Adiós al gotelé: claves para quitarlo de las paredes de tu casa

Cómo quitar el gotelé.

Inés Aguerri Alonso

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Lo que hace tan solo 60 años levantó furor en España hoy se considera una decoración pasada de moda en los mismo hogares. Hablamos del gotelé, una técnica que consiste en esparcir pintura más espesa de lo habitual por las paredes para que se cree un relieve en forma de gotas pequeñas.

Hoy, esos grumos de pintura son la mayor pesadilla para muchos que quieren hacerlos desaparecer de sus paredes pero no pueden permitirse contratar a un profesional para ello o no saben cómo hacerlo ellos mismos.

Pero, aunque parezca imposible, existen algunas opciones para quitar el gotelé de la pared. Eso sí, debes saber que, a pesar de que no es tarea complicada, sí requiere de paciencia, tiempo y trabajo.

¿Qué necesito para quitar el gotelé?

Existen dos tipos de gotelé y cada uno de ellos implica el uso de unos materiales (aunque hay algunos comunes a ambos) y un procedimiento diferente para quitarlos: gotelé al temple o gotelé plástico.

Para averiguar cuál de ellos es el que cubre tus paredes, raspa con una rasqueta un poco de la pintura de la pared y métela en un vaso con agua. Si se disuelve, es gotelé al temple, el más común de los dos tipos y el que suele estar presente en las casas españolas. Si la pintura cae al fondo del vaso, es gotelé plástico.

Pero hay algo común a ambos tipos de gotelé: ambos sueltan mucho polvo al quitarlo. Por eso, sea cual sea el tipo que cubre tus paredes, lo idóneo es que muevas los muebles y sofás a un sitio donde no molesten y compres cinta de carrocero y plástico para cubrirlos, al igual que el suelo. Lo mismo deberás hacer con otros objetos que no quieras que se estropeen, como los laterales de las ventanas o los enchufes.

En ambos casos también necesitarás rasquetas, rodillo, pulverizador, papel de lija o lijadora eléctrica y algunos materiales más. Por salud y seguridad, también es una buena idea hacerse con unos guantes y una mascarilla, para no aspirar todo el polvo que suelta esta pintura. Utilizar un mono de plástico o ropa vieja es también una buena idea, ya que es muy probable que te ensucies.

Cómo quitar el gotelé al temple: paso a paso

El gotelé al temple es, por regla general, el más fácil de quitar. El primer paso es humedecer la pared con un pulverizador o con un rodillo sin crear un exceso de agua que pueda dañarla. La intención es que la pintura absorba el agua para que se reblandezca y sea más fácil de extraer.

Hecho esto, con una rasqueta empezamos a raspar el gotelé ayudándonos de las dos manos. Una vez hayamos raspado toda la pared, para terminar de alisar la superficie y que quede lo más uniforme posible, el siguiente paso es utilizar una lijadora eléctrica o papel de lija.

Cuando lo hayas conseguido, en el caso de que encuentres en la pared alguna imperfección como agujeros o grietas, puedes utilizar una masilla para pared o pasta en polvo para tapar estas imperfecciones con la ayuda de una espátula.

El polvo de la pintura va a ser una constante en este proceso, por eso, antes de continuar, debes limpiar la pared con una esponja húmeda o con un trapo. Cuando la pared se haya secado por completo deberás añadir una capa de imprimación para que se adhiera mejor la pintura antes de pintarla con el color elegido.

Cómo quitar el gotelé plástico: paso a paso

Este proceso es un poco más complejo. En estos casos en los que el gotelé es más resistente al ser de pintura plástica, existen dos opciones: quitarlo o cubrirlo.

Si quieres quitarlo, no va a bastar con humedecer la pared. En este caso, la mejor opción es comprar un ecoestabilizador, un producto que sirve para ablandar rápidamente la pintura del gotelé y así poder quitarla con mayor facilidad.

En las instrucciones del ecoestabilizador aparecerá cómo debes hacer la mezcla del mismo con agua antes de añadirlo en la pared. Una vez hecho, deberás untar el ecoestabilizador en un rodillo y ponerlo por toda la pared que quieras cubrir, pulverizar la pared y dejarlo actuar durante unos 10 minutos.

Pasado el tiempo, es hora de ir haciendo rayas en la pared con una rasqueta para quitar la cresta del gotelé, pero sin la necesidad de apretar con ella. Cuando completemos este paso, volvemos a pulverizar la pared con agua y comenzamos a pasar la cazoleta, una herramienta específica para levantar de forma sencilla el gotelé.

Por último, en el caso de que haya quedado alguna imperfección en la pared, podemos tapar con la masilla, la dejamos secar y aplicamos la imprimación antes de pintar.

Es bueno tener en cuenta que este ecoestabilizador también sirve para quitar el gotelé al temple, pero no es tan necesario, ya que este tipo de gotelé en la mayoría de ocasiones es posible quitarlo únicamente humedeciendo con agua, como hemos explicado.

Por último, en el caso de que no quieras o no puedas quitar el gotelé plástico porque es demasiado resistente, existe la opción de cubrirlo. Para ello, se necesita una pasta o masilla de renovación específica para cubrir gotelé, ya que tiene el grosor suficiente como para taparlo sin dejar rastro de su existencia.

Esta pasta puede conseguirse en cualquier tienda de bricolaje y en ocasiones viene acompañada de un kit de herramientas específicas necesarias para aplicarla: una rasqueta estriada y otra lisa.

Después de poner la pasta en toda la pared, deberemos utilizar la rasqueta estriada para igualar la cantidad de masilla, cruzando las pasadas en horizontal y vertical para que quede lo más homogéneo posible.

Después, utilizaremos la rasqueta lisa para que quede toda la pasta uniforme. Lo dejaremos secar y añadiremos otra capa si vemos que es necesario. Una vez seco, se debe lijar bien la superficie para que quede lo más lisa posible y aplicar la imprimación antes de pintar.

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