Niños y desconfinamiento: cómo adaptar las mascarillas de los adultos para ellos

Investigan la menor incidencia en niños para proteger a los adultos de la COVID-19

Marta Chavarrías

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El pasado 26 de abril empezaron los paseos para niños y ya se ven en las calles de todas las ciudades y pueblos menores con patinetes, bicicletas o caminando. La medida, que permite salir a pasear una hora al día a los niños de menos de 14 años, abre nuevas incertidumbres sobre cómo gestionar estas salidas. Uno de los interrogantes y debates gira alrededor de si los niños deben usar o no mascarilla y, en caso afirmativo, cómo deben hacerlo.

El Ministerio de Sanidad no obliga a llevar mascarillas ni guantes a los niños en sus salidas. Pero sí recomienda hacerlo, como también lo recomiendan los pediatras, al menos para los niños mayores de tres años y en los casos en los no se puede mantener la distancia de seguridad de dos metros. Recordemos que las mascarillas tienen dos funciones básicas: por un lado, proteger las otras personas de la contaminación de nuestra saliva y, por otro lado, proteger la nariz y la boca de la contaminación de la saliva de otras personas.

¿Cómo debe ser la mascarilla para niños?

Las mascarillas pueden ser caseras, higiénicas o quirúrgicas. La Asociación Española de Normalización (UNE) ha elaborado una guía de mascarillas higiénicas reutilizables para adultos y niños donde indica aspectos sobre cómo debería ser la mascarilla infantil:

  • Deben cubrir la boca, nariz y barbilla y tener un arnés que puede rodear la cabeza o sujetarse en las orejas.
  • Deben ser no reutilizables, salvo si se hace en espacios de tiempo muy corto y con mucho cuidado.
  • Son unipersonales.
  • El tejido debe ser fibroso, plano, que permita la respiración y que, en contacto con la piel, no provoque irritación.
  • Las mascarillas no son aconsejables para menores de tres años (sí están recomendadas para niños de tres a doce años).
  • La máscara tiene que adaptarse bien a cada niño de manera que cubra bien la boca y la nariz, sin dejar espacio entre la cara y la máscara.
  • Los arneses para la sujeción a la cabeza para las mascarillas higiénicas para niños deben poder sujetarse sin hacer nudos, de manera que queden extremos libres o elementos tridimensionales.

Todavía no hay mascarillas pediátricas o infantiles disponibles en las farmacias para que las puedan utilizar. Y se calcula que aún pueden tardar unos días en poder disponer de ellas. Mientras tanto, aparecen publicadas varias formas de adaptar una mascarilla de adultos a los niños. Entre ellas, la que ofrece el Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Badajoz en el vídeo Cómo adaptar una mascarilla para uso infantil.

Los pasos son:

  1. Comprobar la parte externa y la interna, la que está en contacto con la boca.
  2. En la parte exterior, hacer un doble pliegue y, con las gomas, anudar de manera que quede bien ajustado y enganchado en la mascarilla.
  3. Ajustar bien el pliegue nasal para que se adapte bien a la nariz.
  4. Comprobar que la mascarilla cubre la nariz, la boca y la barbilla y no queda espacios abiertos.

Mascarillas caseras, ¿sirven?

Otra alternativa mientras no llegan las mascarillas infantiles es lo que se está haciendo desde hace días: fabricarlas de manera artesanal con tela. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha publicado una guía con los pasos para hacer este tipo de mascarillas, insistiendo en el hecho de que estas “solo tienen un propósito higiénico” y de barrera, en ningún caso son lo que se conoce como EPI (equipo de protección individual) ni se trata de un producto sanitario. Sí son, en cambio, una buena herramienta para evitar que las pequeñas gotas respiratorias de los niños se expulsen y lleguen al aire o a las superficies.

Los criterios científicos sobre la efectividad de este tipo de mascarillas no son concluyentes. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que “no hay evidencia para recomendar, ni a favor ni en contra, el uso de este tipo de mascarillas”. Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrecen información sobre cómo deben ser, igual que hace el Ministerio de Sanidad español.

Cómo usar las mascarillas infantiles

Antes de ponérsela, los niños deben:

  1. Lavarse las manos con agua y jabón o una solución hidroalcohólica.
  2. Colocarla bien, evitando que queden espacios entre la mascarilla y la cara.
  3. Una vez puesta:
  4. No tienen que tocarse ni meter el dedo por dentro para rascarse la cara.
  5. Si se tocan, deben lavarse bien las manos.
  6. No pueden ponerse la mascarilla en el cuello una vez utilizadas ni en la cabeza.
  7. No deben quitarse la mascarilla para hablar, ni toser ni estornudar.

Al quitársela:

  1. Debe hacerse desde la parte de atrás, por cintas o las gomas, sin tocar la parte que pueda estar contaminada.
  2. Tirarla en una bolsa cerrada, si es de un solo uso.
  3. Limpiar la zona de ajuste con la cara si es una mascarilla autofiltrante.
  4. Lavarla con agua y jabón, si es casera, a 60ºC para eliminar el virus.
  5. Lavarse las manos antes con agua y jabón.
  6. Si la mascarilla queda húmeda, debe cambiarse.
  7. La mascarilla casera no debe secarse ni higienizar con un horno microondas.

No por el simple hecho de llevar mascarilla tienen que obviarse las otras medidas de prevención. Al contrario. Es muy importante explicar a los niños que deben mantener la distancia social (dos metros) y la higiene de manos frecuente. No sirve de nada llevar mascarilla si no se cumplen estas medidas porque son las más eficaces para evitar que el virus se propague.

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