para impedir el continuo incumplimiento de las ordenanzas municipales”.
A continuación, detallan una larga lista de problemas que vienen sufriendo: “partidos de futbol a cualquier hora del día o de la noche; música emitida por altavoces de descomunal potencia que hacen retumbar los cristales de las viviendas; ocupación de la vía pública con mobiliario privado como, sillas, sillones, sofás, barbacoas, sombrillas, hamacas, piscinas hinchables; publicitación de la venta de drogas a voz en grito sin ningún tipo de reserva; absentismo escolar de menores; Peleas de gallos en plena calle con apuestas incluidas y a plena luz del día; reuniones espontáneas acompañadas de consumo de alcohol, cante y baile a altas horas”.
Según el escrito, “esta queja es el último eslabón de una larguísima cadena de reuniones, promesas, comunicados, actuaciones reivindicativas, ruedas de prensa, concentraciones, reclamaciones varias, asambleas vecinales, etc., que a lo largo de esta ardua etapa se han llevado a cabo por parte de los vecinos y vecinas del barrio, encabezados por la Plataforma Salvem El Cabanyal y la Asociación de Vecinos”.
Además, relatan que se ha elaborado un 'Decálogo de normas de convivencia', auspiciado por la concejalía de Políticas Inclusivas del Ayuntamiento de Valencia.
En él se ha intentado recapitular unas normas básicas de convivencia a cumplir por parte de todos los vecinos del barrio, especialmente dirigidas a las minorías incívicas: “no son unas normas de obligado cumplimiento, simplemente unas recomendaciones, cuyo incumplimiento, por sí mismo, atenta contra las ordenanzas municipales, que sí son obligado cumplir en todo el resto de la ciudad”.
Tanto la Plataforma Salvem el Cabanyal como la Asociación de Vecinos, aseguran que han acudido puntualmente a las reuniones previas a la elaboración de este decálogo, “viendo con decepción que la solución de los problemas de convivencia se dejan en manos del libre albedrío de quienes los provocan, sin atajar el conflicto de raíz”.
Por último, aseguran que sus quejas, denuncias y reivindicaciones van en defensa de su derecho “a la intimidad en el hogar, derecho a la salud física y mental afectada por la falta de descanso y que propicia que no podamos rendir convenientemente en nuestro trabajo, estudios o tareas cotidianas”.
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