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Cinco remedios que no funcionan contra los mosquitos y otros cinco que sí

Foto: Susan Ellis

Jordi Sabaté

Los has notado en tus brazos, tu nuca o tus piernas. Son los mosquitos, esos pequeños vampiros que salen de su escondite al caer el sol para agujerearnos y llenarnos de histaminas que nos generarán incontables escozores. Su eterna presencia en nuestros veranos nos ha generado no pocas molestias; hoy son solo picores y algún brote alérgico más o menos molesto, pero hace apenas un siglo transmitían numerosas enfermedades bastantes veces mortales, como el paludismo.

Por culpa de este mal, en muchos sitios de la península a las zonas de marisma y aguas estancadas se las denominara 'fiebres'. Adicionalmente, en la actualidad se suma la amenaza de el mosquito tigre y la trasmisibilidad del virus del zika. ¿Qué podemos hacer para protegernos de ellos? Hay cosas que funcionan, trucos efectivos que los repelen. También hay, empero, otras estratagemas que son timos, fruto de la ignorancia y las leyendas urbanas.

Cinco cosas que no funcionan

1. Las pulseras antimosquitos

Es cierto que las pulseras antimosquitos contienen sustancias repelentes que liberan al entorno; ahora bien, se ha demostrado que su eficacia es limitadísima, en concreto a las zonas con las que están en contacto. En otras palabras, si la tenemos en una muñeca, no funcionará en la otra y mucho menos en el tobillo. Si queremos una total salvaguarda a base de pulseras deberemos llevarlas en todas las extremidades, lo cual puede resultar sumamente incómodo.

2. Los aparatos de ultrasonidos

Los aparatos de ultrasonidos que se instalan en un enchufe en la pared de la habitación son un gasto totalmente inútil. Cada vez más investigaciones, como esta realizada en 2011 en la Universidad de la Habana, dejan claro que se trata de unos dispositivos totalmente ineficaces. Los sonidos de alta frecuencia no afectan a los mosquitos cuando suspiran por nuestra sangre. Incluso Facua pidió en 2012 la retirada del mercado de estos aparatos.

3. Las espirales de piretrina

Son un clásico del verano tan ochentero como las primeras canciones de Georgie Dann, pero a diferencia del entrañable artista francés, no reportan ningún beneficio a nadie. Las conocemos como 'incienso para mosquitos' o piretrina, y se hacen con una sustancia vegetal que al quemarse actúa como humo repelente.

El problema es que las espirales queman encima de una mesa y evitan la presencia de mosquitos, pero de la mesa hacia arriba. Porque el humo sube y los mosquitos suelen volar bajo para cazar nuestros tobillos, donde el humo es inexistente, especialmente en exteriores y cuando pasa la brisa. Por cierto, las espirales de piretrina pueden ser contraproducentes en interiores

4. Las velas de citronella

La citronella es una esencia de algunos geranios con un gran efecto repelente de mosquitos, al igual que el aroma de la albahaca. Pero las velas de esta sustancia son la piretrina 'new century' o 2.0, porque a pesar de que se venden en todo tipo de establecimientos new age, les pasa como a las espirales: sueltan humo hacia arriba y los mosquitos van en vuelo rasante siempre que pueden. 

5. Rodearnos de plantas aromáticas

Geranios, citronellas, albahaca, etc., son en efecto plantas con aromas que repelen a los mosquitos, pero su efecto no es tan potente como para no permitir que se acerquen. A no ser que nos embadurnemos con sus hojas, los que estarán protegidos de los mosquitos serán las plantas, no nosotros. 

Cinco cosas que sí funcionan

1. Instalar mosquiteras

En ventanas y alrededor de las camas, colgadas desde el techo con un simple clavo. Son muy efectivas para evitar las picadas si los poros tienen unas medidas de 1,2x1,2 mm. Funcionarán incluso mejor si las mojamos con insecticidas como la permetrina para aumentar la protección.

2. Usar ropa de manga larga y de colores claros

Los colores claros reflejan más la luz en la noche y molestan a los mosquitos, con lo que aumentamos la probabilidad de no ser nosotros los destinatarios de sus picadas. Por otro lado, obviamente cuanto más cubiertos estemos, mejor será nuestra protección. No hagamos asco a camisas de largos puños y pantalones de lino que nos cubran bien el tobillo.

3. No frecuentar en el hábitat del mosquito

Si no tenemos ropa larga y algún repelente que nos acabemos de poner, es mejor no pasear al atardecer por zonas donde haya cerca agua encharcada, lagos, riachuelos, pozas, canales, etc. Es muy posible que nos piquen. Si hay bebida para mascotas cerca, deberá cambiarse el agua con frecuencia; y, si hay piscina en el jardín, debe tratarse el agua con cloro de manera periódica. 

4. Los ventiladores

La brisa sí molesta a los mosquitos, pues no les permite identificar el olor con la posible victima que lo emite. Y si no tenemos brisa natural la podemos crear con un ventilador tanto en exteriores como en interiores, de modo que el aire se lleva nuestro olor y lo disperse. Hay que tener en cuenta que es nuestro olor lo que atrae al mosquito.

5. Los enchufes vaporizantes de repelente

Los vapotizadores de repelente son depósitos de líquido que se calienta, al estar el dispositivo enchufado a la corriente, y se evapora, creando un ambiente con olores que molestan al mosquito. Conviene encenderlos al irlos a dormir y no debemos olvidarnos de apagarlos por la mañana, ya que de lo contrario los malgastaremos inútilmente. Por otro lado, no funcionan tan bien con la ventana abierta, especialmente si hay corriente, porque el olor se dispersa. 

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