Ocho consejos para optimizar el gasto del aire acondicionado durante la ola de calor

Foto: ConsumoClaro

Jordi Sabaté

Esta última semana de junio ha traído una fuerte ola de calor sin precedentes en gran parte de Europa, al menos desde 2003, año en que murieron 35.000 personas en el continente a causa de las altas temperaturas. Este fenómeno, definido por la Organización Meteorológica Mundial como un “calentamiento importante del aire, o invasión de aire muy caliente, sobre una zona extensa, que suele durar de unos días a unas semanas”, también se está dejando notar con mucha fuerza en España.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado que esta ola de calor que afecta a toda la península y Baleares, lo hará por un tiempo indefinido y con temperaturas que podrían superar los 42ºC en el valle del Ebro, por lo que causarán un importante pico del consumo eléctrico a causa del uso masivo e intensivo de ventiladores y aparatos de aire acondicionado.

De hecho, la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE) prevé que este verano la venta de aires acondicionados en España aumente en un 15% con respecto al mismo período (junio-agosto) del año pasado, un síntoma de la alteración de los patrones de consumo producidos por el cambio climático. En consecuencia es fundamental aprender a manejar el uso de estos aparatos de forma óptima desde el punto de vista del gasto energético si no queremos que termine notándose en la factura de septiembre.

Hemos de tener en cuenta que esta primera ola llega inusualmente pronto y los expertos predicen que no será de lejos la última, augurando que pasaremos seguramente por el verano más cálido en lo que va de siglo, con lo que los picos de consumo serán continuados.

8 consejos básicos para optimizar el aire acondicionado

A continuación te ofrecemos ocho consejos para usar el aire de manera eficiente y que no dispare el gasto en la factura de la luz.

  1. Ponlo entre 25 y 26ºC: parece mentira que se repita una y otra vez que no solo es suficiente con poner el aire entre 25 y 26ºC para estar frescos, sino que es mucho más sano que usarlo a temperaturas menores, que nos pueden causar cambios bruscos de temperatura, sequedad de mucosas y dolores musculares. El caso es que muchas personas siguen a piñón con el aire a 23, 22 e incluso 20ºC, aunque tengan que usar jersey y calcetines. Obviamente el gasto a menos temperatura, mayor será.
  2. Baja persianas: todo no se puede tener durante una ola de calor; si lo que queremos es tener luz de día y por tanto mantener las persianas subidas, la luz del sol entrará por las ventanas y provocará el efecto invernadero, disparando el calor dentro de la casa y obligado al aire a trabajar a tope. Si bajamos persianas, ayudaremos al aire a sacar el calor de casa y estaremos frescos con mucho menos gasto.
  3. Asegura el cierre de las ventanas: más de uno y una pensará que es una perogrullada… mientras se ha dejado la ventana del comedor entreabierta, dejando que el calor se escape sin ton ni son. No está de más asegurarnos de que puertas y ventanas está bien cerradas para evitar el derroche de frigorías, que tiene su equivalencia en megavatios-hora (mWh) consumidos.
  4. Compartimenta los espacios que no uses: si está con el aire en el comedor, cierra bien las puertas que den al pasillo, las habitaciones, la cocina, etc., de modo que las frigorías se queden en la zona de uso. Si usamos el aire e el despacho o la habitación, procuremos también mantener las puertas bien cerradas para que el fresco no pase a las zonas muertas.
  5. Limpia bien los filtros: los filtros de la bomba de aire están para evitar que las partículas de polvo entren en el interior de la casa, pero al cabo de un tiempo se colmatan y obturan, impidiendo que el aire salga disparado de la bomba con la suficiente potencia. Como resultado, el aparato pierde eficacia y aumenta el gasto. En verano los limpiaremos una vez al mes y si no lo hemos hecho ya, no nos demoremos más.
  6. Combínalo con ventiladores: si el espacio a enfriar es grande y cuesta que el fresco llegue al último rincón, podemos usar ventiladores para impulsar el aire frío en lugar de bajar la temperatura en el termostato. También podemos jugar con los ventiladores para crear mayor sensación de frescor al tiempo que mantenemos el termostato más alto, y por tanto con menor gasto.
  7. Evita ventilar la casa mientras dure la ola: como tanto las temperaturas diurnas como las mínimas nocturnas serán altas, no conviene ventilar la casa, ya que traerá el calor del exterior y nos recalentará las estancias. Si lo hacemos que sea bien entrada la madrugada o a primera hora, justo antes de la salida de sol.
  8. Aprende a programar el aire: no está de más aprender cómo programar el mando a distancia para que el aire se encienda una hora antes de que lleguemos del trabajo, y así encontrar la casa fresquita, en lugar de tener que dejarlo encendido todo el día, ni que sea al mínimo, para evitar que nuestro hogar sea una caldera por la noche. De mismo modo, programando podremos dejar el aire encendido una o dos horas mientras nos dormimos, asegurándonos de que se apagará a la hora indicada por nosotros, cuando ya estemos dormidos.

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